Era una niña muy mona, aaaah, que vivía en...

Yo he llegado a hacerle dedos a una bizca en los lavabos de la biblioteca de mi pueblo natal hace muchos años, una experiencia algo grotesca que ya conté por aquí hace años. Fue bastante asquerosa y no llegó a completarse porque el ser con el que protagonicé susodicha experiencia empezó a gritar como si fuera uno de esos deformes que exponían en los circos decimonónicos para jolgorio de la turba, un desastre.

También me he hecho pajas en los lavabos de la universidad, y por supuesto que cuando era más joven, en la veintena, chochineé en baretos infectos de pubs del barrio gótico de Barsalona o por los baretos del Tubo de Zaragoza, en una ocasión con una tipa irlandesa que era bastante golfa. Si no eres un puto lisiado, te faltan miembros (especialmente el que cuelga), y eres un engendro demasiado feo, en uno de esos tugurios no es demasiado difícil obtener algo de guarreteo rápido y sin mayor compromiso.

El problema de estas cosas es que se han vuelto peligrosas y poco recomendables por el riesgo que entrañan, ser viogenizado por cualquier puta de mierda básicamente. Yo, desde hace tiempo, procuro buscar folleteo en el entorno próximo, ahora que no voy de un lado para otro, la cantidad de golfas seducidas y sobre las que he desobado ha descendido dramáticamente, aunque los fracasos siempre hayan sido superior a los triunfos. Pero en lo de follar, es preferible evitar lavabos, al menos ahora, a mi me gusta alquilar una habitación de un hotel, no demasiado mugroso, y lefar a la interfecta como debe ser. Te das una ducha con el nabo todavía palpitante y te quedas como un campeón.
 
pues entre bizcos queda la cosa, porque segun mi excel se habia filtrao una foto tuya y tenias un ojo mirando para cuenca y otro para sebastopol.

corrijeme si me equivoco

Te equivocas, no he padecido de estrabismo en mi vida, y soy uno de los pocos que no ha catado travelo de este foro.

Tampoco soy calvo, mido 1,88, soy delgado y de complexión atlética y no gasto mala herramienta en la entrepierna, condiciones que me permiten follar de vez en cuando pese a ser, eso sí, tan anormal y tarado como el resto del foro.
 
Te equivocas, no he padecido de estrabismo en mi vida, y soy uno de los pocos que no ha catado travelo de este foro.

Tampoco soy calvo, mido 1,88, soy delgado y de complexión atlética y no gasto mala herramienta en la entrepierna, condiciones que me permiten follar de vez en cuando pese a ser, eso sí, tan anormal y tarado como el resto del foro.
Entonces quien cojones era el bizco del foro?
Habia uno que se habia filtrao su foto y era virollo.

@LamadredeNorman sabes algo?
 
Yo he llegado a hacerle dedos a una bizca en los lavabos de la biblioteca de mi pueblo natal hace muchos años. Fue bastante asquerosa y no llegó a completarse porque el ser con el que protagonicé susodicha experiencia empezó a gritar como si fuera uno de esos deformes que exponían en los circos decimonónicos para jolgorio de la turba, un desastre.
Si fuese jurado del Nobel de Literatura, votaría sin pensar cualquier entrega que en su primera página comenzase con esta breve introducción. Me ha provocado excitación, asco y ternura: eso es la literatura.
 
Tengo ganas de leer el desenlace de una vez por todas :-(
 
No entiendo el título del hilo.

Era una niña muy mona, aaaah, aaaah de qué? se le ha pinzado una neurona mientras escribía?

Cosas de viejunos

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CAPÍTULO 5 CONCLUSIÓN

Dormí como un bendito y me desperté el sábado olisqueando las yemas de mis dedos, promesa de lo que estaba por venir. Subí desde la plaza de España a Montjuic para disfrutar las vistas de la ciudad condal, pensando que en algún lugar estaría ella, deseando que llegara la tarde incluso más que yo. Asesiné la espera deambulando como pude y comí en un chino infecto algo de pasta para atesorar la energía que iba a necesitar más tarde.

Primero me dijo que se pasaría por mi hotel pero luego prefirió que yo fuera a su casa porque así le sería menos trabajoso madrugar al día siguiente, en el que volvía a trabajar. Me pidió un plazo para arreglar su piso y luego me convocó, cada vez con más urgencia. Anduve hasta el barrio gótico, cruzando el Raval con la cartera bien sujeta gracias a los instructivos vídeos de este santo lodazal. Llamé (o piqué como dicen los catalanes) al telefonillo y subí a grandes trancos las escaleras. Me abrió la puerta en ropa de casa (pequeña decepción) pero tras hacerme pasar se me amarró como un koala.

Había pedido sushi para cenar y había abierto una botella de vino. Su piso, en realidad, era un diminuto estudio con un minúsculo baño, un gran armario adosado a la pared, una cocina separada de la cama de matrimonio por un mueble de Ikea, un sofá de dos plazas y un gran televisor. No había lugar donde esconderse. A pesar de que se me comía a besos e intentaba calentarme me empeñé en cenar primero, porque ella apenas había comido nada en todo el día y porque quería hacérselo desear más todavía. No llegamos a los postres: se me subió a horcajadas quitándose el sueter y metiéndome sus pequeños pechos, coronados por unos respingones y enormes pezones, en la boca. Me encantaba abrazarla abarcando su estrecha cintura con sólo un brazo mientras con el otro jugueteaba entre sus nalgas y su pubis, sin un sólo vello, territorio ya conquistado.

Me levanté del sofá sin soltarla (ventajas de cohabitar con una mujer delgada) y la llevé hasta la cama, quitándole los pantalones lentamente. Le ordenó a Alexa que la luz fuera roja y aproveché la atmósfera más íntima para desnudarme yo tranquilamente, casi con parsimonia, disfrutando del deseo en sus ojos vidriosos. Llegados a este punto conviene aclarar que yo ya sabía que tenía una mascota, una coneja de raza berlier, que apenas pude ver porque se escondió en su cesta en cuanto sintió que entraba al piso, por supuesto, no insistí en conocerla, menos estorbos para lo que íbamos a hacer.

Ya desnudo entré en la cama y bailamos el mambo horizontal. No considero oportuno entrar en detalles escabrosos, baste decir que ella sabía muy bien lo que hacía y cómo lo hacía, que yo tenía más hambre atrasada que el perro del afilador (que le daba bocados a las chispas por comer algo caliente) y que, a pesar de no ser yo precisamente un chaval, un cuerpo tan joven (a mis ojos de viejuno) y su absoluta sumisión a todos mis deseos, me hicieron rendir por encima de mis más halagüeñas expectativas. Saciados sus deseos por tres ocasiones me llegó el turno y quise terminar justo donde lo interrumpí la noche del Boca Chica. Me tumbé boca arriba y le hice girarse para que su grupa quedara al alcance de mi mano izquierda: me encanta jugar con la vulva mientras me maman la polla, marcando el ritmo que debe llevar la operación con las yemas de mis dedos en su sexo. Notaba sentir la tensión que conduce al clímax en mi cuerpo cuando, sin avisar, la coneja se subió a la cama y empezó a olisquear mis piernas. Ella intentó pedir disculpas y apartar al bicho pero le ordené que no parase mientras con la mano derecha agarré a la coneja, la acerqué a mi flanco derecho y la acaricié para que se estuviera quieta.

Quien haya tenido el placer de acariciar un conejo de esta raza sabrá que su piel es más suave que la de un perro, un gato o incluso un armiño. La heterogénea mezcla de mamada y caricias al ser peludo me fue conduciendo al éxtasis. Exploté con una violencia inesperada, fruto de las tensiones emocionales y sexuales de los tres últimos días. Con delectación de enamorada no permitió que una sola gota cayese sobre mí, lo guardó todo para ella. Luego se apartó y se tumbó a mi costado izquierdo acariciándome mientras yo recuperaba mi pulso normal y dejaba la mente en blanco tarareando para mis adentros "era una niña mona, aaaah, que vivía en Barcelona".

Hubo más sexo aquella noche y hubo más noches en una segunda visita a Barcelona pero eso ya es parte de otra historia. La historia de como acabé en Barcelona acariciando un conejo (mamífero peludo) mientras me hacían una tremenda mamada acaba aquí.
 
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El epílogo ha estado a la altura.


Great Job Reaction GIF



Habrá celebrarlo con una cerveza catalana reservada para la ocasión.

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Somos un equipo.
 
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Muy buen final, se ha hecho esperar pero bien. Me quedo con ganas de ver fotos de la interfecta
 
Me temo que no las vas a ver, tiene pinta de acabar en algo más que un rollete.
No las va a ver porque me considero un caballero y respeto la palabra dada.

Me temo que no va a ser más que un rollete porque el precio que me ponen para que no lo sea es demasiado alto. Fiarse de una mujer quizá sea el mejor camino hacia el arrepentimiento.
 
para desnudarme yo tranquilamente, casi con parsimonia, disfrutando del deseo en sus ojos vidriosos.

Espera, porque creo que estamos perdiendo la perspectiva, te lo pregunto para saber de que hablamos, me estás diciendo que estabas haciéndote de rogar para quitarte la ropa, en plan rollo sensual para ponerla caliente?

Antes de que me responda voy a contextualizar porque a lo mejor se nos olvida esto, eres carvo, gordo, feo y tienes casi 50 años.
 
Antes de que me responda voy a contextualizar porque a lo mejor se nos olvida esto, eres carvo, gordo, feo y tienes casi 50 años.
Ventajas de saber conquistar a una mujer y conseguir que ya sólo pueda verte como el objeto de su deseo y que se centre exclusivamente en querer ser tu putita.
 
Ventajas de saber conquistar a una mujer y conseguir que ya sólo pueda verte como el objeto de su deseo y que se centre exclusivamente en querer ser tu putita.

No te tomes a mal mis palabras, es todo a nivel 100tífico. Estoy aprendiendo. Entonces llegados a este punto y aceptando tu visión, que crees que ha sido lo que ha hecho que seas objeto de sus deseos, porque teniendo en cuenta que se ha tragado tu cuajo, sería capaz de lamerte el ojete recién cagao.

Tu mirada, tu prosa amanerada, tu sentido del humor, tu valentía, tu físico o puede que incluso se sienta apreciada por ti, es decir al final se lleva el gato (y nunca mejor dicho) el que mas agasaje a una hembra, quien se curre mas el cortejo? que cojones somos pajarracos de estos?

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A ver si logro entender esto
 
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