Cannabis
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Cliffy-Calabria rebuznó:pues porque hay sentimientos y eso y no es tan facil leñe, es como una especie de dronja o algo asi, no es facil dejarlo con segun que tordas
No entiendo este cambio de rol en las mujeres que hace que vayan todas del palo "Soy tan dura que los sentimientos no intervienen en mi vida. Si algo no me conviene o me va a hacer sacrificarme demasiado aunque me guste, lo expulso de mi vida". Aunque supongo que siempre han sido más prácticas que nosotros.
¿Se nota que hace poco que me han jodido con este tema?

La verdad es que no sé si me he llegado a enamorar. Supongo que no, me habré encaprichado, sino no hubiera empezado a buscar otro clavo inmediatamente para quitar al anterior. Pero lo he pasado mal, y al final supongo que no volveré a hablarme en mi vida con la que era una amiga con un buen rollete impresionante y muchos amigos en común (aunque no la conocía a fondo como luego pude ver) por enrrollarnos 4 meses, ya que la cosa ha acabado con el culo. Será la primera vez, pues con todas mantengo la cordialidad, aunque sea distante. Tiempo al tiempo.
Desde luego, ESTA PERSONA NO ERA PARA MÍ. Pero...ya sabemos: cuerpo bonito, un sexo de escándalo, risas, pocos problemas económicos (lo que implica salir, viajes, regalos,...), me hicieron engancharme y cuando supe que se atiborraba a Tranquimazines, Orfidales, y empezó a tener cambios de humor como esa prima mía bipolar que vive sola porque no se aguanta ni ella misma, era tarde. Además, este tipo de mujeres, cuando se da, lo da todo...y de repente se cruza y te lo quita. Terrible.
De todas formas, ya estoy de nuevo a las andadas, recuperando alguna follamiga y conociendo nuevas. No vuelvo a dejar la senda Elmerbateriana en mi puta vida, se acabó el centrarse en una, siempre sales jodido. Qué locas están, coño!

Y en cuanto a lo de que el amol es como una droga, para el que quiera leérselo. ES una droga:
Hace unas semanas escribí un artículo sobre la química del amor, en el que expuse los principios químicos de algunas de las inexplicables reacciones que sentimos cuando estamos enamorados, esta exaltación y obsesión por nuestro ser amado.
Hoy me inclinaré al otro lado de la balanza, la química de los corazones rotos. No sé si este dolor únicamente pueda ser equiparable al de la pérdida de un ser querido cuando muere, pero cuando el amor termina, otra clase de locura nos invade también.
En 2001 la doctora Fisher, especialista en estos temas, realizó un experimento utilizando el mismo protocolo que describí anteriormente, es decir, realizando una resonancia magnética de la actividad cerebral de las personas que acababan de romper con su pareja. Cada participante miraba la foto de su ex pareja, así como la de una persona neutra. Al igual que en el experimiento pasado encontraron actividad en las partes del cerebro relacionadas con la recompensa y el placer (el área segmental ventral y el núcleo caudado) la explicación se atribuye a que los amantes generalmente permanecen enamorados, por semanas, meses e incluso años después de haber sido rechazados por la otra persona.
Algunos psiquiatras, como Lewis, Iannon y Amini, han dividido el proceso de rechazo romántico en dos fases: la primera es la fase de protesta y la segunda es la de resignación y desesperación. Durante la fase de protesta los amantes abandonados generalmente dedican su tiempo a tratar de traer de vuelta a su amado. Disectan obsesivamente su relación tratando de establecer qué fue lo que hicieron mal. Los amantes decepcionados generalmente hacen actos dramáticos, humillantes e incluso peligrosos ante su ser amado: llegan de improviso a su trabajo, a su casa, y ruegan por otra oportunidad, hacen llamadas desesperadas e inoportunas, escriben correos electrónicos, cartas, ruegan, acusan e intentan volver a seducir a quien los abandonó.
Estos psiquiatras argumentan que la respuesta “de protestae_SDRq es una reacción básica de todos los mamíferos que rompen con alguna relación de tipo social. Consideran que se encuentra asociada con la elevada actividad de dopamina así como la de la norepinefrina. Que producen un alto nivel de alerta y estimulan al animal a realizar un llamado pidiendo ayuda para encontrar a quien los abandonó, generalmente su madre.
Cuando se termina con una pareja se dice que provoca dolor, estudios recientes con neuro-imágenes indican que el dolor emocional producido por exclusiones sociales afectan las mismas regiones cerebrales que lo hace el dolor físico. Así, podemos comprobar que el dolor físico que sienten las personas que acaban de romper con su pareja, es real.
Sin embargo, los problemas del amante rechazado pueden ponerse peor, cuando con el tiempo comienzan a darse por vencidos y a darse cuenta que su amor no volverá. Allí entra la segunda fase, al tener que enfrentar los intensos sentimientos de resignación y desesperación. Llenos de dolor, lloran sin parar, se quedan en la cama, se sienten perdidos en el espacio, beben mucho, ven televisión. Aun así, los sentimientos de la fase de protesta resurgen de tanto en tanto; pero generalmente los amantes rechazados o abandonados simplemente sienten mucha nostalgia y melancolía. En la década de 1990 un grupo de sociólogos analizaron a 114 personas que habían sido rechazadas por su pareja en las últimas ocho semanas, 40 por ciento sufría algún nivel de depresión clínica, de ellos 12 por ciento sufría una depresión severa. Este tipo de respuestas ha sido ampliamente estudiado en mamíferos y se ha encontrado que cuando los cachorros son abandonados por su madre, primero protestan, luego se aterran y finalmente presentan una respuesta de desesperación.
En seres humanos la respuesta de desesperación se ha asociado con diferentes redes cerebrales entre ellas las del sistema de recompensa. Conforme el amante abandonado va descubriendo que su recompensa (es decir, su amado) no volverá, las células generadoras de dopamina disminuyen su actividad, lo que en el cuerpo produce letargo, melancolía y depresión.
Si nos ponemos a pensar en las razones evolutivas de esta respuesta parecería absurdo que la naturaleza las inventara. ¿Para qué gastar tanto tiempo y energía que provoca la desesperación y la depresión? Se piensa que la depresión es un mecanismo adaptativo para lidiar con el desamor. La antropóloga Fisher argumenta que los altos costos sociales y metabólicos de la depresión son sus beneficios, que impulsan a buscar ayuda y promueven que tanto familiares como amigos se acerquen y provean de alivio. Además, la depresión provoca introyección, que impulsan la honestidad con uno mismo, así como a tomar decisiones difíciles que generan un crecimiento personal.
Se considera que los amantes rechazados reinciden al igual que los adictos a las drogas. Aún mucho tiempo después de que la relación terminó, personas, lugares, canciones asociadas con el ser amado, pueden desencadenar un pensamiento obsesivo y la compulsión por llamarlo, escribirle, buscarlo. Se ha comprobado que la química del amor y las regiones cerebrales asociadas al enamoramiento, son las mismas que las de los adictos a alguna clase de droga. Debido a que las reacciones del enamoramiento son euforia, obsesión, compulsión, distorsión de la realidad, dependencia física y emocional, cambios de personalidad y pérdida del control personal, algunos psicólogos tratan al enamoramiento como a una adicción.
Para los corazones rotos se recomiendan las mismas estrategias que para los adictos al alcohol o a las drogas, para salir adelante. En primer lugar evitar el contacto con la persona amada, sol, ejercicio, pueden ayudarnos a estabilizar la fisiología cerebral. Así como realizar nuevas actividades con la familia y con los amigos pueden incrementar la producción de dopamina, para mejorar el ánimo.
Estar enamorado produce enormes beneficios, incremento de energía, optimismo, gozo, intimidad, apoyo, compañía. Pero cuando un amor rompe, el rechazo puede llevar a uno de los sufrimientos humanos más dolorosos, el de un corazón roto.