Los treintañistas solteros están cansados de ser desdeñados por feas… (y bien que debe joder eso de ser consciente de que no vales ni para seducir a lo que tú llamas “una fea”), … quien pierde sonríe pues está acostumbrado a perder (¿eso es lo que llaman “el orgullo del perdedor”…?), ¿Qué española sabe dar y ofrecer calor humano sin que haya una garantía clara de que se lo va a cobrar? (¿quieres que te lo firme un notario, para asegurarte que será tuya de por vida, y gratis?), ¿Qué española sabe ser sexy sin tacones? (y vosotros, ¿cómo coños sois sexys…? Ah, no, que lo de ser sexy es sólo obligación de ellas… ja, ja… qué pringao)
La mujer española ha sido seducida (estafada) por la publicidad (pero ahora va a venir un friki resabiado a sacarlas de su error, con panfletos como este)
Los solteristas nihilistas no aceptan que una mujer quiera llevarles ahora más tieso que una vela cuando en los 90 ellas se hartaron de follar (pues aunque no lo acepten, en cuanto una con dos dedos de frente les haga una carantoña, caerán derretidos como los pringaos que son).
Al hombre español lo ha desdeñado, vilipendiado, despreciado y humillado (alguna a la que tiraste los tejos te ha calado a base de bien, o igual es simplemente que no te hizo ni puto caso, pero es que tú no te mereces nada mejor, so perdedor)
A la mujer se le enseña a realizarse en el nomadismo genital (ah, sí, faltaba lo de que son todas una putas. Porque no follan contigo, claro. Pues nada, sigue pelándotela con porno de internete).
Soy un soltero nihilista, 30añero, bien situado, guapo, con don de gentes y lleno de talentos y virtudes que la española ha desdeñado durante más de 10 años (queda claro: su “talento” fue conseguir un tercer puesto del campeonato de Warcraft de su barrio, “bien situado” es que ha llegado a subdirector de un departamento perdido de cualquier filial de barrio de cualquier multinacional de consumo, “guapo” es lo que le decía su mamá hasta los doce años y lo que él se repite cada vez que se mira en el espejo del gimnasio para gayolos al que va dos veces por semana, y “virtuoso” se debe referir a que no se ha comido un rosco sin pagar en toda su vida, lo que le convierte en técnicamente virgen).
Todo un manifiesto del frikísmo más patético.
No aguanto a estos tíos mierdas que vuelcan en las mujeres toda su frustración, su necedad y su propia falta de coraje.
El que se identifique con este panfleto repugnante, puede elegir entre no volver a salir de su habitación, o pegarse un tiro.
Ah, no, que para pegarse un tiro también hay que tener un par de webos.
Bueno, pues en cualquier caso, es una vergüenza para la humanidad.
Y lo irónico, es que él mismo lo sabe.