Basurófago rebuznó:
Bastante normal la verdad.
Año 98
Voy a La sala del cel un sábado, Girona.
Con unos amigos.
Ellos iban hasta el culo
Yo no comí nada. no era mi estilo.
Al día siguiente, domingo, yo tenía clase extraordinaria en la academia auxiliar de masajista.
Devolví a mis amigos a mi población y yo retorné a GI, no dormí nada.
No me hacía ninguna falta
Asistí a la clase con una especie de "iluminado" en la profesión, flaco como un perroflauta y bastante xalado; xacras, puntos de fuerza, etc.
Bueno que la clase terminó por la tarde.
Yo cojo el coche y me vuelvo a mi población.
No llegué.
Me ha pasado un par de veces en la vida; si sufres un estado de inconsciencia repentino, olvidas las últimas tres o cuatro horas en vida.
Yo tuve suerte, el ambulanciero que me recogió fue arrollado meses después perdiendo la vida en acto de servicio.