machoalvaro666
Aborto de Forero
- Registro
- 18 Feb 2015
- Mensajes
- 2
- Reacciones
- 0
busco experiencias, información y datos de puteros muy puteros para investigación periodística. contactar por aquí. gracias.
Siga el video a continuación para ver cómo instalar nuestro sitio como una aplicación web en su pantalla de inicio.
Nota: Esta función puede no estar disponible en algunos navegadores.
machoalvaro666 rebuznó:busco experiencias, información y datos de puteros muy puteros para investigación periodística. contactar por aquí. gracias.
Bela_Lugosi rebuznó:Yo no se si tengo el grado de putero suficiente. Dónde se mide eso?
cuellopavo rebuznó:Una experiencia de hace años.
Estoy solo en casa un sábado por la noche. Mi hermano se ha ido al cine y mi novia no puede venir porque se encuentra resfriada y con una décimas de fiebre. Si nadie lo remedia, lo más seguro es que termine haciéndome una paja frente al ordenador y tomándome un par de cervezas mientras busco por la tele algún programa de cotilleos. Así que lo preparo todo; voy al baño, corto un buen pliego de papel higiénico y lo dejo en mi habitación, meto un par de latas de cerveza en la nevera para que estén frías, vuelvo a mi habitación y selecciono una peli porno de las que tengo metidas en el disco duro. Una de esas porno que no quiero borrar porque es muy buena. Hoy me apetece pajearme con alguna de chicas adolescentes. Abro el archivo avi y comienzo a ver la película, salto directamente al polvo que me gusta. La protagonista es una chica morena de unos 19 años, todo lo que puedo decir de la chica es que tiene una cara preciosa; morena con ojos verdes y rasgos aniñados. El director de la cinta lo sabe, y por eso mientras se la están follando no deja de enfocarle la cara; que grande es el cine. Me bajo los pantalones y comienzo a manosearme la polla. No hace falta que me toquetee mucho, porque la verdad es que ya la tengo bastante tiesa. Comienzo a masturbarme cuando llaman por teléfono. Me subo los pantalones y voy corriendo a por el móvil que tengo en el salón. Miro la pantalla del móvil. Es Roberto. Roberto es el único amigo que tengo, así que decido contestarle.
soy periodista de cuatro y estoy buscando el testimonio de un asiduo consumidor de prostitución para participar de un programa de tv. por favor contactarme al 669414735. alvaro
machoalvaro666 rebuznó:si tienes experiencia en el mundo de las prostitutas y te interesa participar hazmelo saber. seria para un programa de tv de cuatro. pero necesito saber antes lo que contarias. gracias
Al final follaste?cuellopavo rebuznó:Una experiencia de hace años.
Estoy solo en casa un sábado por la noche. Mi hermano se ha ido al cine y mi novia no puede venir porque se encuentra resfriada y con una décimas de fiebre. Si nadie lo remedia, lo más seguro es que termine haciéndome una paja frente al ordenador y tomándome un par de cervezas mientras busco por la tele algún programa de cotilleos. Así que lo preparo todo; voy al baño, corto un buen pliego de papel higiénico y lo dejo en mi habitación, meto un par de latas de cerveza en la nevera para que estén frías, vuelvo a mi habitación y selecciono una peli porno de las que tengo metidas en el disco duro. Una de esas porno que no quiero borrar porque es muy buena. Hoy me apetece pajearme con alguna de chicas adolescentes. Abro el archivo avi y comienzo a ver la película, salto directamente al polvo que me gusta. La protagonista es una chica morena de unos 19 años, todo lo que puedo decir de la chica es que tiene una cara preciosa; morena con ojos verdes y rasgos aniñados. El director de la cinta lo sabe, y por eso mientras se la están follando no deja de enfocarle la cara; que grande es el cine. Me bajo los pantalones y comienzo a manosearme la polla. No hace falta que me toquetee mucho, porque la verdad es que ya la tengo bastante tiesa. Comienzo a masturbarme cuando llaman por teléfono. Me subo los pantalones y voy corriendo a por el móvil que tengo en el salón. Miro la pantalla del móvil. Es Roberto. Roberto es el único amigo que tengo, así que decido contestarle.
-Dime Rober –digo con sincera alegría.
-Nada tío, que si tenías planes para esta noche –me pregunta.
-No, estaba escuchando música –digo al tiempo que me miro la erección que aún no me ha bajado.
-Oye, ¿y si salimos a dar una vuelta? Es que Mari Mar tiene turno de noche en el hospital, y me he quedado solo.
-¿Tienes algo para beber?
-Tengo una botella de güisqui a medias y un par de cervezas.
-Porque no te lo traes todo aquí, que yo paso de pillar el coche hasta tu casa.
-¡Joder! Venga vale, voy yo para la tuya. Pero después de beber yo decido a donde vamos –dice Roberto entre risas.
-Vale, aquí te espero.
Al cabo de quince minutos se presenta Roberto en casa. En una mano lleva una bolsa de mercadona con la bebida, y en la otra trae su guitarra acústica.
-Tío, la guitarra no –le digo cabreado-, que luego los vecinos se quejan.
-Si es por pasar el rato.
Antes de seguir hablando de Roberto tengo que contaros algo sobre él; Roberto lleva un estilo de vida que podríamos llamar “alternativo”. Se gana la vida tocando la guitarra en una orquesta, sí, una de esas orquestas que tocan en las bodas, o que en verano van a las fiestas de tu pueblo. Aunque no tiene un sueldazo, si que le da para poder vivir. Vivir de una forma que a mí me causa envidia. Vivir trabajando lo justo.
Roberto y yo nos metemos en la cocina. Saco hielo del congelador y lo vierto en los vasos. Nos sentamos en dos banquetas de cocina y ponemos los vasos en la encimera, como si estuviéramos en un bar.
-Vamos al lío -dice Roberto al tiempo que sirve dos copazos.
Bebemos. Bebemos muy rápido. Aunque es un güisqui barato entra bien, tan bien que casi nos lo bebemos de dos tragos sin apenas pronunciar palabras.
A mi personalmente no me gusta el alcohol, sólo me gusta la sensación de embriaguez. ¡Pero joder! hoy es sábado y tanto Roberto como yo nos encontramos solos y aburridos. ¿Se os ocurre un plan mejor para dos varones blancos heterosexuales? A mi no desde luego. Mi intención es la de seguir bebiendo, e irme a dormir pedo mientras escucho la rosa de los vientos en la radio. Pero parece que Roberto tiene otros planes para nosotros. Unos planes que empieza a comentarme después de la tercera copa, mientras toca muy bajito y despacio un punteo del smell like a teen spirit de Nirvana.
-Putas –dice Roberto sin dejar de puntear-, esta noche nos vamos de putas.
-Yo paso –le contesto al tiempo que me echo el último culo de güisqui al coleto.
-Venga tío, si yo ya sé que tú nunca haces nada, pero yo necesito follar urgentemente…
-Pero por qué, si ahora vives con Mari Mar, seguro que estáis todo el día dale que te pego.
-Que va, la convivencia esta matando al sexo –me cuenta Roberto al tiempo que deja de tocar.
-¿Y eso…?
-No lo sé, creo que es por el hecho de pasar tanto tiempo juntos.
-Pero, ¿tú la quieres?
-Pues claro –contesta indignado Roberto-, es sólo que necesito follar.
-No tío, en serio, yo paso. No sabes lo desagradable que es quitarse a las putas de encima.
-Venga hombre, que yo solo me corto un montón, además te he traído güisqui y todo.
-Qué no, yo en esos sitios lo paso fatal, y encima los precios de las consumiciones…
-Si me acompañas te pago lo que tomes.
-Qué no, tío. Hazte una paja, date una ducha fría, haz crucigramas… pero por favor no me hagas acompañarte a un puticlub.
Por la expresión de la cara de mi único amigo noto que le he decepcionado. Le había prometido que íbamos a ir donde el quisiera, y ahora le he fallado. Reflexiono: no puedo permitirme el lujo de decepcionar a una persona que me acepta tal como soy; un puto chiflado.
-Venga cabronazo, que sí, que te acompaño al puti –le digo a Roberto.
-Gracias tio, eres todo un colega –me dice al tiempo que esboza una sonrisa picarona.
Cuando salimos de casa son las once de la noche. Los dos llevamos un medio pedo bastante agradable. Nos montamos en el coche y ponemos rumbo a las afueras. Por suerte no vemos ningún control de policía, supongo que es muy pronto aún. Llegamos al puticlub al que ha decidido llevarme Roberto sin problemas. Aparcamos al lado de unos niñatos con pinta de bakalas que se están haciendo unas rayas encima del capo. Bajamos del coche, y nos vamos hacia la puerta del club. Entramos dentro. Para ser sábado no hay mucho ambiente, supongo que aún es pronto y que a medida que avance la noche y la gente vea que no moja esto se irá animando. Estos sitios los llena la soledad y la desesperación. Si no fuera por un par de viejos a los que dos chicas rubias soban y por los bakalas que había en el parking, Roberto y yo seriamos los únicos clientes.
Nos sentamos frente a la barra. Un camarero negro enorme y con acento sudamericano nos atiende.
-¿Qué van a tomar los caballeros? –dice el negro enrome con voz de negro enorme y sudamericano.
-Yo una coca cola –dice Roberto.
-Yo una cerveza –digo yo.
-Muy bien –dice el negrata-, doce euros. Pagar ahora.
Roberto saca la pasta y paga. El negro pone las consumiciones y sigue a lo suyo, que era ver la mtv en una pantalla de plasma gigante que tiene justo detrás.
Excepto las rubias que soban a los viejos, el resto de chicas están desperdigadas por todo el bar. Una puta saca tabaco en la máquina, otra juega unas monedas en la tragaperras, otras dos están sentadas enfrente de nosotros y viendo los videos musicales de la mtv, otra habla con el gorila del club... Se me olvida mencionar algo sobre las putas, algo importante; son todas preciosas: eslavas, altas, proporcionadas, con ojos claros y almendrados, y vestidas con una ropa muy provocativa. Si no fuera por el negro, los dos viejos, la barra, el plasma, la mtv y las luces de neón diría que soy un taliban recién inmolado y que estoy en el paraíso de las 70 vírgenes que el Coran me había prometido. Solo que en lugar de 70 vírgenes, son 70 putas. 70 putas dispuestas a hacer cualquier cosa por un puñado de euros. El euro es grande; que te jodan Alá.
Cuando vuelvo a la tierra de mi paraíso privado, veo que dos putas se han sentado a nuestro lado. Roberto habla con las dos al tiempo que soba a una. Finalmente la puta desparejada se me acerca y me saluda con un hola como te llamas, con una voz que solo de oírla me recorre un escalofrío por todo el cuerpo. Soy muy seco con ella, y le digo que se equivoca, que tengo novia y que estoy allí acompañando a mi amigo. La puta no se da por vencida, e insiste, me obliga a tocarle una teta. Retiro la mano educadamente y le digo que es preciosa pero que quiero mucho a mi novia. La puta me toca la polla y comprueba que tengo una erección de caballo, una erección provocada por la visión de ella misma; una preciosidad morena de ojos verdes y cuerpo de escultura griega. La Venus de Milo con brazos y todo.
-Querrás mucho a tu novia, pero tu polla me quiere a mí –dice la puta.
-De verdad, que no quiero nada –insisto-, sólo estoy acompañando a mi amiggg…
…Cuando vuelvo la vista a donde estaba sentado Roberto, me doy cuenta de que me ha dejado sólo, de que se ha subido a las habitaciones con la puta que estaba sobando.
-Cariño yo te puedo enseñar cosas que jamás harías con tu novia –dice la puta al tiempo que se da la vuelta y restriego su precioso culo contra mi polla.
Yo me aparto un poco, pero ella vuelve a la carga y me abraza por el cuello.
Finalmente le digo que no tengo dinero para pagarle por un polvo. Ella me dice que si por lo menos tengo para invitarla a una copa. Yo le digo que tampoco tengo para copas, que tengo sólo para pagarme otra cerveza y esperar a que salga mi amigo. Ella insiste y me pregunta que si por lo menos tengo algo de coca, le digo que tampoco. La puta se da por vencida. Me retira su abrazo. Coge el taburete que ocupaba Roberto y se sienta a mi lado. Me pregunta que si soy de aquí, de esta ciudad.
-Sí –respondo-, soy de Xxxxxx. Y tú ¿de dónde eres?
-Ucrania.
Le pregunto que de que parte de Ucrania, sólo por tirarme el moco, como si me conociera Ucrania al dedillo. Ella dice el nombre impronunciable de la región ucraniana de la que viene. Yo pongo cara de… ah, sí, con que eres de allí.
-Sabes –me dice la puta ucraniana-, yo vine aquí para bailar, no para trabajar en esto.
La puta ucraniana empieza a contarme cosas de su vida: habla de su familia, de su país, de su novio que tiene en Ucrania y que no sabe que es prostituta. Habla y habla, y a mí me produce un bajón tremendo oírla. Ya no tengo erección, es más, por unos instantes tengo la sensación de que me ha desaparecido la polla. Esta claro que la chica va de coca hasta las cejas, si no, no hablaría tanto y menos con un desconocido. Así, contándome cosas de su vida pasamos un rato, hasta que los niñatos bakalas que se estaban poniendo ciegos en el parking entran en el club. Entonces la puta se me acerca, me da un beso en la mejilla y seguidamente me dice:
-Lo siento cariño, tengo trabajo.
Veo como la puta ucraniana se arrima a uno de los bakalas y este empieza a sobarla.
Yo pido otra cerveza y me limito a contemplar la escena. Me cabreo al ver como el niñato mete mano a la puta, seguro que el gilipollas ni siquiera se pregunta que de dónde es, o por qué esta en España. Él sólo quiere follársela y le da igual que la puta esté aquí a base de engaños; que le dijeran que venía a España para bailar y que haya terminado de puta en un sitio como este.
…Cuando por fin baja Roberto, yo ya llevo un enfado bastante importante.
-¡Joder tío! Llevo aquí media hora solo –le digo de malas maneras.
-Lo siento hombre, quería apurar el tiempo, no veas que polvazo he echado.
-Cabrón putero. Nunca más, me oyes, nunca más pienso acompañarte.
-Está bien macho, nunca más, nunca más –me dice Roberto con una sonrisa de oreja a oreja.
Si dejaste propina pues si.Capitán Hediondo rebuznó:Una vez pedí un menú kebab y me lo trajeron en menos de 20 minutos ¿cuenta?
Utilizamos cookies esenciales para que este sitio funcione, y cookies opcionales para mejorar tu experiencia.