Una mañana de terror

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Cada vez que veía coger el suéter y elegir entre la XXL y la XXXL mi mente tenía un dejavu demoníaco, además es una tocineta de las que tiene pinta que dejo de hacer deporte en 1999 cuando epifanio su último profe de gimnasia se jubilo.una vez concluida sus compras (por fin) hemos ido a un bar clásico de los que solo dejan entrar a borrachos y leprosos.
Ella se ha pedido una coca cola y yo una Heineken. La conversación no era muy fluida aunque a veces si había algo de chispa.
Creo que ha trabajado uno o 2 años en su vida. Y en la pandemia hizo un cursillo de cocina pero no hizo prácticas.
Tiene ideas cenobitescas, ya está pensando en heredar el piso cuando sus padres espichen y alquilarlo (es hija única) Hace mucha vida con sus padres y no la veo muy decidida a soltarse.
Para colmo en el todo a 100 ha comprado gorritos de papá noel. Vaya puto coñazo.
Tampoco es guapeta pese a que tiene unos ojos azules bonitos lo demás desentona mucho.
A partir de ahora ya no es mi chica.