[RETARDS] Foreros ante el abismo.

semensatan

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31 Jul 2006
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Hola,

todos nos hemos encontrado en situaciones donde la cosa se desmadra y los planetas se alinean de una manera muy caprichosa. Existen momentos que son fruto de concatenaciones infernales que desembocan en vórtices directos al averno. Escenarios donde el forero se la juega. Un paso en falso y eres historia. Una tirada más en este juego puede ser muerte o cárcel. LOL is over. En algún momento a todos se nos ha apretado el cucu. Se ha parado el tiempo y los acontecimientos en los que nos vemos involucrados son fruto de un error, y los hechos que se van a desencadenar no son, ni por asomo, apetecibles. No, no es la sensación de que la has cagado y te van a pegar o algo, ni que te pare la GC borracho. En este hilo me gustaría hablar de la sensación de estar en la antesala del Infierno, de cómo cada uno reacciona ante ese horror y qué lecciones de moralidad podemos sacar de esa experiencia extrema.

Noche de verano, a la vera del mediterráneo. Tras una noche de bebercio me siento en una terraza, en la playa. Voy con un amigo. Ha sido una noche ok. Lo más reseñable es que una loca se ha sonado los mocos con un faldón de mi camisa. Pintora, decía que era. Como le he afeado la conducta, la he hecho llorar. En fin.

Sentaditos a la sombra, con botellín de quinto para que no se caliente. Terraza amplia, a pie de playa. Poca gente aún. Ya ha amanecido. Playa semi urbana. Chiringuito de poco postureo. Personajes y restos de la noche. Ideal para estar allí cerveceando, saludando a freaks.

De repente la vi. Yo estaba sentado mirando al mar, así que la vi a contraluz, con el amanecer detrás. Vi que era una mujer, y que estaba desnuda, y venía del mar. No hace falta decir que todos los interrogantes que planteaba esta visión quedaban eclipsados por las circunstancias mujer y desnuda. Pero algo no estaba bien. A medida que se acercaba su silueta se recortaba más nítida contra la arena. Era blanca, de mediana edad. el pelo rubio cortado a trasquilones. tenía la piel del pecho y de los hombros quemada por el sol, despellejada. Una teta le colgaba mucho, y la otra era muy pequeña. Me di cuenta de que caminaba raro no por la arena, o porque fuera colocada, sino porque en sus dos piernas eran visibles los efectos de algún traumatismo. Accidente de tráfico o intento de suicidio. No tenía articulación en las rodillas y lucía unos costurones de cien puntos mínimo. Su actitud era amigable. Se detuvo a pedir un cigarrillo en una mesa, no lejos de la nuestra. La verdad es que no la trataron bien, y tras un breve intercambio de pareceres con los niñatos aquellos, se dirigió hacia nosotros.

- Hola, tenéis un cigarro?
- Hola. Sí, como no.

Le ofrecí un Camel asomando de la cajetilla y mi amigo se encargó de darle lumbre, a la señora.

- Os importa que me siente con vosotros?
- No, no. En absoluto.
- Se está muy bien aquí a esta hora, siéntate. Tómate algo si quieres.

Nada más sentarse en una silla de plástico, subió un pie a la mesa y se abrió la flor.

- Queréis ser mis ginecólogos?

He de decir, y es importante, que paralelo a esto su presencia ya había llamado la atención en la barra, y que, además, estaba allí un loco conspícuo de las tabernas locales, un personaje urbano que ha pasado por mil instituciones mentales y se dedica a colocarse y cantar por los bares. Allí estaba el tipo, bien tempranito, con un vasito de ginebra bien a mano. Y radiando la jugada a voz en grito. No callaba el hijo de puta, y lo que decía era relevante.

- Esta se ha escapado y ha estado en las rocas (anexo a la playa hay un pequeño malecón con rincones de algas podridas y salida de desagues) follándose a todos los moros. Todo el día llevan ahí follándosela. Dos dosenas de moros mínimo. Pero ya verás, en un rato vienen y se la llevan al sentro y le enchufan un chute de esto y unas pastillas de aquello. Gorilas. No te puedes resistir. Te lo digo yo.

Quedaba claro, por si las dudas, que aquel coño llevaba un maratón de rabo de Morlock. La simente de cien berberiscos. Carne en barra marroquina para hacer tres puentes a Tanger. Esto era así.

Al tenerla así, espatarrada delante de mi, tras conocer esos datos, en aquel contexto, me di cuenta de que estaba loca, pero sabía perfectamente lo que estaba haciendo, quemando cada segundo de su libertad. Te miraba a los ojos y te hablaba con aplomo. Unos ojos preciosos. Azules, y luminosos, con salpicones amarillos y algún destello verde. Ojos que cambian de color continuamente con la luz y los estados de ánimo. Ojos de loca de manual. Mi amigo ya le estaba masajeando el clítoris con el dedo pulgar cuando nos informaron desde la barra de que la señora debía marcharse.

- Oiga, joder, pero si no está molestando a nadie.
- Aquí no se puede estar en pelotas. Se tiene que ir ya.
- Esto es la puta playa. Cómo que no se puede estar en pelotas?
- No, no. Así con tol parrús al aire y todo no. Fuera. A la puta calle.
- Y si en un alarde de caballerosidad le cedo mi ropa interior a la señora, podrá quedarse y disfrutar de la mañana?
- Si, si. Si se tapa y no da la brasa, no me molesta.

Allí va mi amigo al portaloo a quitarse los calzoncillos sudaos de 12 horas de beber y marranear por ahí. Una de esas cápsulas de plástico con un muy espartano cagadero dentro. Allí se encerró el gachó, en aquella trampa de orines y moscas para conseguir el pasaporte a la libertad de aquella mujer.

Me quedé allí, sentado con ella. Y entonces los vi llegar. habían metido la ambulancia por el paseo marítimo y venían tres, y un par de municipales. Tres loqueros de 100 kilos cada uno. La ambulancia no era furgoneta, era como la de los cazafantasmas. Imaginé un dispositivo con correas allí dentro. Y chutes y rulas para tumbar a Yog Sothoth.

- Ya os lo desía yo. Ahora dos semanas mínimo enserrada. Te meten en un cuarto sin ventanas y te dan con porras como te rebotes. Pobresita.

Para cuando ella se quiso dar cuenta, ya los tenía encima. La prendieron sin piedad. La arrastraron por la arena hasta el paseo. Se resistía como una gata salvaje. Toda aquella fuerza, todo aquel empeño, la futilidad de la lucha. La asimetría del escenario despertó sentiminetos de compasión en mi corazón. Ella se agarraba de la barandilla del paseo, último asidero antes de llegar a la ambulancia y pasar a ser rea en un paraiso de narcóticos. El grito, el grito me quebró. El grito de angustia infinita que profirió aquella mujer cuando sus manos soltaron el hierro. Además, supongo que apresurado por el jaleo, mi amigo salió del cagadero aquel, que además estaba justo al lado de la escena. Allí se quedó, como de sal, el hijodeputa, con los gayumbos de mierda colgando del índice.

Me di cuenta de que no quería estar allí, y los mocos de la puta tarada aquella parecían un lecherazo en el faldón de mi camisa. Era hora de morir.

Habéis sentido el horror pánico al asomaros a insondables simas de degeneración y maldad?

Conocéis ese escalofrío que comienza en la nuca y acaba cerrando el culo que se siente cuando el hielo bajo los pies cruje?

Se os ha quebrado alguna vez el alma al escuchar el gemido imposible, el lamento estremecedor del casco y los mamparos de un submarino sin gobierno que sucumbe a la presión, convulsionándose antes de la implosión?
 
Hola,

todos nos hemos encontrado en situaciones donde la cosa se desmadra y los planetas se alinean de una manera muy caprichosa. Existen momentos que son fruto de concatenaciones infernales que desembocan en vórtices directos al averno. Escenarios donde el forero se la juega. Un paso en falso y eres historia. Una tirada más en este juego puede ser muerte o cárcel. LOL is over. En algún momento a todos se nos ha apretado el cucu. Se ha parado el tiempo y los acontecimientos en los que nos vemos involucrados son fruto de un error, y los hechos que se van a desencadenar no son, ni por asomo, apetecibles. No, no es la sensación de que la has cagado y te van a pegar o algo, ni que te pare la GC borracho. En este hilo me gustaría hablar de la sensación de estar en la antesala del Infierno, de cómo cada uno reacciona ante ese horror y qué lecciones de moralidad podemos sacar de esa experiencia extrema.

Noche de verano, a la vera del mediterráneo. Tras una noche de bebercio me siento en una terraza, en la playa. Voy con un amigo. Ha sido una noche ok. Lo más reseñable es que una loca se ha sonado los mocos con un faldón de mi camisa. Pintora, decía que era. Como le he afeado la conducta, la he hecho llorar. En fin.

Sentaditos a la sombra, con botellín de quinto para que no se caliente. Terraza amplia, a pie de playa. Poca gente aún. Ya ha amanecido. Playa semi urbana. Chiringuito de poco postureo. Personajes y restos de la noche. Ideal para estar allí cerveceando, saludando a freaks.

De repente la vi. Yo estaba sentado mirando al mar, así que la vi a contraluz, con el amanecer detrás. Vi que era una mujer, y que estaba desnuda, y venía del mar. No hace falta decir que todos los interrogantes que planteaba esta visión quedaban eclipsados por las circunstancias mujer y desnuda. Pero algo no estaba bien. A medida que se acercaba su silueta se recortaba más nítida contra la arena. Era blanca, de mediana edad. el pelo rubio cortado a trasquilones. tenía la piel del pecho y de los hombros quemada por el sol, despellejada. Una teta le colgaba mucho, y la otra era muy pequeña. Me di cuenta de que caminaba raro no por la arena, o porque fuera colocada, sino porque en sus dos piernas eran visibles los efectos de algún traumatismo. Accidente de tráfico o intento de suicidio. No tenía articulación en las rodillas y lucía unos costurones de cien puntos mínimo. Su actitud era amigable. Se detuvo a pedir un cigarrillo en una mesa, no lejos de la nuestra. La verdad es que no la trataron bien, y tras un breve intercambio de pareceres con los niñatos aquellos, se dirigió hacia nosotros.

- Hola, tenéis un cigarro?
- Hola. Sí, como no.

Le ofrecí un Camel asomando de la cajetilla y mi amigo se encargó de darle lumbre, a la señora.

- Os importa que me siente con vosotros?
- No, no. En absoluto.
- Se está muy bien aquí a esta hora, siéntate. Tómate algo si quieres.

Nada más sentarse en una silla de plástico, subió un pie a la mesa y se abrió la flor.

- Queréis ser mis ginecólogos?

He de decir, y es importante, que paralelo a esto su presencia ya había llamado la atención en la barra, y que, además, estaba allí un loco conspícuo de las tabernas locales, un personaje urbano que ha pasado por mil instituciones mentales y se dedica a colocarse y cantar por los bares. Allí estaba el tipo, bien tempranito, con un vasito de ginebra bien a mano. Y radiando la jugada a voz en grito. No callaba el hijo de puta, y lo que decía era relevante.

- Esta se ha escapado y ha estado en las rocas (anexo a la playa hay un pequeño malecón con rincones de algas podridas y salida de desagues) follándose a todos los moros. Todo el día llevan ahí follándosela. Dos dosenas de moros mínimo. Pero ya verás, en un rato vienen y se la llevan al sentro y le enchufan un chute de esto y unas pastillas de aquello. Gorilas. No te puedes resistir. Te lo digo yo.

Quedaba claro, por si las dudas, que aquel coño llevaba un maratón de rabo de Morlock. La simente de cien berberiscos. Carne en barra marroquina para hacer tres puentes a Tanger. Esto era así.

Al tenerla así, espatarrada delante de mi, tras conocer esos datos, en aquel contexto, me di cuenta de que estaba loca, pero sabía perfectamente lo que estaba haciendo, quemando cada segundo de su libertad. Te miraba a los ojos y te hablaba con aplomo. Unos ojos preciosos. Azules, y luminosos, con salpicones amarillos y algún destello verde. Ojos que cambian de color continuamente con la luz y los estados de ánimo. Ojos de loca de manual. Mi amigo ya le estaba masajeando el clítoris con el dedo pulgar cuando nos informaron desde la barra de que la señora debía marcharse.

- Oiga, joder, pero si no está molestando a nadie.
- Aquí no se puede estar en pelotas. Se tiene que ir ya.
- Esto es la puta playa. Cómo que no se puede estar en pelotas?
- No, no. Así con tol parrús al aire y todo no. Fuera. A la puta calle.
- Y si en un alarde de caballerosidad le cedo mi ropa interior a la señora, podrá quedarse y disfrutar de la mañana?
- Si, si. Si se tapa y no da la brasa, no me molesta.

Allí va mi amigo al portaloo a quitarse los calzoncillos sudaos de 12 horas de beber y marranear por ahí. Una de esas cápsulas de plástico con un muy espartano cagadero dentro. Allí se encerró el gachó, en aquella trampa de orines y moscas para conseguir el pasaporte a la libertad de aquella mujer.

Me quedé allí, sentado con ella. Y entonces los vi llegar. habían metido la ambulancia por el paseo marítimo y venían tres, y un par de municipales. Tres loqueros de 100 kilos cada uno. La ambulancia no era furgoneta, era como la de los cazafantasmas. Imaginé un dispositivo con correas allí dentro. Y chutes y rulas para tumbar a Yog Sothoth.

- Ya os lo desía yo. Ahora dos semanas mínimo enserrada. Te meten en un cuarto sin ventanas y te dan con porras como te rebotes. Pobresita.

Para cuando ella se quiso dar cuenta, ya los tenía encima. La prendieron sin piedad. La arrastraron por la arena hasta el paseo. Se resistía como una gata salvaje. Toda aquella fuerza, todo aquel empeño, la futilidad de la lucha. La asimetría del escenario despertó sentiminetos de compasión en mi corazón. Ella se agarraba de la barandilla del paseo, último asidero antes de llegar a la ambulancia y pasar a ser rea en un paraiso de narcóticos. El grito, el grito me quebró. El grito de angustia infinita que profirió aquella mujer cuando sus manos soltaron el hierro. Además, supongo que apresurado por el jaleo, mi amigo salió del cagadero aquel, que además estaba justo al lado de la escena. Allí se quedó, como de sal, el hijodeputa, con los gayumbos de mierda colgando del índice.

Me di cuenta de que no quería estar allí, y los mocos de la puta tarada aquella parecían un lecherazo en el faldón de mi camisa. Era hora de morir.

Habéis sentido el horror pánico al asomaros a insondables simas de degeneración y maldad?

Conocéis ese escalofrío que comienza en la nuca y acaba cerrando el culo que se siente cuando el hielo bajo los pies cruje?

Se os ha quebrado alguna vez el alma al escuchar el gemido imposible, el lamento estremecedor del casco y los mamparos de un submarino sin gobierno que sucumbe a la presión, convulsionándose antes de la implosión?
En realidad tu eres " la chica "del relato y te preñaron el ojete los moros .
 
Durante un tiempo albergué la esperanza de una ceremonia oficiada por un elvis enano, pero ya me voy desilusionando hasta con eso.
Si te metes a mimir en la cama y acaricias a la cuca con un poco de vaselina en la mano, se yergue orgullosa y te susurra al oído un discurso de Hitler en Alemán pero en plan asmr, para que concilies el sueño.
 
Era blanca, de mediana edad. el pelo rubio cortado a trasquilones. tenía la piel del pecho y de los hombros quemada por el sol, despellejada. Una teta le colgaba mucho, y la otra era muy pequeña. Me di cuenta de que caminaba raro no por la arena, o porque fuera colocada, sino porque en sus dos piernas eran visibles los efectos de algún traumatismo. Accidente de tráfico o intento de suicidio. No tenía articulación en las rodillas y lucía unos costurones de cien puntos mínimo.
Se me pondría tiesa si no fuese por la descripción de la chica. También está el tema de que antes se la hubiera follado una docena. El hecho de que fueran moros tampoco ayuda, a pesar de que no soy racista.
 
Si te metes a mimir en la cama y acaricias a la cuca con un poco de vaselina en la mano, se yergue orgullosa y te susurra al oído un discurso de Hitler en Alemán pero en plan asmr, para que concilies el sueño.
Cuando te despiertas encamao con mujer tras fiesta y se te olvide que en algun momento de la noche te has afeitado un bigoteHitler por hacer la gracia y bajes a la calle a comprar tabaco, en Glasgow, te das cuenta de que Adolf y sexo no pueden acabar bien. Le pasó a un subnor que conozco bien.

No, en serio, no se os roto nunca el alma ante una situación determinada?

Un día me estaba drogando con un tipo, en la cocina de su casa, y entraron los dos niños pequeños de su mujer. Que tenían hambre. Él como seis años, ella como tres. Les dio un pan de molde y un blister de mortadela y los largó de allí.
Te preguntas qué malas decisiones te han llevado a estar ahí y ser parte de eso. Se siente mucho frío en el borde mismo de una de esas simas siderales. Uno sabe que tiene que hacer frente a muchas cosas, inmediatamente.
 
Se me pondría tiesa si no fuese por la descripción de la chica. También está el tema de que antes se la hubiera follado una docena. El hecho de que fueran moros tampoco ayuda, a pesar de que no soy racista.
Pues igual por ser un orco se libró de que la estrangulasen y metieran su cuerpo en alguno de aquellos colectores. Se cansan de jugar con la muñeca y luego la rompen. Pero aquella como ya estaba rota...
 
Rellena esto y deja de cagar ladrillos.

CHICA
Nombre "artístico"
:
Nacionalidad:
Edad aproximada:
Fotos falsas o retocadas?:
Descripción de Cara:
Descripción de Cuerpo:
Descripción de Carácter:
Fumadora:

CONTACTO
Teléfono
:
Web/Anuncio:
Dirección:

LUGAR DE ENCUENTRO
Aire Acondicionado/Calefacción
:
Discreción del lugar:
Valoración de las instalaciones:

SERVICIO
Fecha aproximada de la experiencia
:
Tarifa contratada:
Duración real del servicio:
Besos:
Mamada(con/sin protección):
Cunnilingus:
Griego:
Valoración de la experiencia(0 a 10):
¿Repetirías?:

Relato del encuentro:
 
Hablas de ir a por más farlopa.
No era farlopa. El tipo me estaba explicando como fumaban marihuana allí; con un embudo y dos cuchillos. Se colocan los cuchillos al fuego, en los quemadores de la cocina, o en una estufa catalítica, hasta que las palas de acero se ponen rojas. Entonces colocas sobre una de ellas un cogollito y lo estrujas con los dos cuchillos, provocando una nube blanca y densa de humo canábico. Con el embudo procedes a sorberlo en el aire. Los niños me dieron mucha pena y me fui a mi casa.
 
Interesante relato.
Una versión del moderno temita amego segarro en loca femenina.

El punto de observar un primer plano de un cunt que ha sido horadado recién por un elevado número de libroamores me ha dado muchísimo asco, una ascopena infinita.

K#rma y dieses
 
No, en serio, no se os roto nunca el alma ante una situación determinada?

No me he leído el hilo porque no me da la cabeza, pero pinta bien. Me lo apunto en las cosas que tengo pendientes.

A tu pregunta...coño pues claro, infinidad de veces. Es algo que intento que me pase el mayor número de veces posible.

Y eso de que te estabas drogando y luego nos vengas conque estabas fumando yerba...mal. Mira que eres sensible, cualquiera habría pensado que estabas hablando de crack o algo jodido.

-hola me llamo Flanders. El otro día estaba tomándome un café en casa de Homer y aparecieron Bart y Lisa preguntando por comida y Homer se la proporcionó, fue descorazonador. Me fui a casa inmediatamente y me replanteé mi vida hasta los cimientos, ahora solo bebo agua sin cloro y me alimento de verduras hervidas. Soy un hombre renovado pero sigo soñando con aquel día y despertando entre sudores fríos...
 
Última edición por un moderador:
A mí me ha pasado alguna vez como abogada de oficio con drogadictos que me han tocado. Con varios. Me acuerdo especialmente de una que se cagó encima y la putipolicía que iba en vaqueros marcando chocho (se le marcaba entero) salió corriendo dejándonos a otro poli, a la drogata y a mí en la habitación y sólo pensaba en que esa mujer una vez fue una niña pequeña con sus ilusiones.
 
No me he leído el hilo porque no me da la cabeza, pero pinta bien. Me lo apunto en las cosas que tengo pendientes.

A tu pregunta...coño pues claro, infinidad de veces. Es algo que intento que me pase el mayor número de veces posible.

Y eso de que te estabas drogando y luego nos vengas conque estabas fumando yerba...mal. Mira que eres sensible, cualquiera habría pensado que estabas hablando de crack o algo jodido.

-hola me llamo Flanders. El otro día estaba tomándome un café en casa de Homer y aparecieron Bart y Lisa preguntando por comida y Homer se la proporcionó, fue descorazonador. Me fui a casa inmediatamente y me replanteé mi vida hasta los cimientos, ahora solo bebo agua sin cloro y me alimento de verduras hervidas. Soy un hombre renovado pero sigo soñando con aquel día y despertando entre sudores fríos...
Vaya una mierda.
Del tipo aquel hablé hace bien poco, y de su mujer, la puta callejera adicta a la meth. De las paredes de aquella casa emanaba una tristeza insondable.
 
A mí me ha pasado alguna vez como abogada de oficio con drogadictos que me han tocado. Con varios. Me acuerdo especialmente de una que se cagó encima y la putipolicía que iba en vaqueros marcando chocho (se le marcaba entero) salió corriendo dejándonos a otro poli, a la drogata y a mí en la habitación y sólo pensaba en que esa mujer una vez fue una niña pequeña con sus ilusiones.
Cuando quieres eres una persona empática, pero a Max que le den por culo.
Muy mal.
 
El abismo lo he visto varias veces en comportamientos de allegados con las drogas. Recuerdo que yo llevaba poco tiempo con mi señora Empta, que me encontré a un primo con el mono pidiéndome dinero. Ella no sabía donde meterse y yo intentaba hablar con él... pero es inútil. Al final acabó muriendo hará 3 años, después de enterrar a sus padres, con la casa llena de llaves y cerrojos porque todo lo que pillaba lo vendía para meterse cualquier mierda.

El abismo lo encontré cuando una tarde me llamó mi madre asustada y llorando, que había venido mi primo a casa y le había tenido que dar dinero. Entonces fui a buscarlo, apenas se tenía en pie... mi intención inicial fue meterle una hostia y decirle que a casa de mi madre ni se le ocurriera ir... pero al ver su cara, su mirada... recordé a ese chaval bien parecido, de ojos claros y melena rubia, que jugaba de lateral en el equipo de su barrio, que me enseñó a dar los primeros golpes a un balón y que me trató con cariño. En su mirada vi ese abismo joder, le di un abrazo y le di 20 euros para que se comprara comida... y le pedí que no volviera a casa de mi madre a pedir nada.

Él cumplió.
 
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