Pues nada, que vengo de una reunión de padres y me han puesto la cara colorada, tanto los padres como los profesores. Parece que a mi niño le ha dado por el bullying, agrede otros los niños y le levanta la falda a las niñas, además tiene actitudes racistas contra un par de niños sudamericanos, los gemelitos Paniagua. A mí que le pegue a otros niños me da igual, eso es que va para macho alfa, y que le levante la falda a las niñas la verdad, para que os voy a engañar, me ha alegrado bastante, porque ahí puede haber un futuro maltratador machista pero maricón seguro que no va a ser. Lo de los gemelillos Paniagua ya no me gusta tanto, no me hace ninguna gracia que se meta con los más débiles. Esos dos niños llegaron a España un poco antes de la crisis y al poco tiempo sus padres sufrieron lo indecible, al padre lo echaron del trabajo que tenía descargando camiones, se dio a la bebida y al poco se le fue la cabeza y violó a una rumana, muy guapa por cierto, y la madre ahí, tirando como puede de los dos niños a base de limpiar casas y ancianos. Lo sé porque una vez la contraté para que bañara a mi abuelo Abelardo. Un día entré al baño y me encontré a mi abuelo ahí, en la bañera con el rabo tiesísimo y la sudamericana frotándole los huevos sin guantes ni nada, a mano, que le tuve que decir oye, qué haces con mi abuelo, no ves que tiene el rabo tieso y eso es malo a su edad porque le pueden dar ataques cardíacos. Y ella que no, que ella no tenía la culpa de que mi abuelo se tomase una viagra siempre antes del baño y que además estaba harta de que la manoseara. Yo no sabía a quién culpar. Pues nada, eso, que vengo un poco cabreado por lo que me han dicho en la escuela del niño, yo ya no sé qué hacer con él, no le puedo pegar porque me denuncian, y no le puedo reñir porque si le riño seguro que se me pone vacilón y le acabo soltando una hostia, que los niños españoles no son como los de antes, lo de antes sí que era infancia, no como ahora que están todo el día jugando a la videoconsola. Yo me acuerdo de la Master System, que en Japón se llamaba SEGA Mark III y mi madre, que en paz descanse, la llamaba la maquinita de los cojones. Un día jugando al Alex Kidd entré en la fase secreta aquella en la que ponías un código numérico y te salía una película snuff. El que no vio aquella peli no tiene infancia. Cómo gritaba la japonesa cuando le cortaban las nalgas como si fuesen filetitos y luego vomitaba. No me quiero ni acordar. Y los pegalocos jajaja, cómo molaban los pegalocos, que al cabo de dos días tenían tanta mierda que ya ni se pegaban a la pared, y luego había que lavarlos con Fairy pero ya no eran lo mismo porque no se pegaban igual. Las Matutano precio joven y los bollicaos, qué buenos estaban los bolicaos hasta que les cambiaron el envoltorio y la receta y de repente sabían a mierda. ¿Os acordáis de los bollitos chupetines? Que tenían nada por dentro. Qué coño os vais a acordar, si me lo acabo de inventar.