Es genial porque el cabron de Biff recrea de forma certera al malo germánico.
Desde su rostro hasta su conducta.
Aquello de que la cara es el espejo del alma aquí cobra especial acierto, porque el malo germánico tiene cara de hijo de puta siempre, esa cara cerdil que te transmite instantáneamente con su mirada DESAFIO, violencia, prepotencia, acoso. Sabes que sus manos han metido muchas cabezas dentro de vateres y todas esas cosas.
Y su conducta. El malo germánico es jodidamente así. Qué AHOSTIABLE es. Es un ser hiper ahostiable por alguna razón que no logro entender. Hay algo dentro de ti, quizá, que te pide que le des "estiércol", para convertirte en un héroe como el J.Fox.
Además, el malo germánico siempre puede serlo. Tiene cuello y brazos de cazador de mamuts. Lo sabe. El vikingo saqueador no ha bajado de él.
Me voy a ir al fútbol, especialmente al Bayern, no me acuseis de simplista, porque es que parece un oculto paradigma divino que sólo un genio puede leer para diferenciar al malo germánico del bueno germánico.
Por un lado tenemos a Biffs, auténticos asquerosos, como podrían ser Kahn, como podría ser Effenberg, que iba pidiendo que se quitara la paga a los parados alemanes, como puede ser Muller:
Observad esa mirada, ese gesto, esa extrema prepotencia que se merienda con desprecios cualquier cosa que no sea su propia polla, esas palabras sin filtro alguno que imperiosamente y desesperadamente quieren desagradar y herir como un puñal que te sonroja y te hace quedar como el culo.
A la vieja guardia y dinosaurios Biff del Bayern, los que tomaron el club, los conocemos bien todos los que seguimos fielmente ese deporte y tenemos psicología para descifrar sus continuas rajadas y manifestaciones contra Real Madrid y Barcelona cuando uno de los dos clubes o ambos les pasan la mano por la cara, cosa que en el presente siglo ha ocurrido casi siempre excepto en breves e intermitentes rachas donde ambos clubes estaban en un fin de ciclo. La mayor parte de este casi cuarto de década no fue así, sino que fueron lloros porque LES REVIENTA NO SABÉIS CÓMO que por ahí abajo del continente Real Madrid o Barça hayan tenido el dominio, los Messis, Cristianos, Ronaldinhos, Zidanes o Nazarios brillaran aquí y no allí. Que los niños en África, Asia o América sino van de blaugranas van de blanco, y que, en definitiva, sean en el mejor de los casos tercerones a mucha ventaja de ambos españoles en prestigio y reconocimiento internacional. Y para ser más francos y llamar a las cosas por su nombre, si Barça y Real Madrid fueran clubes ingleses, les jodería mucho menos.
Porque, en efecto, esa es otra clara característica del malo germánico. Su complejo de superioridad, que por razones políticas está reprimido para contra un negro o un turco, pero autorizado para contra lo latinoeuropeo, cuando colisiona con los resultados se torna ira, frustración, reproche e infantil mal perder.
Y luego tenemos al germánico bueno:
El señor.
El humilde. El que su rostro ya te despierta unas sensaciones mucho más amables. El que sabe ganar y sabe perder. El que en civilización gana a cualquiera.
Probablemente pensareis que esto puede aplicarse a cualquier otra comunidad/nación/etnia, pero diría que si vamos a la nuestra por ejemplo hay puntos distintos. Aquí hay grises, alli hay bipolaridad: o son lo uno o son lo otro. Aquí los complejos son distintos. Aquí hay malos que no pueden serlo. Y, en fin, no es exactamente igual.
Incluso en lo de ensaladadeestacas tenemos al señor:
Y tenemos al evidente Biff:
Luego, ocurre también que todo esto es muy complejo, y en el 0.41 Jordan Peterson explica que mi visión en este post es discutible y matizable.