A mà me pasó lo que a los hijos de Perrino. De la EGB pasé a un instituto interno y madre mÃa, menudas viandas. Variedad y cosas ricas, me comÃa el plato con las vueltas. Desayuno al estilo Médico de Familia, bocadillo en el recreo (en mi puta vida habÃa comido yo bocadillos, ni nada, en los recreos), almuerzo con dos platos y postre, luego otro bocadillo de merienda, y por la noche dos platos y postre. Luego fui a otro insti donde ya no daban el bocadillo de por las tardes. En este último comedor habÃa que complementar el menú con bocatas de atún por las noches, que estaba prohibido comer en las habitaciones asà que te lo comÃas medio a escondidas para que no te pillasen los educadores y para que no te viese ningún compañero, no ya por miedo a que te pidiese un trozo, sino porque supiese que guardabas vÃveres en la taquilla y te la reventaran.
También tengo que decir en honor a la verdad que en el segundo insti fumaba porros y me daban los bajones esos de azúcar que dan, y por eso era escasa la ración diaria. Tengo que decir que nunca he sido un gordo de mierda, una dieta espartana es salud.