cuellopavo
Frikazo
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Pregunta seria,
No te he citado, me referia al creador del hilo. Pero es curioso que alguien diga “maricón” y tu de forma fortuita te des por aludido.
Coño, me doy por aludido porque justo dijiste eso después de mi apología al sexo homersexual, y no creía que nadie fuese tan imbécil como para señalar obviedades, puesto que el autor del hilo ya dice que es maricón en el propio título.
Y me reitero, yo siempre me he comportado como un hombre, incluso pongo a mi señora co fouciño a cortar silvas e malas herbas. Aún así, homes de verdad, nosos pais, nosotros unos maricallos. Todo empezó con la democracia del 78, que nos trajo aberraciones como la de no poder internar a niños en sanatorios mentales por esa enfermedad, y lo remató la educación millennial de los noventa, que hace que salga un hombre blandito y una mujer machorra pero llorona.
Pero yo me mantengo firme, tan hetero que un poco más y parezco bujarrón. Heterosexual sin mácula. Bueno, lo de aquel amigo en Santiago... estábamos borrachos y no hubo penetración, solo masturbaciones y mamadas. Tonterías de juventud; Epaminondas a esa edad era más maricón que un palomo cojo (conoció a Pelópidas y fueron pareja hasta la muerte “invicta”del héroe tebano)
Y eso que estoy tan bueno que el otro día una nenaza desbocada me dijo que tenía un polvo, y que había que sacarme la homofobia dándome duro sin parar. Estuve a punto de llamar al 017 Maricones en acción para denunciar a ese tío cabrón, pero estoy tan seguro de mi chechulidad que prefiero contarlo en público en este foro.
Aunque bien prestaba el recto por tener un cuarto del talento de Homero; vamos, firmo ya, le dejo a Benzema toda la herencia de mi padre y con ese cuarto de talento de Homero y el culo horadado me marcho a la aventura. A despertar con carmín en los labios, y no de dar besos a chicas.
Bueno, me callo, que hay cosas que hay que ser muy maricón para decirlas.
A todo esto, cuál es tú “pregunta seria”? Porque ya sabrás lo que le respondió Jacinto Benavente al torero Luis Miguel Dominguín, que cuando estaban en la plaza de toros le espetó: "don Jacinto, cómo se vuelve uno maricón?” Entonces el ya Premio Nobel le dijo con su proverbial sorna: “preguntando, hijo mío, preguntando”. Algunos de tanto preguntar, indagar y hacer encuestas acabará igual.
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