El VIH
MANUEL GABARRÓ FRAU - 27/06/2005
BARCELONA
Cada vez son más los especialistas como Stefan Lanka, Peter Duesberg o Kary Mullis (premio Nobel de Química en 1993) que se suman al movimiento llamado Disidencia VIH-Sida. Según estos expertos, el VIH presentado en 1984 por Robert Gallo (un investigador americano desacreditado entonces por la mala interpretación que había hecho de otro virus) nunca ha sido aislado ni purificado en la banda de densidad de 1,16g/ml, requisito indispensable como se estableció en la reunión de virólogos que tuvo lugar en 1973 en el Instituto Pasteur de París.
Las fotografías electrónicas que se han aportado hasta ahora muestran gran cantidad de partículas de diversas formas y tamaños pero ninguna parecida a un retrovirus y, después de más de veinte años, todavía no se han podido analizar ni las proteínas de su envoltura, su ARN, o efectuar los controles (experimentos paralelos) en pacientes que no tienen el sida. Por lo tanto, todos los análisis que se realizan para determinar esta enfermedad, tanto Elisa, como Western Blot y PCR, no disponen de patrón oro y no pueden darse por ciertos.
Demasiado sufrimiento y muy costosos los tratamientos (aproximadamente 1.200 euros al mes por cada enfermo) son motivos suficientes para que la opinión pública reclame de una vez a las autoridades sanitarias o al Gobierno las pruebas científicas pertinentes, con especial atención esta vez a que no hayan sido realizadas por investigadores que tengan algún tipo de conexión con las grandes multinacionales de la industria farmacéuticas estadounidense, máximas responsables si se descubriera que todo esto es un montaje. Y es que, ciertamente, son muchos los intereses que hay en juego...