Todo son hostias en este Tour, la puta virgen.
A ver, Lebrom, yo te cuento algunas que he tenido:
Yendo a tomar unas cañas a una calle de Bilbao, iba por la carretera cuando me subí a la acera en una pase de garaje (con cuesta para no tener ni que saltar con la bici), miré a la otra acera para ver si estaba el bar en el que habíamos quedado con tan mala fortuna que habían quitado los adoquines delante de mí y justo me pilló en un movimiento en el que apoyaba el peso en la parte delantera para no dar pedaladas, así que la vuelta de campana más tonta del mundo mundial me la puedo contar yo. Lo peor del caso es que consciente de la hostia pensé, ok, entre el bordillo de la acera y el coche hay un hueco para no comerme el árbol, me dejo caer en plancha y salvo... pues me pegué un hsotión padre en la rodilla que al final urgencias y todavía tengo el bulto que se me quedo del hinchazón. De eso hace ya dos años. Sigo sin comprender qué cojones hacía mi rodilla en esa posición si yo estaba como superman volando... en fin.
Otra. Haciendo un recorrido por los desfiladeros que hay cerca de los acantilados de la costa en la zona norte, y después de haberme metido entre pecho y espalda una barbacoa con cerveza en vena, iba con otro bajando una cuesta empedrada y antes de llegar a la zona llana que comenzaba casi casi con instapendiente decidí pegar un impulso mayor para pillar algo de aceleración con la mala suerte que la cadena se me salió con la primera pedalada, así que la fuerza de la pedalada hizo que me fuera a tomar por culo con la inercia del movimiento, frené derrapando con todo, acabe eslayando con medio cuerpo, cara, brazo y pierna (tampoco mucho) y el compañero que iba detrás me pasó por encima, bueno, me pasó por encima con su respectiva hostia.
Más. Una vez iba por el bidegorri bajando la cuesta de Deusto, son como 300 metros de sólo bajada entre pasos de cebra y carretera. Le di algo de velocidad al asunto y un coche se salto el ceda. Frené, derrapé y ojo al dato (la bici era una mierda), reventó la llanta, se quedó hecha un puto cuadro y obvio que no rodaba con lo que me comí un pivote negro que está puesto en los pasos de cebra. El del coche no paró lol. Así que por culpa de este anormal ahora hay menos retrovisores en Bilbao porque cada vez que algún energúmeno me pasa muy cerca si le pillo en algún semáforo hostia que se lleva y ni miro hacia atrás.
Y la última, que fue algo humillante. No sé si iba a la uni o iba al euskaltegi, estaba recién levantado y me iba quitando las legañas cuando cerré un poco los ojos para frotarme y cuando volví a mirar un coche que estaba en segunda fila me había metido el morro, así que giré para no comérmelo pero golpeé con la parte trasera de la bici a su parte trasera y salí dando volveteretas hasta darme contra una fragoneta con la cabeza. Ahí sí que pararon y alguno de la calle vino a socorrerme y yo me levanté más avergonzado que dolorido. Hostia muy tonta, la verdad.
Pero así hostias hostias gordas de cortarme la cabeza y venir a forear sin que se note pues no, ninguna.