Eso, tú acarnízate. Tú haz leña del árbol caído. Ves a un pobre compañero del foro AGONIZANDO, desesperado, desgarrándose el alma con un grito de auxilio silencioso y tú intentas ayudarle a dar el paso hacia el abismo.
No te van a hacer nada.
En el peor de los casos cambiarte de discoteca.
Los calvos de tus jefes, que sabes que son unos calvos que siempre llevan chaleco "deportivo" de pijo pepero (esto lo sabes) son tios muy justos, yo los conozco bien, y a ti no te van a dejar sin servicio.
Si tienes algún problema diles que te pongan en la Bikini, que es aún más tranquila que donde estás y está muy cerca de allí donde estás ahora y la gente es aún más formal. Puedes plantearles incluso desde ya que te gustaría probar en esa. Vas a estar a gusto.
Y no le tengas tanto miedo a ese trabajo, y trata siempre de todo por escrito. Haz un parte dejando escrito lo que ha ocurrido y haz foto.
Joder es que si vieras como trato yo a los superiores flipas. Les digo de todo.
Estás súper verde en materia de derechos laborales y en cómo imponerte.
Al final como el 90% sois así de rilaos ahí estáis como corderos jugandoos que os partan la tocha, pasar frío, estar de pie, que os chuleen, por 4 perras.
Ostia es que tendríais que ver la época en que en el vestuario del metro habíamos 6 o 7 chungos.
De estar de antifraude (fijo en una estación) y venirte el responsable y largarlo a la mierda. "Anda que te pires de aquí!", y darse media vuelta.
Gente que se está tocando las pelotas, y una vez cada quince jornadas tuyas durante un minuto se acerca a ver qué estás haciendo juzgando ese minuto. Que igual en 100 horas te has escaqueado solo 1 hora y aparece ese subnormal en esa hora y te mete un parte, como igual en 100 horas solo has trabajado 10 minutos y aparece el subnormal en esos 10 minutos y cree que eres un gran esclavo.
No hombre no. Te vas a tomar por culo con tu carpetita, perra chivata.
Así íbamos y así vivíamos de lujo.
Pero como la mayoría sois marionetas pues así funciona la cosa, que os tratan como a ti te trataron, que es propio del siglo XIX ("mis amigos pueden saltarse la norma, hijo de puta, callate la boca") y todavía andáis temerosos de perder los 60 euros de mierda esos.