Hoy en día es todo lo contrario, Andalucía es la que es la zona para vivir todo el año (amén de otras), y otras de España para pasar un tiempo solamente, o para trabajar
pues como pasa en las zonas deprimidas: a mí me gustaría vivir en Asturias, es lo que más disfruto, pero si quiero poder tener un curro, tengo que emigrar por cojones a Madrid o Barna. Eso no implica que reniegue de mis orígenes por la vida madrileña, sino a mismo trabajo, mierda de sueldo en mi comunidad y pastón semi-decente en Madri- Barna. No hay más.
Loco de las Coles says:
Pero más morbo aún que esas hijas del imperdible me dan las Skin Girls rollo Straight edge, con su anorexia, su mirada perdida, sus cortes de pelo Amelie Style y sus falditas escocesas
Yo diría que más que Straight Edge son Rude Girls a lo que te quieres referir, que son las de la faldita escocesa, cortes de pelo semi- rapaos y palidez
Muesly says:
hí está la comuna de punki-jipiosos tumbados compartiendo porro y litrona en estrecha convivencia con las comunas de piojos, sarna, ladillas, garrapatas....etc...
no sé que tiene de malo beberte unas birras baratillas con los colegas mientras te fumas un porrillo. Lo de piojos, sarna, ladillas, garrapatas... ya es más exageración gratuita. No todos los perro-flautas tienen chuchos sarnosos. Conozco cientos de punkis y bastantes hippies y sólo a 1 con ladillas (por irse de putas )
El fácil estereotipo de
guarros demuestra que nunca han tenido la oportunidad de cazar de buenas a una punky, pálida, depilada y oliendo a gloria. Que haya tíos que lo hagan no es tan raro: dudo de que muchos de vosotros seáis muy duchos precisamente en higiene corporal ¬¬
Por otro lado, coincido totalmente con el odio al Jipi tal como lo menciona muesli: esos alternapijos que se han gastado un pastón en parecer hippyosos. O no tanto. Yo el año pasado, en una manifestación en la Universidad empecé a ver a un montón de tías hippiosas a las que jamás había visto. Luego ya me enteré de que si iban todas muy parecidas es porque Stradivarius había decidido imponer la moda hippy, a la que seguirían marcas de alto standing.
Y Granada... buff, suspiro por ir, cuando estuve allí era demasiado joven para poder disfrutar en su totalidad de esa ciudad encantada, pero tengo propósitos de enmienda para recorrerla este año