Es alucinante la mentalidad de muchas mujeres, que son capaces de dejar escapar a su objetivo (?) por la idea esa de que el hombre ha de tomar la iniciativa. Absurdo.
Así les va a la mayoria de ellas. Ya puedes gustarles horrores, que mueren antes de pedirte tu número de teléfono o de proponerte salir a cenar, para después acabar con cualqueir tontolaba que las diga algo, aunque les guste bastante menos.
Error. A ver cuándo se os mete en la cabeza que las tías no saben cuál es su objetivo ni saben lo que les gusta hasta que las circunstancias se apoderan de ellas.
Es decir, que no estamos ante una pasividad puramente conductual en plan "me gusta Fulanito pero me contengo y espero a que él tome la iniciativa", sino que estamos ante una
amorfia mucho más profunda, enraizada en lo más profundo de la psique femenina, que afecta incluso a los procesos mentales más básicos de la fémina, una amorfia por la que la hembra no decide que desea a un macho hasta que ese macho hace algo osado por ella. Es cuando el varón tiene la osadía de meterle mano cuando la sexualidad femenina ata cabos y dice -a un nivel irracional-: "si me ha metido mano, es porque es un macho osado y de alto valor, y al estar ya "tocada" por este macho, más vale que me aferre a él, no sea que este tocamiento acabe en embarazo, maternidad en soltería y lapidación en plaza pública por los moralistas de la tribu."
Eso sí, el macho tiene que ser mínimamente atractivo para la fémina, de lo contrario, cualquier ataque o invasión hará que ella lo tilde automáticamente de indeseable y que quiera poner tierra de por medio. Pero sea como sea, hay que mancillarlas, contaminarlas, revolcarlas en el fango, arrebatarles ese presunto manto de pureza y virginidad en el que se envuelven, para que se sientan "tocadas", contaminadas, implicadas en una relación "seria" que resucita el fantasma ancestral del riesgo de embarazo y que las convierte en perritas falderas a disposición del macho que se ha atrevido a mancillarlas.
Y si sois machos de bajo rango, pues os ahorráis el pagafantismo cuando ella os grita: "¿Pero qué haces, degenerado?!". Y ya quedáis libres para ir a cubrir hembras de un rango más acorde con el vuestro.