El problema de Bankia no es el campo nuevo. El problema principal de Bankia es haberse tenido que merendar el suelo del campo viejo (a través de Bancaja) sin que importara la viabilidad de la operación para la caja porque aquello era una decisión política.
Y ahora, Bankia tiene una pescadilla que se muerde la cola entre el terreno invendible del campo por derruir que no se puede derruir todavía pero que tiene una orden de derribo y el préstamo para el estadio nuevo sin acabar que no se puede acabar porque no hay dinero para acabarlo, trufado con una ciudad deportiva que se pretende recalificar para construir una nueva en otro lugar. Todo conforma un caos absoluto que ni la propia Bankia sabe como solucionar, porque por si fuera poco, se viene en breve la creación del banco malo, donde tienen que ir a parar los activos tóxicos de las cajas y -en teoría- el suelo del actual Mestalla debería irse a ese banco malo. El cóctel es tan explosivo que no creo que nadie quiera ni preguntar por una parte del pastel. Mejor apartarse por si salpica.
Y por si fuera poco, la cosa puede empeorar en un par de meses. La fundación que sostiene al VCF gestionando una especie de autocartera con la mayoría de las acciones no es capaz de soportar los intereses del préstamo (de Bankia... qué sopresa! ) que pidió para comprar esas acciones, y podría ocurrir que si Bankia ejecuta el aval del préstamo, cosa que puede ocurrir en breve si la fundación no puede pagar la parte de intereses que corresponde, el avalista de la operación tenga que asumir la propiedad de las acciones de la SAD... ¿y quién avaló la operación? Una tal Generalitat Valenciana, que se tendría que quedar a la fuerza con la SAD pagando la modesta cantidad del préstamo, que asciende de 81 millones de euros y convertirse en propietaria... ¿acojona, eh...? Pues así pinta el tema. Esto es independiente del tema estadio, pero lógicamente todo va unido porque hace tambalear a la SAD cuyo estadio a medio construir dificilmente va a ser, en esta tesitura, bocado interesante para un tercero. Y en todo caso, tendría interés en gestionar el terciario, pero no en acabar el monstruo.
Vienen curvas. Conviene abrocharse los cinturones.