Bela_Lugosi
Muerto por dentro
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https://es.eurosport.yahoo.com/blog...upuesto-adiós-diego-lópez-142741976--sow.html
Al grano: tras cuarenta y ocho horas de bombardeo constante, la abrumadora mayoría de la prensa deportiva de este país ha contado, por activa y por pasiva, que Diego López abandona el Real Madrid, sin que nadie del club haya abierto la boca para confirmar o desmentir un supuesto hecho en el que tampoco hemos podido escuchar la voz del protagonista. Hasta la fecha, en mitad del fuego cruzado entre los que detestan a Casillas y los que le santifican hasta los anuncios de champú, Casillas se quedará (titular, nos cuentan); Navas vendrá (¿para ser suplente?); y López se va (a Mónaco, dicen). La secuencia es digna de la teoría del absurdo: el entrenador (al igual que el anterior) escoge a Diego porque cree que está mejor que Iker, Casillas se plantea irse porque juega poco, López cree que cada minuto que juega es un regalo, Casillas quiere irse porque (dicen) tiene ofertas, López quiere quedarse y el asunto termina con la marcha del que se quería quedar y la permanencia del que supuestamente se quería ir del club.
Al fondo, más allá de las filias y fobias del emponzoñado debate sobre la portería, queda la persona. La integridad, prudencia, paradas, buen hacer y compañerismo de un portero que ha entregado lo mejor de sí mismo. López, menos que el mejor Casillas pero más que el peor Casillas, nunca ha sido Gordon Banks, ni tampoco Yashin resucitado, pero sí un profesional esforzado, constante y con gran capacidad para la superación. El señor que convenció a Mourinho, después a Vecchi (¿recuerdan qué peso específico decían que tenía este tipo en las decisiones de la portería?) y finalmente, a Ancellotti, se tiene que ir por motivos inexplicables. Su adiós retrata a quienes le han utilizado como ariete contra Casillas y fotografía a los supuestos profesionales que han asesinado la reputación de Diego, menospreciando sus cualidades, que las tiene. Muchos sostienen que el supuesto adiós del gallego es culpa de Casillas. Otros acusan a Ancelotti de ser una marioneta. Y muchos más culpan a la prensa y hablan de presiones, chantajes y manos dentro del club. Al presidente no le culpa nadie. Él nunca tiene la culpa. Ni siquiera cuando la pueda tener, si permite que un tipo cuyo único pecado ha sido darlo todo por el club, salga por la puerta de servicio.
El que lo huele, debajo lo tiene. En las próximas horas, los satélites informativos presidenciales, a través del canal oficioso del club, subirán el nivel de su altavoz para repetir, una y otra vez, como papagayos amaestrados, que Diego López ha decidido irse. La realidad es que a López, que no es un mártir pero sí un buen portero, le están echando.