Torquemada2.0
El calzonazos del Xanadú
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Èramos pocos y parió la abuela escocesa.
La madre del cordero, la caverna mediática españoloide, pilotada por Inda el raulero, y Obesaño el Villaratato, han vomitado tan infamia con el tema de los árbitros que podría encuadernarse en la Ínclopedia Universal Espasa Calpe.
Y ahora viene este, que debe ir por la U en las cartillas para aprender a leer, a poner enlaces de un culé desnortao. Pues si hombre si, si alguien se tiene que callar por el tema de los árbitros ese es el Mandril y su pléyade de lametraseros. En el Cuernabéu se han visto arbitrajes, con el Plazato, el Francato y el Santiegato, que todavía perdurán en la psiquis de la mayoría del fúrbol hispano, y que si se visionaran de nuevo, gente joven, tierna, inteligente y objetiva como Pablis, renegarían de ipsofacto de su militancia mandrilista. Tú sólo cumples el requisito de tierno, lo siento escocesete.
El cántico de Así, así gana el Mandril, es porque las aficiones locales se rendían ante los caballeros del honor y se quedaban estupefactos viendo su juego.
El Villarato es la mayor infamia que ha salido de séctores cercanos al mandrilismo, una desfachatez y una mentira. Un producto de consumo instantáneo para imbéciles que apenas tienen la habilidad de controlar esfínteres.
La madre del cordero, la caverna mediática españoloide, pilotada por Inda el raulero, y Obesaño el Villaratato, han vomitado tan infamia con el tema de los árbitros que podría encuadernarse en la Ínclopedia Universal Espasa Calpe.
Y ahora viene este, que debe ir por la U en las cartillas para aprender a leer, a poner enlaces de un culé desnortao. Pues si hombre si, si alguien se tiene que callar por el tema de los árbitros ese es el Mandril y su pléyade de lametraseros. En el Cuernabéu se han visto arbitrajes, con el Plazato, el Francato y el Santiegato, que todavía perdurán en la psiquis de la mayoría del fúrbol hispano, y que si se visionaran de nuevo, gente joven, tierna, inteligente y objetiva como Pablis, renegarían de ipsofacto de su militancia mandrilista. Tú sólo cumples el requisito de tierno, lo siento escocesete.
El cántico de Así, así gana el Mandril, es porque las aficiones locales se rendían ante los caballeros del honor y se quedaban estupefactos viendo su juego.
El Villarato es la mayor infamia que ha salido de séctores cercanos al mandrilismo, una desfachatez y una mentira. Un producto de consumo instantáneo para imbéciles que apenas tienen la habilidad de controlar esfínteres.
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