Hilo para contar cosas moralmente reprobables

Yo quiero tirarme a mi suegra, y tengo el plan hilado.

Comparado con lo de ser valenciano es más light, eso yes...
 
Pero así en plan dominador-molester o es que te hace ojitos cuando vas a comer con su hija los domingos?
 
he tenido msueños lucidos y pensamientos que harian vomitar del asco al carnicero de Milwakke. soy una autentica bestia amoral, un animal.
lo unico que me separa de la barbarie y la criminalidad mas abyeta es mi alto grado de conciencia de civilizacion, como hombre blkanco.mi sueño es que dentro de unos años los gobiernos creen un dia de la Purga, un dia al año donde todo este permitido y nadie vaya a la carcel por sus actos.

por cierto, da para hilo...que harias en el dia de la Purga? 24 horas sin ley?

ala, abridlo porque a mi no me sale de los putos huevos. e@ilg, abrelo tu, memo.jajajaja
 
Última edición:
Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.


Es verdad, no te pongas así, es Pedro Sanchez con peluco. Como cosa moralmente reprobable voy a aconsejarte este.

7e97b90fd04b518a817a56353cd437de.jpg
 
Por la calle miro a muchas crías de una forma tan lasciva y sucia que pondría enfermos a ese tipo de hombres mayores que sigo denominando viejos verdes.
Tranquelo, échele la culpa al sol de julio.
Me da asco casi todo el mundo. Y en esta ciudad tan pequeña te cruzas conocidos cada media hora que pasas desplazándote por las calles.

No es raro que vea venir de frente a familiares muy cercanos o amigos y pegue un giro brusco para meterme por otra calle y no tener que saludarlos. Hablo de familiares que me invitan a comer a sus casas un par de veces al mes, familiares que me cuidaron muchísimas veces cuando era niño, y a los que debería de donar un riñón si fuese necesario, para compensar lo que han hecho por mí en la vida. Y sin embargo he llegado a hacer la maniobra Immelman teniendo a estas personas a menos de 10 metros de frente. He llegado a cruzarme con mi padre casi rozando hombro y pasar de saludarle.

A veces estas mismas personas que esquivo un día, otro me las encuentro de bruces y paso a saludarlas efusivamente y a fingir gran interés por sus vidas. Mi mecanismo de defensa ante el acorralamiento, para sobreponerme a la tremenda incomodidad de algunos casos, es erigirme como protagonista incuestionable de la conversación, llevando la batuta, haciendo aspavientos y siendo la alegría de la huerta, cuando de haberlos visto venir los habría esquivado.

En general me importa mil putas mierdas la vida de nadie, y si soy natural conversando con alguien, mi diálogo será un monólogo lleno de "mi, mío, y a mi". Tengo que hacer un gran esfuerzo por forzar falso interés por la vida de alguien cuando conversamos. Y ese gran esfuerzo además da para un espacio de tiempo muy corto.
Comparto su dolor. Esta es una ciudac en la que depende de cómo se lo monte uno, puede no ver a ciertos individuos durante 5 o 10 años, o verlos 5 o 10 veces al día. Todo es ser un puto autista y observar patrones, trazar mapas mentales y horarios.

Hay cientos de comercios, que a pesar de que me pillen más cercanos, en mi puta cabeza no existen: alguna vez acudí lamentablemente drogado a por tabaco, y ahora me da palo entrar; otras veces el personal es demasiado simpático, demasiado borde, demasiado sociable, me mira con lascivia, etcétera.

Eso por no hablar de que en el Casco Viejo, si quisiera encontrarme con mis viejas amistades himajinarias de los 20 a los 30, solo tendría que ir a los mismos putos bares y pasear por las mismas putas calles a las mismas putas horas de toda la vida y allí estarían, intentando molar, cuando en realidad lo único que hacen es el Paseo de La Paloma y olerse los culos.
Es más, podría tirar ciento y pico de pepinos nucelares desde Israel y les acertaría en la peca de la nuca si quisiera.
No sé lo pequeño que será su puto pueblo de mierda pero le doy tres consejos:

- Embozarse: Gorra, gafas, auriculares, etc.
- Andar deprisa.
- No salir nunca de casa.

giphy.gif

Saluda, saluda, saluda...
 
Última edición:
Tan pequeño como el tuyo, retrasado.

A estas alturas de la vida...
No sé ni cuántos años tengo si no lo pienso antes tres segundos como pa saber de dónde es ustec.
Ciclón Barry, sevillano. ¿Y ustec?
Chanza. Awk, jawk,jajjjj
 
Hace unos cinco años fui a un supermercado pijo que acababan de abrir cerca de mi casa. Era de estos en los que huele como a porro con VicksVaporub y tienen cosas B I O, lentejas cultivadas según el movimiento de la luna (no, no es coña), borrajas a cinco euros el kilo y carne de pollo alimentado con ambrosía. Fui porque como bien saben ustedes tengo la piel de lagarto y supuse que sería más barato encontrar algo que me aliviase ahí que en una farmacia.

Total, que entro, hago la criba entre cosas que no me puedo permitir/cosas completamente inútiles/cosas vendidas por el señor Waldorf (en el centro del diagrama de Venn que se podría hacer con las dos anteriores) y acabo encontrando un troncho de jabón de avena Kinesia que vale tres euros. Me lo llevo, espero a que un gafapasta con delantal de lino acabe de atusarse el bigote y justo cuando me dispongo a completar la transacción aparece de la nada otro gafapasta en chanclas que requiere la atención del primero. Gafapasta I se empeña en cobrarme a la vez, pero como le falta proteína su cerebro de un solo núcleo es incapaz de simultanear procesos. Le doy un billete de veinte, hace un aspaviento, me da el ticket y me devuelve el billete tal cual mientras sigue hablando con el otro.

Me esperé un poco, lo juro, pero ambos gafapastas se me quedaron mirando levantando la ceja con cara de «¿te gusto o algo?» al medio minuto mientras seguían hablando. Así que consideré que largarme con el jabón y el billete estaba perfectamente justificado.

No he vuelto por allí por vergüenza. No de lo que pasó ese día, sino de entrar en un sitio así y que me vea alguien.
 
Última edición:
Lo del cambio es moralmente reprobable dependiendo, efectivamente de la amabilidad y esmero del que te atiende.

Piensa que al que le haces la jugada seguramente tendrá que pagar de su nómina el descuadre de caja, así que dependiendo quien sea, jodélo o no. La moral en estos casos queda pendiente de jucio.
 
La verdad es que fueron bastante sobrados, lo que es aún peor considerando que yo era una tierna criatura de dieciocho años. Y qué hostias, cobrar cinco euros por un kilo de borrajas bien se puede considerar usura. Además seguro que al darse cuenta pensó: «En farmacia se lo gaste.» Cosa que probablemente hice porque el jabón me hacía escamas.
 
De pequeño tiré del bocata una rodaja de mortadela Mickey Mouse por la ventana de un cuarto piso.

Joder, nunca olvidaré sus perfección aerodinámica mientras caía haciendo suaves giros perpendiculares al suelo, pero aún menos olvidaré como le acertó con un "plas" en el cráneo de un calvo que pasaba por allí y éste reaccionó como si la mano de Dios le hubiera hecho high five en su desértica mollera encogiendo los hombros.

Me acuerdo del puto calvo sangresucia mortadeleado y me descojono aún de mi fechoría. Valió la pena.
 
Quiero que mi expareja pase un puto infierno para compensar moralmente todo lo que tuve que pasar yo. Quiero que se arrepienta cada día y que no salga nunca del pozo en el que está.
 
Hace unos cinco años fui a un supermercado pijo que acababan de abrir cerca de mi casa. Era de estos en los que huele como a porro con VicksVaporub y tienen cosas B I O, lentejas cultivadas según el movimiento de la luna (no, no es coña), borrajas a cinco euros el kilo y carne de pollo alimentado con ambrosía. Fui porque como bien saben ustedes tengo la piel de lagarto y supuse que sería más barato encontrar algo que me aliviase ahí que en una farmacia.

Total, que entro, hago la criba entre cosas que no me puedo permitir/cosas completamente inútiles/cosas vendidas por el señor Waldorf (en el centro del diagrama de Venn que se podría hacer con las dos anteriores) y acabo encontrando un troncho de jabón de avena Kinesia que vale tres euros. Me lo llevo, espero a que un gafapasta con delantal de lino acabe de atusarse el bigote y justo cuando me dispongo a completar la transacción aparece de la nada otro gafapasta en chanclas que requiere la atención del primero. Gafapasta I se empeña en cobrarme a la vez, pero como le falta proteína su cerebro de un solo núcleo es incapaz de simultanear procesos. Le doy un billete de veinte, hace un aspaviento, me da el ticket y me devuelve el billete tal cual mientras sigue hablando con el otro.

Me esperé un poco, lo juro, pero ambos gafapastas se me quedaron mirando levantando la ceja con cara de «¿te gusto o algo?» al medio minuto mientras seguían hablando. Así que consideré que largarme con el jabón y el billete estaba perfectamente justificado.

No he vuelto por allí por vergüenza. No de lo que pasó ese día, sino de entrar en un sitio así y que me vea alguien.

Me ha recordado a hace un par de años que volvía hacia casa y del calor que hacía del camino a ella me metí en una tienda de estas, la cual estaba de camino a mi casa. Iba en busca de aire acondicionado y ví todo eso que tú dices y en el garíto una musica de fondo muy bajita que sonaba así como "juuuuuiiiii!----joooooiiiii!----tiiriiiii!!!" y las dependientas parecía que andaban como flotando. La cosa es que al girar la esquina como simulando interés por algo me encuentro con la anoréxica de mi gimnasio, me saluda sonriendome y veo que ya ha perdido una muela.

Me entró un acojone extraño y picando espuelas me piré para no volver más allí.
 
Última edición:
Atrás
Arriba Pie