@hitsfromthebong No nos abandones el hilazo!
Tiene ustec razón señor Topbox, es que entre el curro y los pitillos no me entero de un culo. Se me va la olla y ni me acuerdo que tengo un jilo donde contar mis estupideces. Entro al foro, miro cómo está el general y cuando me da el punto contribuyo con alguna cagada, eso es todo. Pero sí, vamos a contar otra. Esta vez toca tema guarras.
Aparte de la Robocop quedé con varias asquerosas de los chats, así que voy a relatar el caso de la gorda inmunda.
Resulta que chateando a las cuatro de la madrugada de un martes me topé con una tía de Dos Hermanas que andaba pululando por allí por el Terra. Empezamos a hablar de tonterías hasta que ella se apresuró a contarme que estaba harta de su marido y de su vida de mierda; yo le daba la razón en todo buscando el hueco por donde colarme y así conseguir quedar con ella. Después de aguantar unos cuarenta minutos de chapa se concertó una cita en mi mansión del Parque Amate. No hubo que salir a buscarla, hacer escala en un bar y ese tipo de mierdas protocolarias, vino directamente al keli.
Una vez llegó, le abro la puerta y me encuentro a una gordaca (tampoco era obesidad mórbida de lo que adolecía, pero sí que estaba anchota la hijaputa), ventida en plan heavy y con las uñas grotescamente pintadas de rojo. La invito a pasar y a acomodarse en mi sofá roñoso, cubierto con un pareo de estos jipilongos de elefantitos que a su vez alberga cientos de lefazos y agujeros de pedrola.
Pongo un poco de music y saco un litro a medio beber, dos latas de berberechos y un paquete de Triskis para picotear e impresionarla con mi savoir faire. Ella retoma la conversación en el punto que la dejó y sigue comiéndome la moral con su puto marido y con que no la desea sepsualmente ni nada que se le parezca; acto seguido me reconoce abiertamente que ha quedado conmigo para ponerle los cuernos, en un ejercicio de desesperación sepsual y de venganza hacia él.
Entonces le invito a que pase a mis aposentos para allí poder satisfacer sus necesidades. Total, que la tía se despelota dejando al aire unos tetones como aviones y un pandero como una mesa camilla pero todo muy bien puesto. Me dice que le de caña, que necesita que le den caña. Entonces decido que lo mejor es agarrarla del pelo de choni ese que me llevaba y follarle tol boquino. Así lo hago y ella empieza a emitir arcadas a diestro y siniestro, tanto, que le pregunto si quiere parar, a lo que ella me contesta que no me corte.
Como eso fue no menos que una afrenta hacia mi, aceleré el ritmo y endurecí los empellones hasta que la hice potar al lado de la cama. Echó un par de caños brutales de una mezcla de birra, berberechos y Triskis dejando el suelo echo un desastre. Luego me dijo que quería que le petase el culo mientras hablaba con su marío por el moviladi, de modo que le llamó y puso el manos libres. Yo saqué un bote de lubricante que aún conservaba de cuando estaba con mi anterior pareja y le apliqué un par de gotas en el agujerol culo para a continuación introducirle dos dedos casi de un golpe.
Ella le dijo al marido que estaba en casa de no sé qué amiga y que le dolía la barriga (así camuflaba los cuasi gritos de dolor y gustazo que sentía mientras yo le taladraba el culo), que si podía ir a buscarla en una hora al campo del Sevilla para llevarla a casa en voiture. Le metí medio nabo de golpe y berreó de lo lindo; el marido le preguntaba si estaba bien y ella decía: "Siiiiii, pero duele!!". Todo ello con la pota al lado de la cama
Después de darle cachetazos a tope y de escupirle en el jeto hasta que me aburrí (insultos aparte, por supuesto), se me pasó una excentricidad por la cabeza y le dije que quería correrme en su pelo y que dejara los calostros secarse ahí antes de ir a que la recogiera el marido. Y así se hizo. Al terminar, tuvo el maravilloso detalle de limpiar el vómito y de hacerme una mamada de despedida con sabor a su culo.
Consulta el reloj y calcula el tiempo que necesita para llegar al punto de encuentro con su marido, se viste y se pira con la promesa de que volveríamos a vernos. Nunca lo hicimos.
Gracias a God he tenido la oportunidad de fockarme a auténticos pivones que ni yo me creo, pero la gorda inmunda siempre aparece en mis pajas remember mucho antes que cualquiera de ellas. A priori es raro, pero mira tú... Cosas de la vida.