Lo que sí que está claro es que el Barça lleva gastados hasta el momento 64 millones de euros. Con estos millones ha llegado Ibrahimovic, Maxwell, Keirrison y Henrique que ya fue pagado el año pasado. Seguramente, y si nada se tuerce que parece que no, sin desembolsar ningún euro más llegará Poulsen cedido a cambio de Cáceres, operación sin intercambio monetario.
Es decir, de momento 5 caras nuevas, un central tal como se pidió, un lateral izquierdo que también se pidió, un pivote defensivo para poder cubrir las bajas de la Copa de Africa, un delantero que es una promesa que seguramente entrará en alguna operación de algún otro jugador y un crack.
Y todo esto por menos dinero de lo que ha costado Kaká.
Vamos, que no creo yo que las cosas se estén haciendo nada mal, la verdad.