Un año después de esa discusión, después de un día y medio en el que durmió en casa de su madre y en el que sentiste el frío azote del cambio y la soledad, estás saliendo por la puerta de un paritorio para comunicar la noticia a tu madre y a tu suegra. Esta última, a la que no soportas y que actúa de escudo para su hija, y que sabe todos tus defectos, exclamará: "Bueno, pero ahora, digo yo que como padre deberías estar dentro para tranquilizar a mi hija, ¿no? Y no aquí, de charleta".
Ante la suegra hay que hacerse respetar. A casa da sojra, lo principal es llegar con cara de enfadado. Se pide un vino y se comenta: “este ano non vale nada o viño novo”, así, con dos cojones. Bótanse a ti como o galo o millo, pero tú puño en la mesa y un “cajondiosss” que vuelen los pájaros de los árboles.
Ti que sabrás, o teu pai -que en jloria esté- sabía de viño, ti non sabes. Esto probando o viño e disindo: meu sojro, este viño esta picado. Ten o barril perdido, ten que meter o barril en agua salada. Viño cativo, é mellor botarllo o porco, si o quere. Ten jasiosa?
A sojra, toda chea disindo: o teu home moi fino de Dios se nos volveu, toma na taberna viño do comprado. Ese viño quenta a cabesa, o Rioja. Eso e o que toman nos bares, así andan borrachiños. O viño da casa non fai mal.
Tienen que saber que eres de ciudad, nada de confianzas. Nunca se le dice una palabra en gallego, no hay nada que les asuste más que te comportes como un lord inglés. Yo les pido tenedor para comer lentejas o garbanzos. Eso es importantísimo, la cuchara solo es para la sopa. No hay nada que te haga mas gañán que comer fabada, garbanzos o lentejas con cuchara.
Solo uso el gallego cuando tengo que tratar con un paisano, sobre lindes, o si aparco el coche en su finca y me dicen algo. Ahí es cuando sacas el "vai rascar a cona, douche una ooossstiaa que abaneas, me cajo no dios que che fixo e a cona que che botou". Todo esto sin anestesia, que sepan que sacas el gallego que llevas dentro, para volver luego al estado normal. Pero es fundamental el uso del tenedor en la mesa, la cuchara solo para la sopa y sin hacer el característico aaagggghhhhh , ahhhgggg y al acabar: estábache ben boa, diolopaje, amén.
¿Mueres un poco por dentro cada vez que vas a dejar a la chiquitica allí en tu SUV japonés de empresa?
De los mejores momentos del día.