Vamos, no me jodas, yo creo que algo así no lo quiere nadie, al menos no como este caso particular. No es ningún favor, no se trata de alguien que convenza, cuando este tipo te presenta a una mujer, ella viene casi a rastras y con el único propósito de quitarse a la mosca cojonera de encima, con un claro prejuicio ya que tú eres el-amigo-patético-de-un-sudaca-insoportable sin arrestos para presentarse él solo. Alguna sí se sonríe cuando le dices "hola, encantado, todo lo que te haya dicho ése es mentira" o algo así, pero ni modo güey, es que encima el pinche tiene un gusto más que cuestionable, incluso sobrio.
Mira, estoy de acuerdo con casi todo lo que has dicho, pero sigo pensando que en este tipo de situaciones más te valdría librarte de tu vergüenza y echarle un poquito más de cara, pasártelo bien y sacar el máximo provecho.
Eso de que la chica viene con cierto prejuicio puede ser cierto, pero ahí delante la tienes para hacerle cambiar de opinión. ¿Es que no te ves capaz?
Tienes sentido del humor, pero sin conocerte, me da la sensación de que en persona tienes que ser un tipo bastante serio y tímido. Eso no te ayuda nada en la materia que estamos tratando en este subforo. Ríete de estas situaciones, sácales partido. Si te trae a una chica fea le tomas el pelo o le das un poco de bola para que te presente a sus amigas; si te trae a una guapa, explota el filón: "aquí debe haber un error, mi amigo nada más que me presenta a chicas feas"; o "hemos hecho una apuesta y como ha perdido me tiene que presentar a 10 chicas guapas" y te preguntará cuántas llevas, a lo que tu contestas "una"; otra: "perdónale, es que se ha olvidado de tomar la medicación" y haces como que tú eres su enfermero y le has ido a buscar por que se ha escapado. Todas estas gilipolleces, a parte de que realmente son efectivas, son muy muy divertidas, y a las tías les encanta reírse. Consigues captar y mantener su atención. Pero insisto en que realmente lo más importante es que te lo pasas bien.
En resumen, que deberías dejar atrás esa vergüenza propia o ajena y hacer un poco el indio de vez en cuando.