Lo que pasó es que una vez llegué y comprobé que no pasaba nada con el ordenador y que el supuesto trabajo para la uni lo podía hacer sin problemas, estuvimos hablando un rato. Yo estaba un poco enfadado por la mentira, pero bueno, estuve hablando con ella.
En todo ese rato parece que esperaba que yo diese el paso y me lanzara cual animal salvaje encima de ella, pero pasado un tiempo como yo sólo hablaba, lo que hizo es que me pidió que la acompañara a su habitación con la excusa de enseñarme su casa (era enorme, tres plantas) y una vez allí, frente a su cama, me soltó un contundente y directo: "puedes hacerme lo que quieras".
Me lo dijo así, tal cual.
Lo que hizo saltar algo en su cabeza fue mi respuesta, muy serena de: "Entonces... ¿para esto me has hecho venir?"
Y a partir de esa frase y de mi cara que decía "no te voy a hacer nada", empezó la III Guerra Mundial.
Ahora la gente se lo pasa bien leyendo estas cosas, ya sé que os gusta el salseo, pero realmente no fue, ni mucho menos, una situación agradable. Lo digo de verdad.
Y me pueden llamar maricón en el foro todas las veces que quieran, me da igual.
Buenas tardes.