Es la misma cansinez de siempre con el funcionariado, creer que suprimir una administración es un ahorro inmediato, cuando la realidad es que otra habrá de hacerse cargo de sus competencias, con la consecuente necesidad de recursos personales y materiales.
El problema no es que hayan 10 o 15 Ministerios, el problema es qué recursos se les asignan y cómo se aprovechan. Eficiencia y eficacia. Recuerdo que el PP se vanaglorió, durante lo peor de la crisis, de haber disuelto no sé cuántas administraciones y empresas públicas. ¿La realidad? La mayoría de ellas fueron absorbidas por otras. Misma peña, mismas oficinas, mismas competencias, distinto nombre.
En cuanto al ahorro de personal y demás, lo mismo da tener un Megaministerio con mil personas que tener cuatro Ministerios con 250 personas cada uno. No deja de ser una cuestión de división material de competencias.