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AhoraEsEM rebuznó:Me da la sensación que no le gustó a usted mucho la experiencia. Vamos, que no volvería ni pagándole los billetes de avión. Ya, lo sé, soy consciente: en los fotos todo queda siempre mucho más bonito que en la realidad. Le enseñaré su comentario a una que me conozco que sueña con ir a Tailandia... lo mismo le quito las ganas para siempre, aunque lo dudo, porque si disfruta de las putas playas de aquí, pese a la arena, el fango, el calor y la cerveza caliente con sabor a meado... Hasta me está empezando a alegrar ser pobre.
Yo la única agua transparente que he visto en mi vida en una playa iba embotellada en plástico. De peces de colores, ya ni hablamos. Todo lo más, alguna medusa muerta o algún mejillón o similar pudriéndose. Me parece que a usted tampoco le gusta la playa. Nosotros debemos ser de ésos que según Morcilla, mean sentados.
Ah, no, sí que iría de nuevo. Como ya dije en el hilo del buceo, lo de hacer snorkel entre peces de colores lo recuerdo como una de las experiencias más fascinantes de toda mi vida. Esta vez iría pertrechado como iban algunos en esa playa, con una especie de calzas como de goma que les libraban de los pinchazos, y con alguna para que me untase crema solar factor 500, que el sol ahí picaba como su puta madre, uno lo sentía casi como si fuera radioactivo, una cosa que nunca he visto en España.
En general, a mí la playa ni fú ni fa. Bajo ciertas condiciones (sombra, no demasiado calor, no demasiada aglomeración ni demasiado horror andante, aguas cálidas) sí, bajo condiciones de solana, calorazo de la muerte, viejas gordas por doquier y aguas frías me parece una puta mierda. Normalmente uno no tiene todo, ni en un sentido ni en otro; siempre falla por algún lado el tema, así que siempre me deja una sensación de "sí pero no" o de "no pero sí".