La soledad de los 80

Yo en el año 87 no sabía lo que era la soledad, no como la conozco hoy. Creo que fue el año que hice la comunión, mi única abuela aún vivía, un ser maravilloso que irradiaba amor. Por parte de mis padres me sentía aborrecido, nunca un abrazo, nunca un beso, nunca se preocuparon por mí ni me preguntaba qué tal me iba. Me sentía como un estorbo en una familia numerosa y pobre (humilde se dice ahora), con una madre que me tuvo con cuarentaitantos y un padre que no le recuerdo mucho porque no entraba en casa. Del trabajo al bar, en casa no abría la boca, y si la abría era para bocear; y luego en los bares era un fiera. Siempre he sabido que nací por casualidad, algún día que llegó mi padre borracho. Recuerdo a mi madre siempre enfadada, supongo que por la menopausia, siempre irritable, histérica, resabiada, de vuelta de todo. Yo fui un hijo no deseado, nací por error y lo percibía.

Ya por entonces sentía que era un basurilla, un desheredado, un mierda seca sin futuro. Lo curioso, o no, es que todo el mundo sabía y me hacían saber que mi sino sería fracasar. Tenía que apestar ya a fracaso, y aunque hoy me hace gracia recordarlo, por aquel entonces me hacía daño que la gente me despreciase e hiciesen cábalas sobre mi futuro de mierda, delante mio. No se cortaban, al fin y al cabo qué coño les importaba, me veían como un ser inferior a ellos. Pero joder, era un tierno infante, tenía mi corazoncito, tenía sentimientos, sólo quería agradar, ser como mis amiguitos, que tenían unas familias de puta madre y se criaron sanos mentalmente gracias a una cosa que llaman "cariño". No entendía por qué yo era repudiado y ellos apreciados, se supone que los niños son adorables en sí mismos. Pero de eso nada, ya de niño tanto tienes tanto vales y tanto se te apreciará.
Mi mente no entendía el porqué de mi mala suerte, entonces me ideé una respuesta, me convencí firmemente de que todo lo que me pasaba me lo merecía, que era lo normal, que el desprecio que percibía era lo que merecía. Y ahí empezaron mis traumas, mi única posesión, los cimientos sobre los que se construyó mi personalidad actual.

No recuerdo ni un solo día, ni un solo instante en que me haya sentido solo en los 80. Siempre me sentí acompañado por mí, que era mi mejor amigo y con quien podía fantasear y sorprenderme a mí mismo de mi capacidad de inventarme vidas paralelas, películas, ilusiones. Supongo que los autistas somos más dados a la imaginación que los demás, al no tener la capacidad de relacionarnos con otros, desarrollamos un complejo mundo interior. Como un ciego desarrolla el oído o el olfato para suplir la falta de visión.

Y eso que algunos dicen de los VHS, las consolas, de salir los domingos a los bares con los padres, y demás cosas chachis. Ni por asomo, ni de coña, sólo en mi mente. Por las noches cuando me metía en la cama, antes de dormirme, con la luz apagada; me creaba un escenario con todo lujo de detalles donde poder vivir. Me imaginaba una casa sin goteras, ni voces, ni miedos a un padre alcohólico. Una casa de serie televisiva americana, con muchos juguetes en la habitación, con la nevera llena de comida y bollos de chocolate y crema para después del cole, con padres comprensivos y de voz dulce que explicaban y daban lecciones vitales a sus hijos, un mundo donde la niña que me gustaba del cole se fijaba en mí y sabía que existía. Un puto mundo donde yo existiese y no fuese un mero espectro imperceptible para los demás.

Sí, ya sé que es curioso que en la cabeza de un asocial se cree un mundo paralelo con todo lujo de detalles donde uno es super popular, querido e integrado en la sociedad. Mi cerebro gastaba todos sus recursos en crear un matrix ideal y a mi medida. Y lo creó tan perfecto que nunca salgo de él, lo prefiero al mundo real.

Con los años cada vez me cuesta más mantener el matrix, las neuronas se mueren y no se reponen, uno se va haciendo perezoso mentalmente, y cada vez el mundo interior es más difuso. Menos detallado, menos exacto, y es a través de esas fisuras donde empieza a penetrar la soledad, que devora todo el mundo de fantasía. Supongo que cuando mi mundo interior, mi fantasía, haya desaparecido porque mi cerebro no pueda mantenerla, y me dé cuenta de lo que me rodea y de quién soy en realidad con respecto a mi entorno. Entonces sí, ahí sí que sentiré la más absoluta de las soledades posibles.

Qué magnífica historia. Por cosas como esta me registré en este foro de mierda.

Amigo, aunque mis padres fueron unos benditos comparados con los suyos, quién más y quién menos tiene historias similares a la suya, sobre todo en este foro de taraos. En mi caso, que llevé lo mío y no poco, lo que me generó toda la mierda de mi niñez/adolescencia fue un sentido de la épica del que disfruto con fruición.

En ocasiones, la vida me regala un encuentro con alguno de los seres que fueron más afortunados que yo, o que participaron (por acción u omisión) en la construcción de mis miserias. Les veo con sus mujeres de derribo, sus monos de trabajo, sus vidas de mierda, cargados de críos, ojeras y arrugas; hechos unos adefesios, aplastados por toda la vulgaridad que su vida les ha traído, y me descojono.

Me gusta ganar al póker con malas cartas y en la vida también. A estas alturas, a la mayoría de mediomierdas a los que tenía que ganar, ya les he ganado. Otros siguen en la lista. Afortunadamente, porque así tendré la oportunidad de verlos morder el polvo, y seguir disfrutando.

Para ver este contenido, necesitaremos su consentimiento para configurar cookies de terceros.
Para obtener información más detallada, consulte nuestra página de cookies.
 
Yo en el año 87 no sabía lo que era la soledad, no como la conozco hoy. Creo que fue el año que hice la comunión, mi única abuela aún vivía, un ser maravilloso que irradiaba amor. Por parte de mis padres me sentía aborrecido, nunca un abrazo, nunca un beso, nunca se preocuparon por mí ni me preguntaba qué tal me iba. Me sentía como un estorbo en una familia numerosa y pobre (humilde se dice ahora), con una madre que me tuvo con cuarentaitantos y un padre que no le recuerdo mucho porque no entraba en casa. Del trabajo al bar, en casa no abría la boca, y si la abría era para bocear; y luego en los bares era un fiera. Siempre he sabido que nací por casualidad, algún día que llegó mi padre borracho. Recuerdo a mi madre siempre enfadada, supongo que por la menopausia, siempre irritable, histérica, resabiada, de vuelta de todo. Yo fui un hijo no deseado, nací por error y lo percibía.

Ya por entonces sentía que era un basurilla, un desheredado, un mierda seca sin futuro. Lo curioso, o no, es que todo el mundo sabía y me hacían saber que mi sino sería fracasar. Tenía que apestar ya a fracaso, y aunque hoy me hace gracia recordarlo, por aquel entonces me hacía daño que la gente me despreciase e hiciesen cábalas sobre mi futuro de mierda, delante mio. No se cortaban, al fin y al cabo qué coño les importaba, me veían como un ser inferior a ellos. Pero joder, era un tierno infante, tenía mi corazoncito, tenía sentimientos, sólo quería agradar, ser como mis amiguitos, que tenían unas familias de puta madre y se criaron sanos mentalmente gracias a una cosa que llaman "cariño". No entendía por qué yo era repudiado y ellos apreciados, se supone que los niños son adorables en sí mismos. Pero de eso nada, ya de niño tanto tienes tanto vales y tanto se te apreciará.
Mi mente no entendía el porqué de mi mala suerte, entonces me ideé una respuesta, me convencí firmemente de que todo lo que me pasaba me lo merecía, que era lo normal, que el desprecio que percibía era lo que merecía. Y ahí empezaron mis traumas, mi única posesión, los cimientos sobre los que se construyó mi personalidad actual.

No recuerdo ni un solo día, ni un solo instante en que me haya sentido solo en los 80. Siempre me sentí acompañado por mí, que era mi mejor amigo y con quien podía fantasear y sorprenderme a mí mismo de mi capacidad de inventarme vidas paralelas, películas, ilusiones. Supongo que los autistas somos más dados a la imaginación que los demás, al no tener la capacidad de relacionarnos con otros, desarrollamos un complejo mundo interior. Como un ciego desarrolla el oído o el olfato para suplir la falta de visión.

Y eso que algunos dicen de los VHS, las consolas, de salir los domingos a los bares con los padres, y demás cosas chachis. Ni por asomo, ni de coña, sólo en mi mente. Por las noches cuando me metía en la cama, antes de dormirme, con la luz apagada; me creaba un escenario con todo lujo de detalles donde poder vivir. Me imaginaba una casa sin goteras, ni voces, ni miedos a un padre alcohólico. Una casa de serie televisiva americana, con muchos juguetes en la habitación, con la nevera llena de comida y bollos de chocolate y crema para después del cole, con padres comprensivos y de voz dulce que explicaban y daban lecciones vitales a sus hijos, un mundo donde la niña que me gustaba del cole se fijaba en mí y sabía que existía. Un puto mundo donde yo existiese y no fuese un mero espectro imperceptible para los demás.

Sí, ya sé que es curioso que en la cabeza de un asocial se cree un mundo paralelo con todo lujo de detalles donde uno es super popular, querido e integrado en la sociedad. Mi cerebro gastaba todos sus recursos en crear un matrix ideal y a mi medida. Y lo creó tan perfecto que nunca salgo de él, lo prefiero al mundo real.

Con los años cada vez me cuesta más mantener el matrix, las neuronas se mueren y no se reponen, uno se va haciendo perezoso mentalmente, y cada vez el mundo interior es más difuso. Menos detallado, menos exacto, y es a través de esas fisuras donde empieza a penetrar la soledad, que devora todo el mundo de fantasía. Supongo que cuando mi mundo interior, mi fantasía, haya desaparecido porque mi cerebro no pueda mantenerla, y me dé cuenta de lo que me rodea y de quién soy en realidad con respecto a mi entorno. Entonces sí, ahí sí que sentiré la más absoluta de las soledades posibles.

:121:121:121:121:121:121:121:121:121
Yo a Entelequia lo invitaba a unas cañas y a unas tapas si viviera cerca.

Qué magnífica historia. Por cosas como esta me registré en este foro de mierda.

Vive dios que sí. Por cosas como esta nuestro chatarrero favorito es el número uno del foro actualmente y la mejor razón para justificar el foro y nuestra permanencia en él.
 
Como os gusta la mierda, cabrones. Disfrutáis revolcándoos en la inmundicia ajena, como cerdos en un charco de fango.
 
Con los años cada vez me cuesta más mantener el matrix, las neuronas se mueren y no se reponen, uno se va haciendo perezoso mentalmente, y cada vez el mundo interior es más difuso. Menos detallado, menos exacto, y es a través de esas fisuras donde empieza a penetrar la soledad, que devora todo el mundo de fantasía. Supongo que cuando mi mundo interior, mi fantasía, haya desaparecido porque mi cerebro no pueda mantenerla, y me dé cuenta de lo que me rodea y de quién soy en realidad con respecto a mi entorno. Entonces sí, ahí sí que sentiré la más absoluta de las soledades posibles.

Espeluznante el relato / experiencia vital. Según llegue a casa voy a dar un abrazo a mis hijos imaginarios...
 
Veo que comprais el postureo victimista de Entelequia sin mayores reparos.

A mi no me la das macho, esa pose de loser esta mas vista que el tebeo :lol:
 
En realidad Entelequia vive en una casa apareada con jardín, tiene un 4x4 nuevecito con el maxi-cosi para el crío y está casado con una directora de sucursal bancaria. Lo de aquí es el personaje que se ha creado.
 
En realidad Entelequia vive en una casa apareada con jardín, tiene un 4x4 nuevecito con el maxi-cosi para el crío y está casado con una directora de sucursal bancaria. Lo de aquí es el personaje que se ha creado.

Eso sería un puntazo, qué hijoputa :lol::lol::lol:
 
Le contaba a mi parienta lo que me habian regalado en la mia, 12.000 pesetas en una cartilla a mi nombre de la que nunca mas supe de ella, unas kelme, un chandal sin marca, un walkman y un plumier/estuche de aquellos de dos caras que le apretabas un boton y salia el sacapuntas, apretabas otro y se abria un cajoncillo

Al dia siguiente fui a la escuela con mi estuche/plumier mas contento que todo...

Joder con El Niño pera, yo ni recuerdo lo que me regalaron, pero lo puedo imaginar, algunas perras que se habrán quedado en el bolsillo de mis padres, día de pic nic en un bosque en medio de la ciudad, sillas, mesas, comida en tupers...la tarta la haría mi madre, supongo.


qué rabia y frustración...ah, no. Espera, que me la pasé bomba.
 
Última edición:
:121:121:121:121:121:121:121:121:121
Vive dios que sí. Por cosas como esta nuestro chatarrero favorito es el número uno del foro actualmente y la mejor razón para justificar el foro y nuestra permanencia en él.

Su prosa ha llegado, brevemente, a mi corazon....brevemente, luego me meto a ver cosas en el pornhub y se me pasan esas moñerias.

Como os gusta la mierda, cabrones. Disfrutáis revolcándoos en la inmundicia ajena, como cerdos en un charco de fango.

Como sabe lo que nos gusta amijo ;)

En realidad Entelequia vive en una casa apareada con jardín, tiene un 4x4 nuevecito con el maxi-cosi para el crío y está casado con una directora de sucursal bancaria. Lo de aquí es el personaje que se ha creado.

Pues como sea del BBVA o Bankia o Caja España, le quedan dos telediarios para el finiquito de 20 dias trabajados por año con un maximo de 2 para caer en la espiral de desahucio hipotecario, divorcio y me llevo a los niños a casa de mi madre que no me entiendes.... asi que casi mejor que siga siendo un asocial, le saldrá mas barato.

Los 80.... anda que no hay hilos en forocs por ahi del remembering old good times.

Los 80 son un tiempo de plomo brutal, aborregados por la sociatada de mayoria absoluta, droga en las calles, bestialidad generalizada, ETA matando gente, las Autonomías formando lo que en 20 años seria un puto desastre etc etc. Tiempos brutiferos.

Entonces te apañabas con lo que había. Consola en casa, no, no hubo, no les miento, cosas de los padres.... Tele, pues los dibus de la 2, las series miticas como V o El equipo A, y poco mas. Desde el año 85 video VHS en mi casa, con una tarjeta de alquiler, era el puto amo. Juegos mayormente terminado en ostias en el descampao, que no parque, donde años despues la burbuja inmobiliaria hizo miles de pisos para gilis con hipotecas a 40 años; Biblioteca pública, donde me devoraba comics a mansalva y te podias tirar horas y horas. Joder NO ESTABAMOS TAN MAL, al menos no nos caen bombas como los Sirios. Entonces había poca multimedia si, pero si te lo currabas mas allá de un misero click de ordenador, era una epoca dorada. Bueno y las pajas claro, con catalogos del Venca y alguna Playboy o Lib de contrabando en el cole je je. :lol:
 
Última edición:
De los ochenta no me acuerdo mucho porque era un niñato pero me acuerdo de los noventa, cuando Telecinco emitía dibujos animados a la hora de Sálvame, y nada menos que Lupín.
 
Hostia. El catalogo de venga.

La de pajas que cayeron con la sección de ropa interior

Enviado desde mi VF-895N mediante Tapatalk
 
Entonces te apañabas con lo que había. Consola en casa, no, no hubo, no les miento, cosas de los padres.... Tele, pues los dibus de la 2, las series miticas como V o El equipo A, y poco mas. Desde el año 85 video VHS en mi casa, con una tarjeta de alquiler, era el puto amo. Juegos mayormente terminado en ostias en el descampao, que no parque, donde años despues la burbuja inmobiliaria hizo miles de pisos para gilis con hipotecas a 40 años; Biblioteca pública, donde me devoraba comics a mansalva y te podias tirar horas y horas. Joder NO ESTABAMOS TAN MAL, al menos no nos caen bombas como los Sirios. Entonces había poca multimedia si, pero si te lo currabas mas allá de un misero click de ordenador, era una epoca dorada. Bueno y las pajas claro, con catalogos del Venca y alguna Playboy o Lib de contrabando en el cole je je. :lol:

Tal cual. Teníamos poco pero nos apañábamos entre nosotros. Hacías piña con tus amiguetes del cole, del barrio o de lo que tuvieras más cerca. La pertenencia al grupo era lo que daba fuerza.

Ahora tenemos montones de chorradas, móviles y apps. Pero a la hora de la verdad, cuando propones ir a echar unas birras un domingo por la tarde, más de la mitad te dicen que están demasiado ocupados soportando el peso de sus cojones en el sofá. Y eso los solteros, con los casados es una odisea.
 
Hay que joderse, me siento muy identificado con Entelequia. Y muy buena prosa, todo sea dicho. Es verdad que, ocasionalmente, salen buenas chichas del forro este.

Los que somos hijos del odio tenemos una misión clara en la vida, que es interrumpir la dinámica que llevó a nuestros padres odiados por los suyos a ser odiados por ellos.

Los 80, por no cortar el rollo, la definiría como una época más pura que ahora. Salíamos de una terrible edad oscura a dar nuestras primeras bocanadas de aire del mundo real y moderno. Esto último, nunca podrá ser completado como ciclo dada la negrura cultural que nos contamina desde que el primer español (del Opus, probablemente) le metió un navajazo al segundo por tener la polla más grande.

¿Cuántas partidas podíamos llegar a echar con una nintendo de aquellas con juegos monocromo y media docena de movimientos? ¿Cuántas veces nos releímos los Astérix y los Tintines, por poner dos ejemplos?
 
Última edición:
Yo no lo echo de menos. Sencillamente me adecuo a la época que me toca vivir. Y en la que estoy ahora, con las cosas que tengo a mi alcance, estoy encantada.
Pero tampoco reniego de lo que me tocó vivir, era lo que había y ya está.

Imagino que si ahora pillara el Delorean, lo pasaría francamente mal allí. Pero yo me considero una superviviente.
De hecho cuando llegue el apagón virtual, o los zombies, también me pillarán preparada. ;)


Una mujer prepper... ¿y qué más?



Yo en el año 87 no sabía lo que era la soledad, no como la conozco hoy. Creo que fue el año que hice la comunión, mi única abuela aún vivía, un ser maravilloso que irradiaba amor. Por parte de mis padres me sentía aborrecido, nunca un abrazo, nunca un beso, nunca se preocuparon por mí ni me preguntaba qué tal me iba. Me sentía como un estorbo en una familia numerosa y pobre (humilde se dice ahora), con una madre que me tuvo con cuarentaitantos y un padre que no le recuerdo mucho porque no entraba en casa. Del trabajo al bar, en casa no abría la boca, y si la abría era para bocear; y luego en los bares era un fiera. Siempre he sabido que nací por casualidad, algún día que llegó mi padre borracho. Recuerdo a mi madre siempre enfadada, supongo que por la menopausia, siempre irritable, histérica, resabiada, de vuelta de todo. Yo fui un hijo no deseado, nací por error y lo percibía.

Ya por entonces sentía que era un basurilla, un desheredado, un mierda seca sin futuro. Lo curioso, o no, es que todo el mundo sabía y me hacían saber que mi sino sería fracasar. Tenía que apestar ya a fracaso, y aunque hoy me hace gracia recordarlo, por aquel entonces me hacía daño que la gente me despreciase e hiciesen cábalas sobre mi futuro de mierda, delante mio. No se cortaban, al fin y al cabo qué coño les importaba, me veían como un ser inferior a ellos. Pero joder, era un tierno infante, tenía mi corazoncito, tenía sentimientos, sólo quería agradar, ser como mis amiguitos, que tenían unas familias de puta madre y se criaron sanos mentalmente gracias a una cosa que llaman "cariño". No entendía por qué yo era repudiado y ellos apreciados, se supone que los niños son adorables en sí mismos. Pero de eso nada, ya de niño tanto tienes tanto vales y tanto se te apreciará.
Mi mente no entendía el porqué de mi mala suerte, entonces me ideé una respuesta, me convencí firmemente de que todo lo que me pasaba me lo merecía, que era lo normal, que el desprecio que percibía era lo que merecía. Y ahí empezaron mis traumas, mi única posesión, los cimientos sobre los que se construyó mi personalidad actual.

No recuerdo ni un solo día, ni un solo instante en que me haya sentido solo en los 80. Siempre me sentí acompañado por mí, que era mi mejor amigo y con quien podía fantasear y sorprenderme a mí mismo de mi capacidad de inventarme vidas paralelas, películas, ilusiones. Supongo que los autistas somos más dados a la imaginación que los demás, al no tener la capacidad de relacionarnos con otros, desarrollamos un complejo mundo interior. Como un ciego desarrolla el oído o el olfato para suplir la falta de visión.

Y eso que algunos dicen de los VHS, las consolas, de salir los domingos a los bares con los padres, y demás cosas chachis. Ni por asomo, ni de coña, sólo en mi mente. Por las noches cuando me metía en la cama, antes de dormirme, con la luz apagada; me creaba un escenario con todo lujo de detalles donde poder vivir. Me imaginaba una casa sin goteras, ni voces, ni miedos a un padre alcohólico. Una casa de serie televisiva americana, con muchos juguetes en la habitación, con la nevera llena de comida y bollos de chocolate y crema para después del cole, con padres comprensivos y de voz dulce que explicaban y daban lecciones vitales a sus hijos, un mundo donde la niña que me gustaba del cole se fijaba en mí y sabía que existía. Un puto mundo donde yo existiese y no fuese un mero espectro imperceptible para los demás.

Sí, ya sé que es curioso que en la cabeza de un asocial se cree un mundo paralelo con todo lujo de detalles donde uno es super popular, querido e integrado en la sociedad. Mi cerebro gastaba todos sus recursos en crear un matrix ideal y a mi medida. Y lo creó tan perfecto que nunca salgo de él, lo prefiero al mundo real.

Con los años cada vez me cuesta más mantener el matrix, las neuronas se mueren y no se reponen, uno se va haciendo perezoso mentalmente, y cada vez el mundo interior es más difuso. Menos detallado, menos exacto, y es a través de esas fisuras donde empieza a penetrar la soledad, que devora todo el mundo de fantasía. Supongo que cuando mi mundo interior, mi fantasía, haya desaparecido porque mi cerebro no pueda mantenerla, y me dé cuenta de lo que me rodea y de quién soy en realidad con respecto a mi entorno. Entonces sí, ahí sí que sentiré la más absoluta de las soledades posibles.

Pero que bien escribe el cabronazo.

Lo de los mundos paralelos creo que a partir de cierto nivel intelectual y grado de alienación, son Inevitables. Yo vivo en un mundo anillo en todo su apogeo y mucho más variado que el de Larry Niven.
 
Última edición por un moderador:
Mejores tiempos, sin duda.

las pajas con porno son para degenerados, aquellas sí eran pajas
salir a la calle, verse en las plazas, zanganear
lo bueno si breve dos veces bueno ¿se decía así?
tener libros, leerlos, pero leerlos bien, no como ahora, que lees con un ojo al gato y otro al garabato, siempre pendiente de cosas más superficiales
conseguir un casette y aprenderlo sin entenderlo de tanto oírlo

ahora nada llena, antes hasta los sucedáneos sabían a auténticos, ahora hasta lo auténtico sabe a sucedáneo.


Ahora mismo todo es de usar y tirar. Seguro que todos tenemos un montón de CDs de música y películas que ni siquiera se han oído o visto una sola vez.

En esa época se escuchaban las cassettes hasta que se te enrollaban y al tirar la partías.

En los 80 para evitar la soledad te ibas al bar, como en los 70, los 60, los 50...

y con la melopea, a casa, paja y a sobar.

fin.

Y las emisoras de radioaficionados, no te olvides de ese fantástico invento.

Breiko, breiko...Aquí romeo-alfa-india-charlie-oscar-romeo-tango-oscar ¿alguien me da copia? ¿alguien tiene copia?


Hostia. El catalogo de venga.

La de pajas que cayeron con la sección de ropa interior

Soy pobre y tengo una mierda de VF-895N con mogollón de fotos de pollas


Que alegría cuando se adivinaba pelo entre los encajes!
 
Los 80 fueron una época mágica para mí: me hicieron descubrir mi pasión por las tías extranjeras, especialmente las alemanas.

Pero...¡¡¡ay!!!. La que tuve la desgracia de conocer cierta tarde en que cogía el bus de regreso a casa, fué la peor tipa que te podías echar a la cara.:93

Lo más horroroso era que salías a la calle y muchos yonkies o gente chunga o marginal te paraba para pedirte dinero. Era como una plaga...Me acuerdo cierta anécdota de uno que vino medio colocao y en su "gracia" característica pidió que le dieran "un peluco". Nosotros no teníamos ni puñetera idea qué era "un peluco". Y el tío insistía, no había manera de quitárselo de encima.
 
Treinta años después hay quien no ha tenido tiempo de forjarse una personalidad. Tampoco le ha servido casi media vida para aprender a sacarle provecho al presente ni para dejar de odiar a su yo pasado.

Hay que joderse.

A estas alturas de la película dar pena ya no se lleva hombre. Hágase usted un poco adulto y verá cómo le va mejor.
 
Los 80 fueron una época mágica para mí....

Eso es lo que dicen todos, todo era mas natural, sin tanta tecnología la mejor generación y blah blah... pero me pregunto ¿sera verdad? yo no pude vivir esa época de "oro" a mi me gusta mucho la música como tal, Queen en su apogeo, la moda de mierda, Mecano, Pablo Escobar, Atari, una década llena de acontecimientos históricos que cambiaron todo.

¿pero de verdad con todo eso uno igual se sentía solo?
 
Última edición:
La verdad es que el subnormal de Verruga-Duendec-Entelequia puede alcanzar las más cimeras glorias de la prosa cuando se pone a ello. Difícil superar ese relato de la miseria, el desprecio, la alienación, la pobreza y la falta de afecto. Cosas como esta salvan al foro de mierdas como las hagiografías franquistas y los desbarres xenófobos del bobo de estacas.

Y la verdad es que ese relato en parte sostiene lo que digo. En su infancia ochentera tuvo que construirse un refugio mental. Porque no existía el foro, ni las palmaditas de afecto que hoy le damos todos. Su único sostén era él mismo y su imaginación. Hoy puede chapotear en esta pocilga, expresarse, echar fuera sus demonios, hacer catarsis, encontrar tarados similares. ¿Dónde podría haberse expresado en los 80? ¿En el confesonario? ¿Escribiendo su historia al Superpop a ver si la publicaban?

Por lo demás, no pueden compararse peras y manzanas. Una juventud ochentera no puede equipararse a una infancia en la misma década. Yo mismo no llegué a sentirme solo jamás hasta la adolescencia. Curiosamente, recuerdo muy pocos episodios negativos en mi vida antes de que empezasen a gustarme las mujeres. Y desde luego, este hilo no va de artefactos nostálgicos o de si la música de los 80 molaba más o menos. Simplemente trataba de expresar que la evolución social y tecnológica nos pone al alcance de la mano una soledad muy diferente, con muchas más opciones de expresarnos, comunicarnos o buscar al otro bicho raro, al roto para el descosido.
 
Última edición:
Sea como fuere, el relato del amargado traidor de Stavroguin también está bien como elemento de reflexión. Diríase al leerlo que en los 80, época que corresponde a mi niñez, la gente apenas si podía entretenerse o conectar con el otro por la falta de medios interneteros, telefónicos o de entretenimiento mediático, mucho más escasa que hoy. Sin embargo la realidad es muy otra. Es precisamente esta sobreabundancia de medios la que hace que hoy día estemos más alejados que nunca. Antes un grupo de amigos reunidos en un bar charlaban los unos con los otros; ahora la estampa de un corrillo en un bar no se entiende si no están todos mirando un teléfono, aislándose. Los que vayáis en metro o en autobús levantad la mirada y echad un día un vistazo alrededor:

AGHHLQQ.jpg


¿Qué cojones le pasa al tío ese?

¿Qué cojones le pasa a la abuela esta?
1442920296_941568_1442998520_noticia_normal.jpg


¿Por qué no está mirando a la pantalla, por qué no está "conectada"?


Y luego también está el sentimiento que los ingleses y americanos han bautizado como FoMO, Fear of missing out, la sensación de que ahí fuera hay una fiesta y tú te la estás perdiendo. Tanta sonrisa profidén en tanto muro de Facebook, tanta fotito guay luciendo palmito en Instagram, tantos putos pies en la playa, tanta foto de gintonics, tanta gente de POSTUREO exhibiendo una ficticia felicidad o una vida aparentemente fascinante hacen que el mortal común sienta por un lado esa sensación de estar perdiéndose algo y por otro la angustia social de deber estar conectado y compartiendo vivencias y estar al tanto de las que comparten los demás.

Tantas opciones de expresarnos, de comunicarnos, tanta mierda y al final la gente cada vez tiene menos que decir y a menos gente. Dudo mucho que si preguntáramos al ochentero medio acerca de cómo de solo se siente el resultado fuera siquiera parecido al del fulano medio de hoy día. Tanta internet y tanto teléfono y tanta red social y tanta polla y la soledad se come a la mitad de la población, por más que tengan 500 amigos en su Facebook y no les deje de pitar el puto Whatsapp. Que internet y los medios han contribuido a acercar más un millón de cosas no lo duda nadie, que esto no significa estar menos solos, tampoco.
 
Gente de 34 años recordando las grandes vidas que llevaban allá por 1983.

Mola, sí :lol:
 
Arriba Pie