Podrán decir misa en arameo si quieren, pero es evidente por sus films que les fascina la violencia, o el efecto de ella en el espectador, o lo que coño sea, pero es así. Y a mí me parece bien, ojo, están en su perfecto derecho a plasmar lo que les de la gana, unas veces me llegan, las menos, y otras no, las más, pero oye, allá ellos.
Lo que no me parece bien es que intenten ir "de otra cosa". Si te sale de los cojones (y del guión) que violen a una tía en un pasadizo o que un poli se haga una paja delante de dos adolescentes, pues perfecto, pero no me digas que es porque tu conciencia te obliga a adoctrinar y bla bla bla.