Habia una niña endemoniada parecida en mi clase, siempre hablando de sus tetas, de su depilación... pero lo que molaba de ella, era la manera de hablar. Era chula, muy chula. Se encaraba con los tios, a sabiendas de que podiamos partirle la boca de un ostion, pero a sabiendas tambien que la mayoria de nosotros, teniamos un minimo de educación, y que jamas golpeariamos a una chica sin que este fuera su deseo explicito.
Sandra, abandono el instituto a los 14 años. Cuando salió por la puerta de clase, el último dia que asistio, lo unico que hizo, fue girarse con una mueca de odio, mirarme, y con una combinacion gestual, decirme: "tu me vas a chupar el ojo del culo", a lo que yo respondí en voz alta "ANCHANTÉ".
Hará unos dos años, que a unos amigos mios se les antojó ir a un local bailarinas, para disfrutar con el espectaculo. Yo, que por aquella epoca estaba asqueado del trato mutuo de "objeto" que nos profesabamos las hembras y yo, tras un fracaso emocional, aunque con cierta desidia, accedi a acompañarles. Lo cierto es que, consiguieron animarme durante el rato de copas que estuvimos, ni siquiera me di cuenta que no me habia metido ni una loncha.
Pero llegó el momento de ir a aquel local. A mi me parecia buena idea en aquel momento, incluso me hizo cierta ilusion, he de reconocer. No pudiendo evitarlo, nada más llegar, hice lo que hago siempre, apoyar un codo en la barra, encenderme un cigarro y pedirme un vodka con limon.
En aquel mundo sordido, todo el mundo sonreia, le gustara o no le gustara su vida, eso no importaba, estaban alli solo para agradarnos a los demas. Esto me produjo una extraña sensación de incomodidad, que duró hasta que vi el primer coño.
Pasadas dos o tres chicas, reparé en una que llevaba antifaz, salio con una especie de latigo, pero cortito y rigido, y entonces me di cuenta. Sandra estaba alli arriba, meneandose como si quisiera partirme la cadera cabalgandome. Mis amigos me increpaban, animandome a subir con ella, pero el hecho de verla alli, a una tipa "dura" contoneandose, arrastrandose y poniendome todo lo que podia ponerme de su anatomia, en pleno rostro, me hizo sentirme sucio. Cuando lo unico que le quedaba puesto era el antifaz se tumbo ante mi, abrió las piernas de "par en par" et voilá, volvio a hacerme aquella muda seña "tu me vas a chupar el ojo del culo", a lo que yo volvi a contestar "anchante".
Minutos despues de que acabara su numero, salio de detras del escenario, con una bata escudriñando a la gente, buscandome.
"Me invitas a una copa, Benito?"
Me picaba la curiosidad de como habia acabado haciendo aquello, pero mientras ella me lo contaba, yo solo podia pensar en su coño, haciendo circulos ante mi cara y entonces se me fue el subsconsciente a la faringe, e interrumpiendo su conversacion, me broto: "Quiero follarte".
La miré sorprendido, dudando si lo habia dicho en voz alta o solo lo habia pensado. Ella me lo aclaró rapidamente, se levantó y se marchó por detrás del escenario. A mi, vino un portero y me invitó a salir "por molestar a las chicas", pero para mi eso carecia de sentido, habia interrumpido a aquella chica contandome su historia con la frase que probablemente más escuchaba.
Mientras yo andaba por el callejon de atras, buscando una superficie donde desacer la roca, escuche nitidamente: "pues follame", y al girarme buscando la procedencia de mi alucinación, la vi, con la puerta del garito abierta, sentada sobre una caja de frigorifico.
Sandra, era chula, muy chula y no se achantaba para nada.