Libros Ladrillos de nuestra vida (Fragmentos memorables y relatos breves)

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No es que sea un fragmento muy memorable, pero clara bastantes cosas de 2001: una odisea del espacio.

3001: Odisea final rebuznó:
Llámenlos los primogénitos. Aunque ni remotamente eran seres humanos, eran de carne y sangre y, cuando miraron hacia afuera, a través de las profundidades del espacio, sintieron pavor reverencial y curiosidad... y soledad. No bien poseyeron el poder, empezaron a buscar camaradería entre las estrellas.
En sus exploraciones se toparon con vida en muchas formas, y observaron la obra de la evolución en mil mundos. Vieron cuan a menudo los primeros chisporroteos tenues de inteligencia brillaban y se extinguían en la noche cósmica.
Y debido a que en toda la Galaxia no habían encontrado algo más precioso que la Mente, fomentaron su alborear por doquier. Se convirtieron en labradores en los campos de las estrellas: sembraban y, en ocasiones, cosechaban.
Y, en ocasiones, sin apasionamiento alguno, tenían que erradicar los cultivos desviados.
Los grandes dinosaurios habían desaparecido hacía ya mucho, su promesa matutina aniquilada por un mazazo al azar proveniente del espacio, cuando la nave de exploración ingresó en el Sistema Solar después de un viaje que ya había durado mil años. Pasó al lado de los congelados planetas exteriores, hizo una breve detención por encima de los desiertos del agonizante Marte, y pronto miró hacia la Tierra.
Extendiéndose por debajo de ellos, los exploradores vieron un mundo en el que pululaba la vida. Durante años estudiaron, recogieron, catalogaron. Cuando hubieron aprendido todo lo que pudieron, empezaron a introducir modificaciones. Manipularon, con irregular habilidad, el destino de muchas especies, tanto en tierra como en los mares. Pero cuál de sus experimentos iba a rendir frutos, no lo podrían saber hasta dentro de un millón de años cuando menos.
Eran pacientes, pero aún no eran inmortales. ¡Había tanto por hacer en ese universo de cien mil millones de soles, y otros mundos estaban llamando! Así que, una vez más, partieron hacia el abismo, conscientes de que nunca más volverían a esos parajes, y tampoco había necesidad de que lo hicieran: los servidores que habían dejado atrás harían el resto.
 
*****

- ¡Te has cubierto de gloria!

- No sé qué es lo que quiere decir con eso de la «gloria» -observó Alicia.

Humpty Dumpty sonrió despectivamente.

- Pues claro que no..., y no lo sabrás hasta que te lo diga yo. Quiere decir que «ahí te he dado con un argumento que te ha dejado bien aplastada».

- Pero «gloria» no significa «un argumento que deja bien aplastado» -objetó Alicia.

Cuando yo uso una palabra -insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso- quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos.

- La cuestión -insistió Alicia- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.

- La cuestión -zanjó Humpty Dumpty- es saber quién es el que manda..., eso es todo.

Diálogo de Alicia a Través del Espejo (Lewis Carroll)
 
Empalamiento de Caupolicán (La Araucana III,24)

Descalzo, destocado, a pie, desnudo,
dos pesadas cadenas arrastrando,
con una soga al cuello y grueso ñudo,
de la cual el verdugo iba tirando,
cercado en torno de armas y el menudo
pueblo detrás, mirando y remirando
si era posible aquello que pasaba
que, visto por los ojos, aún dudaba.

Desta manera, pues, llegó al tablado,
que estaba un tiro de arco del asiento
media pica del suelo levantado,
de todas partes a la vista esento;
donde con el esfuerzo acostumbrado,
sin mudanza y señal de sentimiento,
por la escala subió tan desenvuelto
como si de prisiones fuera suelto.

[...]

Esto dicho y alzando el pie derecho
( aunque de las cadenas impedido )
dio tal coz al verdugo que gran trecho
le echó rodando abajo mal herido;
reprehendido el impaciente hecho,
y él del súbito enojo reducido,
le sentaron después con poca ayuda
sobre la punta de la estaca aguda.

No el aguzado palo penetrante
por más que las entrañas le rompiese
barrenándole el cuerpo, fue bastante
a que al dolor intenso se rindiese:
que con sereno término y semblante,
sin que labrio ni ceja retorciese,
sosegado quedó de la manera
que si asentado en tálamo estuviera.

Duele, incluso, leerlo.
 
Después de leer los fragmentos que ustedes han posteado.Excelentes todos ellos, me he permito la licencia de postear uno de un escritor poco conocido."LLegué a este puerto con poco equipaje:cuatro camisas,mis instrumentos de caligrafía y un corazón en un frasco de vídrio.Las camisas estaban remendadas y con manchas de tinta,a mis plumas las había arruinado el aire del mar.El corazón en cambio,lucía intacto,indiferente al viaje,a las tormentas,a la humedad del camarote.Los corazones solo se gastan en vida,después,ya nada les hace daño."El caligrafó de Voltaire" P.Santís
 
Aun siendo extraño, que un agnostico como yo publique un texto de la "Sagrada Biblia", os dejo ahi un gran parrafo del Apocalipsis, en concreto la apertura del tercer sello (6: 5-6):

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino .
 
Fragmento de "Pulp", por Charles Bukowsky

Me senté en un compartimiento. La camarera vino hacia mi. Llevaba una minifalda, tacones altos, una blusa transparente y sostén bien relleno. Todo le estaba demasiado pequeño: su uniforme, el mundo, su cerebro. Tenia un rostro duro como el acero. Cuando sonreía dolía. Le dolía a ella y me dolía a mi. Siguió sonriendo. Aquella sonrisa era tan falsa que se me erizaron los pelos del brazo.

(...)

Se alejo con paso suave, tratando de menear el trasero provocativamente. No lo consiguió.

De repente empece a deprimirme.

No, no Belane, me dije a mi mismo.

No dio resultado. Todo el mundo estaba jodido. No había ganadores. Solo había ganadores aparentes. Todos íbamos detrás de un montón de nada. Día tras día. Sobrevivir parecía ser lo único necesario. Y eso no parecía suficiente. No con la señora Muerte esperando. Me volvía loco cuando pensaba en eso.

No pienses en eso, Belane, me dije a mi mismo.

No dio resultado.
 
"Calamidad, s. Recordatorio evidente e inconfundible de que las cosas de esta vida no obedecen a nuestra voluntad. Hay dos clases de calamidades: Las desgracias propias y la buena suerte ajena."

-Ambrose Bierce, Diccionario del Diablo-
 
El Reverendo Sin Dios dice: En una llanura en la tierra de Shinar, todo el mundo trabajaba por un mismo fin. La humanidad entera con una meta comun, un sueño grande y noble por cuya realidad trabajaban codo con codo en aquella época previa a los ejercitos y las armas y las batallas.

Y Dios bajó la vista y vio la torre que estaban levantando, aquel sueño común de la gente, elevándose poco a poco, un poco demasiada alta para su gusto.

Y Dios dijo: He aquí a un solo pueblo.... y esto no es más que el principio de lo que van a hacer... Nada de lo que se propongan estará fuera de su alcance...

Sus palabras, en Su Biblia. Libro del Génesis, capítulo once.

Así que nuestro Dios, dice el Reverendo Sin Dios, con los brazos desnudos y los músculos de las pantorrillas punteados, con las marcas negras del pelo afeitado que le crece en todos los poros.
Dice: Nuestro Dios todopoderoso se asustó tanto que dispersó a la especie humana por toda la Tierra, y disgregó su idioma para mantener a sus hijos separados.

Parte transformista de cabaret y parte marine retirado, el Reverendo Sin Dios, con sus lentejuelas rojas centelleantes, dice: ¿Un Dios todopoderoso y es tan inseguro como para enfrentar a sus hijos entre ellos y así debilitarlos?

Dice: ¿Ese es el Dios al que se supone que tenemos que venerar?


Palahniuk. Fantasmas
 
"La cuerda que sirve al alpinista para escalar una cima sirve al suicida para ahorcarse. Hay desde el primer momento una alternativa ética: Obrar racionalmente -promoviendo aumentos en la alegría- y obrar irracionalmente -promoviendo aumentos en la tristeza."

-Antonio Escohotado, "aprendiendo de las drogas"
 
Una noche estaba yo sentado en la cama de la habitación de mi hotel, situado en Bunker Hill, en el mismo centro de Los Angeles. Era una noche importante en mi vida, ya que tenía que tomar una decisión. O pagaba o me marchaba del hotel: Eso es lo que decía la nota que la propietaria del hotel había pasado por debajo de mi puerta. Se trataba de un problema difícil que merecía mucha atención. Lo resolví apagando las luces y metiéndome en la cama.

John Fante, "Pregúntale al polvo"
 
He buscado en el buscador y no ha aparecido nada. Pongo el inicio de Lolita de Nabokov


"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta.

Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita"
 
Borges, "ficciones":

Después reflexioné que todas las cosas le suceden a uno precisamente, precisamente ahora. Siglos de siglos y solo en el presente ocurren los hechos: innumerables hombres en el aire, en la tierra y el mar, y todo lo que realmente pasa me pasa a mí...
 
POR LA NIEVE

¿Cómo se abre camino en la nieve virgen? Un hombre echa a andar, suda y blasfema, avanza sin apenas poder mover los pies, hundiéndose a cada instante en la esponjosa y profunda nieve. El hombre se marcha lejos, marcando su camino con irregulares hoyos negros. Se cansa, se acuesta en la nieve, enciende un pitillo, y el humo de la majorka se extiende en una nube azulada sobre la nieve blanca y brillante. El hombre se ha marchado lejos, pero la nube sigue suspendida en el lugar en que se había detenido a descansar: el aire es casi inmóvil. Los caminos se abren siempre en los días de calma, para que los vientos no barran los trabajos de los hombres. El hombre se marca sus propios puntos de orientación en la infinitud nevada: una roca, un árbol alto. El hombre guía su propio cuerpo por la nieve del mismo modo que un timonel dirige la barca por el río de un saliente a otro.

Tras el angosto e inseguro trazado se mueven cinco o seis hombres pegados el uno al otro, hombro con hombro. Pisan junto a la huella, pero no en ella. Al llegar a un lugar señalado de antemano regresan, y de nuevo caminan de manera que se aplaste la virgen superficie nevada, el espacio aún no hollado por pie humano alguno.

El camino está abierto. Por él puede ir gente, convoyes de trineos, tractores.

Si se sigue tras los pasos del primer hombre, huella a huella, se formará un sendero visible per dificilmente transitable y estrecho: una trocha y no un camino, lleno de hoyos por los cuales es más difícil avanzar que por la nieve virgen.

El trabajo más duro es para el primero, y cuando a éste se le agotan las fuerzas, lo reemplaza otro, de aquel mismo quinteto de cabeza. De entre los que siguen los pasos del primero, cada uno de ellos, incluso el más pequeño, el más débil, debe pisar un pedazo del manto nevado y no alguna otra huella.

Y sobre los tractores y a caballo no viajan los escritores, sino los lectores.

1956​

Con esta corta narración empiezan los "Relatos de Kolymá" de Varlam Shalámov.

Kolymá es una región situada al norte de Siberia, en la que el Gulag soviético tenía algunos de los campos de concentración más duros. Shalámov pasó bastantes años en ellos y nos lo cuenta.

La comparación fácil es Primo Levi y sus libros sobre Auschwitz, pero, en mi opinión, Shalámov es muy superior (como escritor, se entiende).

Editado para añadir al casi siempre olvidado traductor, Ricardo San Vicente, y la editorial, Mondadori.
 
cormac mccarthy - no country for oldmen

Cada momento de su vida es un giro y cada giro una elección. En algún momento usted eligió. Lo que vino fue una consecuencia. Las cuentas son escrupulosas. Todo está dibujado. Ninguna línea se puede borrar. En ningún momento he pensado que pudiera inclinar la balanza a su favor. ¿Cómo iba a hacerlo? El camino que uno sigue en la vida raramente cambia y más raramente aún lo hace de manera brusca. Y la forma de su sendero particular era ya visible desde el principio.
 
"Cada día, el cuerpo humano pierde diez mil millones de escamas de piel. Nunca os habéis preguntado que ocurre con toda esa piel muerta? No desaparece, sabéis. Los agentes del culto la recogen. También recogen las viejas cartas de amor que la gente tira cuando el amor se agria, y los Cirujanos Dolorosos del culto juntan escamas y cartas. Las rarezas resultantes se conocen como los Solteros Secos, y no son muy educados.
(...) Como ya he dicho, el culto del libro no escrito tiene varias subdivisiones. Una de ellas es la Policía Pálida. La Policía Pálida son asesinos: feos cabrones que huelen mal y sin sentido del humor. Lo que hacen es estudiar la huella del pulgar de sus víctimas, meditar sobre sus recovecos durante siete días, y luego dibujan la huella de memoria en sus cascos.
El casco es sagrado: Se usa solo una vez y luego se destruye con el cuerpo de la víctima. Creen que esto atrapa a la víctima en el laberinto de su propia huella"

Grant Morrison, de su cómic "El culto del libro no escrito" (Dibujado por Richard Case)
 
"El concepto de la angustia" de Kierkegaard

La predicación es el arte más difícil de todas y el que Sócrates realmente elogiaba: la capacidad del diálogo. Se cae de su peso que para esto no es necesario en absoluto que ninguno de los fieles presentes responda a lo que se dice, ni tampoco serviría de mucho el que uno siempre estuviese hablando. Lo que Sócrates censuraba propiamente en los sofistas -cuando hacía la distinción de que hablaban bien, desde luego, pero que no sabían dialogar- era que podían decir muchas cosas sobre cualquier tema, pero sin la menor idea del momento de la apropiación. Y cabalmente la apropiación interior es el secreto del diálogo.
 
Muy distinto es cuando nuestra veneración y nuestro cariño son ajenos a todo hábito y corresponden a una pura inclinación personal, cuando de todo corazón hemos sido el amigo o el discípulo. En estos casos, es un instante amargo y terrible aquel en el que vislumbramos de repente que la corriente dominante en nosotros quiere apartarnos de la persona querida.

Hermann Hesse, Demian
 
ruben_vlc rebuznó:
fragmento de conocimiento obligatorio para todo forero que se precie de serlo.......



“Gritó en un susurro a alguna imagen, a alguna visión, gritó dos veces, un grito que no era más que un suspiro: ´¡Ah, el horror! ¡El horror!´”



Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas

Ayer leí en el periódico que el 3 de diciembre se cumplirán 150 años del nacimiento de Joseph Conrad (y un poco más tarde dos del post de rubén... el tiempo pasa ;) ), aniversarios más bien cogidos por los pelos, pero que me ha recordado el segundo fragmento más famoso de "El corazón de las tinieblas":

-...No, es imposible, es imposible transmitir la sensación de vida que en cada época de nuestra existencia experimentamos, eso que le confiere su verdad, su significado, su sutil y penetrante esencia. Es imposible. Vivimos igual que soñamos: solos.

(Traducción de Amado Diéguez)

". . . No, it is impossible; it is impossible to convey the life-sensation of any given epoch of one's existence -- that which makes its truth, its meaning -- its subtle and penetrating essence. It is impossible. We live, as we dream -- alone. . . ."
 
Torcuato Luca de Tena, autor de "Los renglones torcidos de Dios" (pedazo de libro, por cierto), franquista y monárquico, fundador del ABC, dejó esta sentencia cachonda escrita:

En la extremísima derecha de esta extrema Derecha española, que está en la extrema derecha del mundo, hay unos hombres: esos son los integristas. Casi superpuestos con ellos, pero no del todo; muy a la derecha también, muy a la derecha, mas no tanto como los anteriores, hay otros hombres: son los progresistas

¡Grande Torcuato! :137
 
Soy un tostón con este libro, lo sé.

Era un taxi viejísimo que olía como si acabara de vomitar alguien dentro. Siempre me toca alguno de ésos cuando voy a algún sitio de noche. Pero más deprimento aún era que las calles estuvieran tan tristes y solitarias a pesar de ser sábado. Apenas se veía a nadie. De vez en cuando se cruzaba un hombre y una mujer cogidos por la cintura, o una pandilla de tíos riéndose como hienas de algo que apuesto la cabeza a que no tenía la menor gracia. Nueva York es terrible cuando alguien se ríe de noche. La carcajada se oye a millas y millas de distancia y le hace sentirse a uno aún más triste y deprimido. En el fondo, lo que me hubiera gustado hubiera sido ir a casa un rato y charlar con Phoebe. Pero, en fin, como les iba diciendo, al poco de subir al taxi, el taxista empezó a darme algo de conversación. Se llamaba Howitz y era mucho más simpático que el anterior. Por eso se me ocurrió que a lo mejor él sabía lo de los patos.
- Oiga, Howitz -le dije-. ¿Pasa usted mucho junto al lago de Central Park?
- ¿Qué?
- El lago, ya sabe. Ese lago pequeño que hay cerca de Central South Park. Donde están los patos. Ya sabe.
-Sí, qué pasa con ese lago.
- ¿Se acuerda de esos patos que hay siempre nadando por allí? ¿Viene alguien a llevárselos a alguna parte en un camión , o se van ellos por su cuenta al sur, o qué hacen? ¿Sabe por casuaidad adónde van en invierno?
- Adónde van, quién?
- Los patos. ¿lo sabe por alguna casualidad?
El tal Howitz volvió la cabeza en redondo para mirarme. Tenía muy poca paciencia, pero no era mala persona.
- ¿Cómo quiere que lo sepa? ¿Cómo quiere que yo sepa una estupidez semejante?
- Bueno, no se enfade usted por eso -le dije.
- ¿Quién se enfada? Nadie se enfada
Decidí que si se iba a tomar las cosas tan a pecho, lo mejor era no hablar. Pero fue él quien sacó de nuevo la conversación. Volvió otra vez la cabeza en redondo y me dijo:
- Los peces son los que no se van a ninguna parte. Los peces se quedan en el lago. Esos sí que no se mueven.
- Pero los peces es diferente. Yo hablaba de los patos - le dije.
- ¿Cómo que es distinto? No veo por qué tiene que ser distinto - dijo Howitz. Hablaba siempre como si estuviera muy enfadado por algo-. No irá usted a decirme que el invierno es mejor para los peces que para los patos, no? A ver si pensamos un poco..

Me callé durante un buen rato. Luego le dije:
- Bueno, ¿y qué hacen los peces cuando el lago se hiela y la gente patina encima y todo eso?
Se volvió otra vez a mirarme:
- ¿Cómo que qué hacen? Se quedan donde están, ¿no te fastidia?
- No pueden seguir como si nada. Es imposible.
- Quién sigue como si nada? Nadie sigue como si nada - dijo Howitz. El tío estaba tan enfadado que me dio miedo de que estrellara el taxi contra una farola-. Viven dentro del hielo, ¿no te fastidia? Es por la naturaleza que tienen ellos. Se quedan helados en la postura que sea para todo el invierno.
- Sí, ¿eh? ¿Y cómo comen entonces? Si el lago está helado no pueden nadar buscando comida ni nada.
- ¿Que cómo comen? Pues por el cuerpo. Pero, vamos, parece mentira.. Se alimentan a través del cuerpo, de algas y todas esas mierdas que hay en el hielo. Tienen los poros esos abiertos todo el tiempo. Es la naturaleza que tienen ellos, ¿no entiende? - Se giró 180º para mirarme.
- Ya- le dije. Estaba seguro que íbamos a pegarnos el trastazo. Además se lo tomaba de una manera que así no había forma de discutir con él-. ¿Quiere usted parar en alguna parte y tomarse una copa conmigo?- le dije.
 
Weiz rebuznó:
Soy un tostón con este libro, lo sé.

Se te olvidó decir que es del El guardián entre el centeno de Salinguer

Sigo con otro fragmento:

"También yo he querido ser. No he pretendido otra cosa; ese ha sido el verdadero motivo de mi vida: en el fondo de todas esas tentativas que parecían inconexas encuentro un mismo afán: expulsar fuera de mí la existencia, despojar de su grasa los instantes, retorcerlos secarlos, purificarme, endurecerme, para dar finalmente el sonido neto y preciso de una nota de saxofón".

J. P. Sartre - El rival de Odyseo
 
No, no dije que fuera el de Salinger adrede. Copiaría la conversación del esquizo y la niña del cuento del pez plátano, pero lo tengo en el cuarto y paso de levantarme.
Realmente al final he ido y estaba copiando la conversación, pero pasada ya una cara de copiar me he cansado y he pasado definitivamente.
El hombre que ríe recuerdo que también me gustó a lot. Y estoy viendo que me lo leí en el 2004 - a veces firmo los libros con la fecha en los que me los he terminado-
 
Puta mierda de finde sin planes... Bueno, siempre nos quedarán las drogas:

"He usado drogas 'estupefacientes' durante un periodo de 20 años. Algunas de tales drogas son adictivas en el sentido expuesto arriba (necesidad biológica). La mayoría no lo son. Cannabis Indica (hashish, marihuana): La gente cree lo que quiere creer sin tener en cuenta los hechos. La marihuana no crea habito. Nunca he observado que su uso moderado produzca efectos peligrosos. Las psicosis, por efecto de la droga, quizá sean consecuencia de un uso prolongado y excesivo"

William S. Burroughs
 
Don Celidonio, un novo rico<o></o>

<o></o>
Na posguerra, D. Celidonio ascendeu de porco a marrán... A parenta inflou coma o fol dunha gaita... A parenta botou abrigo de chinchilla e petit-gris. Fixeron casa nova e teñen outro automóbil. Aínda podían ter máis...[...]<o>

</o>
Don Celidonio é gordo e artrítico. O carrolo sáelle para fóra; na calva ten unha que outra serda; ten as fazulas hipertrofiadas, da cor do magro do xamón, e tan lustrosas, que semella que botan unto derretido; as nádegas e o bandullo vánselle un pouco pra baixo.O lardo rezúmalle por todo o corpo, e no verán súdao en regueiros aceitosos e en pingotas bastas, como as que deitan os chourizos cando están no fumeiro.<o></o>
Así como é graxento o corpo, tamén o miolo de D. Celidonio. Se lle escacharan a testa, que tiña que ser con paoferro e picaraña, en lugar dunha sesada habían atopar un unto. Corpo e alma, tanto ten, todo é graxa e manteiga. Don Celidonio é igual por dentro que por afora: carne e espírito son a mesma zorza, mesturada e revolta, co mesmo adubo de ourego e pementa.[...]<o></o>
[Sen embargo], o xastre Nogueira fixo de D. Celidonio un señor: chaqueta e chaleco negros; pantalón de listas; camisola branca, co colo amidonado; gravata escura...; leontina de ouro, delgadiña, nos bolsos de abaixo do chaleco; botinas lustradas, polainas grises; bimba na cabeza, sortellas nos dedos con pedras finas; guantes de gamuza, abrigo de peles, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal) con solapa de raso de seda, reloxo de ouro, moedeiro de ouro, carteira de pel de Rusia, caxata de Xava, pipa de ámbar para pito e para puro, pano de seda para os mocos...<o></o>
<o></o>
VICENTE RISCO: O porco de pé<o></o>
 
Enorme O porco de pé. Más vigente que nunca, por cierto. Yo soy más de Cunqueiro, a ver si pongo algo.
 
Estado
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