El árbitro de campo ya hace tiempo que sobra.
Hay tres tíos en el césped pitando, y cuatro más en la sala VAR. Y el criterio de uno de ellos manda sobre los demás. ¿No será más fácil que estén los siete viendo los monitores y que ese criterio de si la tiene controlada o no sea una solución consensuada en vez del criterio de uno sólo de ellos? De ser así, ese gol habría subido. Hasta el entrenador del Gerona ha dicho que sí era gol. El único que no lo ve, el árbitro inútil. Tener los dedos sobre la pelota no es controlarla.
Sea como fuere, este partido se debería haber ganado sí o sí con facilidad, con o sin gol anulado, con o sin penalti polémico.