Vaserqueno
Clásico
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- 24 Feb 2005
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Hace años, muchos, yo era un tímido retraido que tenía miedo de hablar con las mujeres. Tenía un compañero de clase que era el rompebragas del curso. De él, observando cómo hablaba con las mujeres, aprendí una valiosísima lección que hoy en día me sirve como años ha. Él no era ninguna lumbrera, pero a las chicas las tenía a sus pies. Cosas que pasan.Misógino Empedernido rebuznó:Demonios, yo pensé que era el único que dominaba esa táctica... ahora bien, que si uno procura prestar atención y al final apostilla con un comentario empático e indulgente hacia las cagadas de la interlocutora... ahí ya se oye un chapoteo entre los muslos.
Su técnica consistía en escuchar atentamente (o parecerlo) y cuando se le exigía por guión una respuesta, repetía alguna de las últimas frases, alguna de las afirmaciones que la fémina en cuestión había pronunciado, pero entonándola como una pregunta.
Algo así como...
'Pues he estudiado comunicación, y blablabla, y mi amiga Pepa tal, y cual...'
...
'Has estudiado comunicación? ¿Y qué tal nosequé?...'
Y ellas seguían hablando sobre sí mismas, y encima te tomaban por un gran conversador.
La mayoría de la gente, hombres, mujeres, da igual, prefieren hablar y oir hablar de sí mismos que de otros temas. Somos el tópico más interesante que hay para nosotros mismos.
Así que si quereis que alguien esté cómodo en una conversación, haced que hable sobre sí mismo. No le interrogueis, sed más sutiles, pero... es el camino.