@ilovegintonic, ya hablé con mi colega sobre su visita a Madrid. El padre acabó encantado con el día, no es para menos: llegaron a media mañana a Madrid, dejaron las cosas en el hotel, pillaron un taxi y se fueron para el centro de la ciudad, comieron algo en un sitio
random y, de ahí, fueron hacia el templo madridista. Llegaron un par de horas antes del partido y, por lo que me dijo, hasta una hora antes del partido no les dejaban entrar por lo que aprovecharon para contemplar el estadio desde fuera y un poco de los alrededores. Cuando faltaba una hora para el partido, entraron al campo, comprobaron que desde los asientos tenían buena vista -y menos mal porque mi colega me comentó que palmó casi 200€ por las entradas- y, de nuevo, se dedicaron a contemplar el estadio desde dentro. El padre acabó maravillado con el Santiago Bernabéu. Después, pues el partido que todos sabemos: disfrutaron de una cómoda victoria del Real Madrid, vieron a algún que otro TOP del equipo, vieron calentar a Benzema y alguno otro bien cerca de donde estaban, vieron cómo el Real Madrid ganaba ante sus ojos su 35ª Liga y se quedaron a la celebración en el campo -unos 45 o 60 minutos me dijo-. Al salir, dado el estado físico y cansancio del padre se dieron mus a acercarse a Cibeles porque el hombre no estaba para esos gentíos y jaleos. Pasearon un poco por la ciudad, cenaron en otro sitio
random y volvieron al hotel; al día siguiente,
check-out del hotel y de vuelva a casa.
Como digo, el padre acabó encantado de la experiencia. Primera vez que iba al Santiago Bernabéu y se estrena con un partido cómodo, goleada, título y celebración del mismo. La verdad que el hombre no había ido a muchos campos, por lo que dijo mi colega un partido en San Mamés, otro en El Sardinero,... Parece ser que hace unos 40 años o así estuvo por Madrid y vio un partido pero no en el Santiago Bernabéu sino en el Vicente Calderón. Así, que en fin, cuando le llegue la visita de la parca el hombre se podrá ir con la tranquilidad de que había visitado el estadio del club de fútbol de su corazón.
Me alegro por ello pero también es cierto que mientras me relataba mi amigo todo no pude evitar pensar que manda cojones. Mi colega ha ido varias veces a campos de fútbol, entre ellos el Santiago Bernabéu -que esta vez sería su cuarta visita tranquilamente-, nunca antes había ido con su padre a ver un partido y sólo hasta que a éste se le acerca el final de su vida toma consciencia de ello. Al menos, cuando se muera el hombre mi colega tendrá ese sábado en el recuerdo para siempre pero es cierto que podrían haber sido múltiples recuerdos compartiendo con su padre el Real Madrid, seguramente la pasión que ambos comparten, en vez de tener una única vivencia de este tipo juntos. No sé, me alegré de lo que me contaba pero me quedo un regusto amargo al pensar eso.