Un grupo de padres comentaban de ver el Granada en el campo y hablaban de las horas para verlo con sus hijos, que si las 9 de la noche bien, que si mal... Y llegué a una conclusión: El modelo del fútbol con afición en las gradas, salvo cambio, tiene fecha de caducidad. Cada vez con más frecuencia se toman decisiones que dejan de lado al aficionado, el cual ya pinta bastante poco, o más bien lo que le dejan, en plan "es el jugador número 12" y "nos debemos a esta afición", lo típico para que esté contenta.
Para entendernos, los socios aportan un ¿3%? al presupuesto del club. El grueso viene de las televisiones y patrocinadores.
En consecuencia, los horarios se ponen para contentar al televidente, claro, y si el aficionado tiene que ir a las 3 de la tarde en mayo a ver un partido en Badajoz, que se joda. Y si se le pone un lunes a las 9 o las 10 de la noche y no puede ir porque llega a su casa a la 1 de la madrugada, que no hubiera estudiao. Y si me tengo que llevar dos o tres partidos a Miami, pues antes o después me los llevaré y el aficionado se podrá poner patas arriba, igual que me llevo la Supercopa a África o Asia, y es lo que hay.
Y eso sin contar con la paulatina subida en el precio de los abonos asumida por los socios año tras año. Se da por hecho, se acepta y se paga sabiendo que la contraprestación es NADA.
En resumen, se insulta y se pisotea al aficionado que quiere acudir al campo, y aunque hoy se acepta, igual que otros modelos, me da que llegará el día que se pasen de rosca y, o bien unos dejarán de ir cansados del maltrato, o bien otros dejarán de pedir que vengan, al dar un beneficio residual que puede ser mayor si eligen otras opciones que se vayan planteando.