Según cómo lo excrete ella: hay pis que huele poco y es claro cual meada de psitácido y otro que por el olor a cacahuete intenso parece prácticamente viscoso y ownea al ejecutor hasta bañándose en la playa más turbia que se pueda imaginar.
No obstante, hay que apreciar también que si la composición se aproxima más al caso b se multiplica el valor nutritivo de la meada y, según el caso, puede convenir más.
De la misma manera, no es lo mismo si la micción nos es vertida en un clima tórrido y húmedo o en uno frío, en cuyo caso también será más de agradecer.
Tema complejo, sí.