Lluvia

ruben_clv

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5 Sep 2005
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Mi primer recuerdo de la lluvia está ligado a mi primera crisis vital importante. Tenía cuatro años y una intoxicación severa por atropina estuvo a punto de acabar con mi vida, de hecho llegué a estar clínicamente muerto y, tras recuperarme, los médicos le quitaron de la cabeza a mis padres cualquier tipo de esperanza, simplemente les dieron a escoger la posibilidad de que muriese en casa en lugar de en el hospital. Al final me quedé ingresado y me recuperé.

No recuerdo nada previo a la recuperación, puede que mi verdadero primer recuerdo no soñado sea en una sala de cuidados intensivos materno-infantil. Recuerdo estar de pie en la cuna mirando a todos los niños que tenía alrededor. No recuerdo sentirme mal, pero sí que recuerdo que al mirar a los otros niños sentía lástima por ellos, y algo de miedo. Había cunas e incubadoras, niños prematuros no más grandes que la palma de una mano, niños con hidrocefalia, intubados, con respiración asistida; una verdadera cámara de los horrores para un niño que -y era lo que pensaba en aquel momento- se encontraba perfectamente. Recuerdo, como decía, estar de pie en mi cuna/parque y ver a mis padres y a una de mis tías al otro lado del cristal. Luego recuerdo que mi tía me trajo una moto pequeña de plástico, tengo la impresión de que era una moto de cross. Al revivir todo aquello mi mente se tiñe de colores pastel y una luz anaranjada. Por último, recuerdo escuchar a mi padre decir "Llevas cuatro días aquí". Después, oigo a mi tía Rosa replicar: "Lleva cuatro días lloviendo".

Mi segundo recuerdo relacionado con la lluvia está ligado, como no podría ser de otra forma, a la Mujer. Recuerdo una película en la que un niño se quedaba esperando bajo la ventana de la niña a la que amaba durante un día entero, todo esto sin salir de un pequeño círculo de tiza que la niña había dibujado de forma previa. Durante la espera, mientras la niña mira muy de cuando en cuando por su pequeña ventana, comienza a llover. El niño permanece allí, quieto y en soledad, mientras la lluvia arrecia y borra su pequeña cárcel blanca. Pasa el día y la niña no baja, pasa el día y la niña no recompensa su sacrificio con un beso. Aquí mi memoria me juega una mala pasada y no soy capaz de distinguir claramente lo real de lo soñado. Sólo sé que al ver a aquella escena sentí que la lluvia no era valiosa sólo por hacer su prueba más difícil, sino que lo verdaderamente importante es que la lluvia había borrado cualquier limitación a su amor. Si uno camina por la calle mientras diluvia y ve a un niño de siete u ocho años empapado sin moverse mientras mira una ventana no hay lugar para dudar, todos sabremos por qué está allí.

Cuando intento ir hacia atrás y recordar momentos felices me es imposible escapar de la caseta de mis abuelos en pleno mes de agosto. Con las chicharras y su soniquete repiqueteante, el ardor dorado del sol en la piel y los pantalones cortos, el flequillo largo que precede al pelo fino y enmarañado, las rodillas peladas y los tobillos negros de suciedad, la piel color cacao y el vientre al aire. Pero es inútil separar la calima de un verano en el monte de las tormentas de la tarde, del cielo partido en pedazos y las nubes negras, de las grietas luminosas que resuenan en el horizonte y cada vez más cerca, de mi abuela encerrada en su habitación rezando el Padre Nuestro mientras apoya un colchón viejo en la ventana. Y, sobre todo, de mi abuelo retando a la montaña y al rayo en el tejado de la casa, fumando Winston mientras cientos de gotas golpeaban su pecho y me prohibía con la mirada, con una sola mirada de reojo, que me acercara junto a él. "Rubén, los rayos se meten por las antenas y estallan en la televisión. Cuando un rayo sale del televisor puede pasar cualquier cosa." Y yo corría a la casa recordando aquellas palabras de mi iaia y desenchufaba todo lo que encontraba en mi camino. Mientras, pensaba en mi abuelo allí arriba haciendo frente a todo aquello, con el peso del mundo sobre sus hombros. Años después entendí por qué hacía todo aquello, supongo que todos lo entendemos.

La lluvia como símbolo de vida, de fertilidad, del irremediable ciclo natural de las cosas; la lluvia que me dio vida, la lluvia que alimentaba a aquel niño solitario, mi abuelo enfrentándose al devenir de lo natural, queriendo atrapar el tiempo o, al menos, queriendo hacer al tiempo consciente de su existencia. Lleva desde anoche lloviendo en Valencia, la ciudad está preciosa, en mi barrio se alcanza a oler el mar en el aire. La lluvia que se llevará, sin remedio, decenas de vidas e historias de amor, que será testigo de parejas que se besan mientras la gente corre a su lado buscando dónde refugiarse. La lluvia en femenino, que surge del vientre de la Diosa de marras cuando rompe aguas o se masturba. Un niño pincha la barriga de la Diosa con su lanza y de ella brota la lluvia que nos recuerda a todos que un día dejaremos de existir, que nos recuerda a todos que hubo un día en el que no existimos.

La lluvia de Gene Kelly:

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La lluvia de Roy:

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La lluvia de Holy:

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Un saludo.
 
Me das miedo tio...
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Haz caso al catalán judio y pasa de ladrillos trascendentales.
 
Recuerdo una película en la que un niño se quedaba esperando bajo la ventana de la niña a la que amaba durante un día entero, todo esto sin salir de un pequeño círculo de tiza que la niña había dibujado de forma previa.

Esa película yo también la vi y no sé cuál es, de hecho sólo recuerdo esa escena. Al niño le gusta la niña y ésta le dice que la espere allí y que no se debe de mover, el niño duerme hasta de pie. Me pregunté por qué la niña sabiendo que el niño la amaba le hacía hacer éso, y por qué el niño lo hacía si la amaba, me dio bastante horror pensar que éso era el "amor" y si a éso le juntamos el cuento de Juan Sinmiedo pues, no, no mola el concepto.

Atchung, comentario diabético:
La lluvia es lo único que me pone de buen humor cuando estoy triste. La lluvia y oir una risa, aunque sea lejana. O un par de disparos, no sé.
 
Aunque tampoco pretendo hacerle competencia al hilo de vídeos, olvidaba ésta:

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Recuerdo una película en la que un niño se quedaba esperando bajo la ventana de la niña a la que amaba durante un día entero, todo esto sin salir de un pequeño círculo de tiza que la niña había dibujado de forma previa. Durante la espera, mientras la niña mira muy de cuando en cuando por su pequeña ventana, comienza a llover. El niño permanece allí, quieto y en soledad, mientras la lluvia arrecia

Esto era en \"Cinema Paradiso\"? Creo que no, pero hay una escena muy parecida, aunque ya no son niños.

Otra lluvia de esa misma peli:

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La lluvia en Sevilla es una maravilla.

No anadire mas.
 
cuando llueve tengo una sensacion rara de tristeza, quizas por el recuerdo, me encanta bañarme en la playa cuando llueve, lo solia hacer donde veraneaba de pequeño
 
Prefiero la versión de Estela Núñez. No enlazo el vídeo porque no llueve.
 
Me rio yo de aquellos cuyo estado de animo depende de si llueve, nieva o hace sol.


A mi la lluvia me da igual, como si oyera llover.
 
Me siento feliz, realizado, cómodo con esta lluvia compañera de drogadictos suicidas, de sebosos vagos que devoran comida mientras miran la televisión, de marujas celulíticas chismosas que tragan cafés y plum cakes mientras ponen a caer de un burro a sus vecinas, de adolescentes teñidos que queman sus ojos y sus neuronas ante un sangriento juego de ordenador, de jubilados hastiados que leen el periódico entre coñac y coñac, de mocosos que clavan sus lloros en el cerebro de sus padres como si de un millón de agujas se tratase.

Por fin llueve, por fin llega la depresión de la rutina diaria del trabajo, las mismas caras de culo de siempre, el mismo jefe hijodeputacabrón si pudiese te mataba, la desesperanza de las tardes interminables sin poder salir a la calle, el agobio de sentir que es de noche a pleno luz del día, el bombardeo televisivo de los coleccionables sin sentido, las galas de mierda de los canales presentando su programación para imbéciles integrales, el puto fútbol de plataforma digital dirigido a imbéciles que se pasan los domingos viendo partido tras partido mientras elevan su nivel cultural con pipas, ganchitos, cervezas y chocolatinas e insultos a veintidós millonarios en calzoncillos detrás de un balón.
 
Se me pasó antes: lo mejor -peor- para acompañar un día de lluvia es Chopin. Erik Satie también me pone, pero éste es más de invierno que de otoño.
 
Pues si, hoy ha llovido en Valencia de una forma muy asquerosa. Lo tipico que parece que solo llovizna y cuando sales a la calle la hijaputa empieza a caer mas fuerte. El metro estaba lleno de humedas y escandalosas zorras quinceañeras que harian parecer monjas carmelitas a unas prostitutas rumanas.

Buen ladrillo, pero a mi la lluvia solo me inspira asco.
 
Cuando llueve siento la vida en si, mi nariz y mis mejillas se vuelven frias, mi cabeza se activa y se vuelve pensativa o soñadora. Me gusta ver como la lluvia golpea con fuerza el suelo y rezo para tener todo el dia libre para mirarla. Ver su belleza y disertar de mis errores, pensar sobre mis penas...
 
Para lluvia la que provocas tu con estos relatos maldito mojabragas. me ha encantado
 
Recuerdo una vez, estaba solo y desamparado y empezo a llover, y levante las manos como cual dios, en el momento vi que estaba empezando a desprender orin...

Mire ami alrededor y estaba rodeado de gente que pasaba... yo me mee encima... pero era muy feliz! Meaba y nadie lo sabia, mi pierna estaba mojada de meados pero camuflada por la lluvia...

LLUVIA OS AMO!
 
Y a mi que cojones me importa? echa a la basura a un lado amijo... ya sabes¡¡ chao chonchon8-)
 
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