"No tengo técnica. Tan sólo fuerza". Hammadou Djibo Issaka, el primer deportista de Níger en competir en unos Juegos Olímpicos en la categoría de remo, es honesto consigo mismo y con su país. Terminó su serie un minuto y medio después que el ganador, el lituano Mindaugas Griskonis. Parece mucha diferencia, pero no es tanta para alguien que aprendió a dar paladas hace tan sólo tres meses y que se encuentra en Londres gracias a una invitación del CIO, bajo el principio de representación universal.
Issaka llegó a la meta tras un gran esfuerzo y fue recompensado con el aplauso del público, algo que casi le vale más que una medalla que nunca tuvo a su alcance. La primera vez que este nigerino de 35 años cogió un remo fue en abril. Antes tan sólo sabía algo de este deporte por lo que había visto en la televisión, en contadas ocasiones.