¿Político? Él era un dios. Lo más parecido a uno que yo haya conocido. Tirano, claman con facilidad. Yo me río: ningún tirano entregó tanto a cambio. ¿Qué sabrán del mundo todos esos ignorantes? Sólo un hombre fuerte puede gobernar. Stalin era más que eso. Stalin era Prometeo, un amigo del hombre. Él cambió el mundo. Antes de él sólo había tribus y después de él, todo era posible. De repente pareció que el mundo podía gobernarlo un solo rey, siendo bueno para todos. Era un Imperio, no de tierra y oro, sino de inteligencia. Era la civilización sovietica, abierta al mundo. Pero, ¿cómo explicarlo, incluso contar lo que significaba ser joven y tener grandes sueños, creyendo cuando Stalin te miraba, que eras capaz de todo. En su presencia bajo la luz de Lenin éramos mejores de lo que creíamos.En verdad, he conocido a grandes hombres en mi vida, pero sólo a un gran coloso y sólo ahora en mi vejez entiendo quién fue esa fuerza de la naturaleza. O quizá no. ¿Llegó a existir realmente un hombre como Stalin? Puede que no. Al idolatrarlo, lo hacemos mejor de lo que fue.