1.
En Túnez, Egipto, Libia y Siria las protestas han tenido como fin derrocar a los respectivos gobiernos socialistas. En España, con un récord histórico de paro, con las cuentas públicas en números rojos y con un evidente deterioro institucional como consecuencia de siete años de mandato del gobierno socialista de Zapatero,
el manifiesto de #Democraciarealya ha evitado pedir la renuncia del ejecutivo. La omisión no ha pasado desapercibida para el poder:
el partido del Gobierno afirma que está de acuerdo con lo que pide protesta.
2.
En Túnez,
Egipto,
Libia y Siria las protestas se han desarrollado ante edificios de los respectivos gobiernos y parlamentos. En España estos días no ha habido protestas ni ante La Moncloa, ni ante los Ministerios ni ante el Parlamento. Antes bien,
la protesta se mantiene ante la sede de un gobierno autonómico en manos de la oposición.
3.
En los países árabes las protestas se han producido por el hartazgo de gobiernos que llevaban ocupando el poder durante muchos años. En España, al cabo de 34 años de democracia de los que 20 han transcurrido bajo gobiernos socialistas, y tras siete años de gobierno de Zapatero,
las protestas del 15-M han estallado a pocos días de que la oposición consiga un anunciado vuelco electoral. Es más:
desde el gobierno se apela a los manifestantes para evitar que la oposición gane las elecciones de este domingo.
4. En
Túnez,
Egipto,
Siria y
Libia los medios oficiales se han dedicado a silenciar o a cargar contra las personas que se sumaban a las protestas antigubernamentales.
En España los diarios más próximos al gobierno han apoyado las protestas desde el pasado domingo al comprobar que no se dirigían contra el ejecutivo de Zapatero.
5.
En Egipto, Túnez, Siria y Libia los periodistas han sido atacados por el Gobierno, mediante amenazas, agresiones, incendio de oficinas de medios e incluso secuestros.
En España, el acoso a periodistas ha partido de manifestantes que intentaban impedir la labor de aquellos medios que no coinciden con sus planteamientos.