La experiencia perfecta. Fabi. Brasil.
Señores, vengo de estar con Sara y no puedo sino decirles que perfecto.
Elegí el tailandés, 100 € 1 hora que se cumple, no de masaje pero entre ducha y masaje si. 50/10 díria yo.
Esto señores hay que probarlo, es una experiencia extraordinaria, es de una carnalidad muy superior a muchos polvos que hayamos echado cualquiera de nosotros. El acabose sería ya con sexo completo, pero claro y os soy sincero, al menos para mi sería imposible, porque tras esa explosión de contacto carnal y cuerpo a cuerpo ponerme un condón como que no.
Y follar sin él como que tampoco. Aunque en el minuto 30 de partido no sabría que decir.....Es la leche. Carnal sería la palabra exacta para definirlo.
Un saludo y Voy a ver si me como un buen pollón nuevo a todos.
Alla por el año 2.002, cuando putear para mí significaba ir a un club por la noche, elegir tranquilamente mí presa (a veces tardaba horas), y entrar en una habitación habitualmente con yakuzi, las chicas sudamericanas poblaban dichos clubes. Brasileñas, Venezolanas y Colombianas eran sin duda las estrellas. Blancas, mulatas, rubias y morenas....
Una de las veces conocí en los DANESES a una chica de nombre Susi, Aline en realidad, y sin ser nada del otro mundo me fijé en ella nada más verla. No se, algo me hizo sentirme atraido. Era bajita, 160/162, delgadita, iba vestida con una falda ibicenca blanca hasta los pies, ojos verdes, morena de pelo y piel pero sin ser mulata, guapísima, un disparate de guapa, un corpiño blanco muy insinuante, pero en absoluto ordinaria, podía haber ido por la calle así vestida sin haber llamado para nada la atención por su atuendo.
Rápidamente llamé su atención y tras charlar poco tiempo, no más de media hora tomando una copa yo, que no ella, fuimos para arriba. Por la escalera, y al más puro estilo camionero, ya estaba yo embrutecido de pensar en lo que se avecinaba y era incapaz de mantener mis manitas en el bolsillo, cuando tras entrar en la habitación, me llevé una gran sorpresa; me dijo que había llegado ayer, que era la primera vez, que estaba nerviosa y que la tratase como si fuera mi novia, que estaba un poco asustada y honrada de que la hubiese elegido a ella, con la cantidad de chicas guapas que había abajo.
Y así fue. Y fue siete u ocho veces. La química sexual era tal que aquello terminó el día en que, tras estar juntos un par de horas, al salir de la habitación me presentó ante la encargada del mantenimiento de los Daneses que andanba por la primera planta, como su novio!!!!. Esa fue la última vez que la ví. Si algo recuerdo de ella son sus besos. Ella era brasileña.
Desde entonces aprendí que las brasileñas, solamente comparables con alguna colombiana o venezolana blancas, tenían un don especial, la sensualidad. Son sexo en estado puro. Y fueron innumerables las chicas de ese país con las que estuve desde entonces. Hasta que por arte de magia desaparecieron y fueron sustituidas por las chicas del este que ahora dominan dichos lugares.
Ahora, ya retirado del sexo de exposición pública que se negocia en los clubes, mi debilidad son las españolas, y lo son primero, porque lo valen, sin duda, y segundo, porque cada vez es más difícil encontrar brasileñas blancas.
Y porque esta retaila y además en el hilo de masajes, y además autocitándome, pues mirar, porque tras probar a Sara en Kaizen descubrí las maravillas del masaje tailandés, me encantó, pero reconozco, y así lo dije en el post que reproduzco, que el culmen de todo sería encontrar a la perfecta masajista cuerpo a cuerpo que tras ello, fuera la perfecta amante. En definitiva, el masaje perfecto con la terminación perfecta. Y lo busqué. Y lo encontré.
FABI. BRASIL en estado puro.
Que cerca estaba lo que parecía tan lejos.
Hace tres semanas, cuando fui a tentaciones a conocer a Julia (ese día sensacionesrelax etaba cerrado por no se que coño y las chicas de sensaciones atendieron allí) me atendió fabi.
Como Julia se retrasaba al no saber que ese día atendía en tentaciones, pude charlar un rato con ella, y le pregunté si alguna de las chicas hacía un masaje tailandés en condiciones y luego se pasaba a la acción y me contestó que sí, que ella, pero que ese día no, dado el jaleo que tenía en tentaciones con nueve chicas.
Le insistí en lo que quería exactamente, un masaje tailandés de verdad, no un masajito de sobar un poco con los dedos y a correr. Me aseguró que sabía y quedé en llamarla para probarlo.
Y hoy se ha producido el encuentro. Reservé cita el mertes para hoy, cita que he confirmado esta misma mañana.
Llego y me recibe ella. Me pasa a la habitación grande, que ella, al saber a lo que iba, había decorado perfectamente. Ambientación con velas, luz ténue, música relajante y cama perfectamente preparada.
Pasamos a la ducha juntos (que calor hace hoy joder) y tras la misma, en la que ya jugamos un poco, pasamos a la habitación.
Me tumbo boca abajo y señores, me ha dado un masaje tailandés con todas las letras y en mayúsculas, diferente al de Sara, pero maravilloso.
Los que habéis probado el tailandés sabéis que el masaje tiene dos partes, como las tostadas, boca abajo primero y boca arriba después, siendo la primera mucho más masaje y sensualidad y la segunda más erótica.
La primera parte habrá durado como media hora, no me he quedado dormido porque eso es imposible con fabi, pero mí sensación de relax ha sido sublime. Perfecto masaje cuerpo a cuerpo. Usando el aceite debido, Fabi tiene unas manos que en nada envidian a la mejor, y su cuerpo, que pechos, que piel, que boca...bueno, la boca la dejo para el final...
La segunda parte pues imaginaros, tras 40 minutos de contacto mutuo ha sido una explosión del mejor sexo que podáis imaginar, sexo brasileño, disfrutado mutuamente, sensual....
Y por último su boca. Si algo quedó de Aline fueron sus besos, nunca me habían vuelto a besar como ella.....
HASTA HOY.
La experiencia perfecta ya existe, así la he vivido, y así la he contado.
Molto obrigado FABI.
Un saludo.