Pues anoche fue el encuentro. Procedo a relatarlo:
Quedamos ella y yo en el putihotel al que ya hemos ido alguna vez, algo antes. Ella iba arreglada y con un vestido largo veraniego, y debajo de intuía un conjunto de lencería que le subía las brutales lolas hasta el cuello. Me dijo que esa noche mandaba yo y que ella acataría lo que considerase.
A esas alturas yo estaba un poco expectante y si saber muy bien que esperar. Pero también estaba cachondo y me fastidiaba no empezar a follar ya, porque además, tampoco hay mucho en común entre los dos aparte del vicio.
Al poco, llego el susodicho. Abrí yo la puerta de la habitación y el tipo entró con una bolsa con licores. Un pcoo raro todo. Le di la mano y los presente, porque aún no se conocían en persona, y yo escasamente.
Ella muy suelta y carcajeante con una naturalidad que ninguno de los dos teníamos. Le dio dos besos y note la mirada de aprobación en su rostro cuando se cruzaron nuestras miradas. En el proceso de saludar ya le clavó las tetas al pecho de el un instante.
Yo estaba un poco descolocado, sin saber muy bien como interactuar y el otro directamente nervioso.
Ella se sentó en la cama, yo en la mesita y el tío en un silloncito. Un poco de charla intrascendente y ambiente frío por nuestra parte. Ella fervorosa y coqueteante al principio, empezaba a ser insuficiente para naturalizar la situación.
Por un momento pensé que había sido un error y que lo que en un principio iba a ser un ejercicio de dominación y pseudoproxenetismo por mi parte, iba a convertirse en un patético episodio de degradación a beta. Me focalicé en el objetivo, me abrí una birra, otra para ella, y me dispuse a humillar a esa guarra hasta la extenuación.
Decidí ignarar al pavo. No era mi responsabilidad. Me tumbe en la cama al lado de ella y me quite los pantalones. Empezaba a estar tranquilo y cuando ella se tumbó sobre mi, empalmé. Empezó chupando mientras yo le sacaba el vestido y la dejaba con un conjunto de lencería acojonante que la pretaba bien. Mamada, cubana y los dos ya a tope. Mientras la agarraba del pelo y empujaba su cabeza hacia abajo, buscando el final de su garganta con mi polla, le dije a nuestro asustado acompañante: ya sabes lo que hay, cuando quieras, te unes. Respeta su culo, que es mío, y siempre con condón.
El tio, que estaba en pánico hasta ese momento, saco la chorra y empezó a pajearse y a ponerse el condón apresuradamente.
Ella estaba a cuatro chupandomela en la cama y el empezó a sobar sus nalgas, la tripa y las piernas desde atrás, hasta que estuvo listo para empezar a penetrar.
Fue como abrir la caja de Pandora porque note la excitación de ella crecer exponencialmente y ceder por completo el control.
Finalmente el tío se la metió por el coño, a cuatro y comenzó a embestir. Fracaso: ni dos minutos antes de correrse en la goma. Mientras se retiraba, pensé que podría sacar provecho de ello y decidí hacer de su fracaso mi éxito.
Le di la vuelta y seguí con la embestida que nuestro acompañante había dejado a medias. El otro se recompuso más rápido de lo que pensaba, sinceramente.
Al poco estaba duro y aceraba su cipote a la boca de mi vieja. (bastante generoso, y mayor que el mío -aunque mucho menos grueso-, digo sin complejo alguno). Ella, a cuatro, abrió la boca y se dispuso a tragar, pero me miró de reojo, como pidiendo permiso y recordándome que mandaba yo.
-condon- le dije a él antes de que cumpliese sus intenciones. Obedeció, se puso otro capuchón y empezó a follarle la boca.
Menuda máquina la Carmencita, como aguantaba polla en boca y coño a la vez. El colega parace que ahora sí aguantaba.
Decidí pasar al culo. Abri nalgas y rebañe el ojete como si fuera un helado durante un rato. Eso la vuelve loca y la tía botaba en la cama a cuatro como loca, sin poder respirar por la polla de nuestro invitado en su garganta.
Abierto su culo con un par de dedos, le metí el miembro y seguimos con la embestida. Primera lefada de la noche en su ojete por mi parte y primer orgasmo de ella.
La empuje contra él y me metí al jacuzzi a refrescarme y ver el panorama.
El tipo me miró, como pidiendo permiso, y asentí. Le dio la vuelta y con ella todavía sin recuperar del orgasmo le perforó el toto. El tío debe de ser medio marica o algo porque no le importó lo más mínimo que mi lefa aún chorra de del culo y le manchase los huevos.
Yo miraba como las lolas rebotaban y le rebosaban por los costados y recuperaba mi erección. Ella me miró medio bizca y decidí que era momento de volver al ruedo. Fui a su boca y la perforé con brutal violencia, generando arcadas y babas. Entre unos y otros, se corrió otra vez, e hizo correrse al compañero.
El se recostó en la silla a beber algo y quitarse el condón y yo volví a embestir.
Amablemente, nos acercó un par de birras y lendi un traguito a ella y otro a mi. Mientras el se limpiaba yo me corrí otra vez, está vez en su almeja.
Seguíamos los dos bastante destruidos y carmen estaba de rodillas en el suelo, apoyada en el borde de la cama con las bubas pretas pidiendo más guerra mientras refrotaba el coño con la manta y se abría las nalgas.
Cada vez estoy más convencido de que la tía es una enferma real y tiene un problema de ninfomanía, porque no me explico cómo aguanta tanto.
La dejamos un rato así mientras reponiamos fuerzas, hasta que la enganché del orondo brazo y la arrastre hasta el jacuzzi. Últimamente la trato con bastante más brusquedad, pero parece que le mola el rollo, así que no me corto. La metí en el agua y estuvimos un rato morreandonos. Incido aquí para daros todo el asco posible, porque rebañé toda su sexagenaria boca con mi lengua y lami todo su arrugado rostro hasta comer teta como un hijo de puta mientras me pajeaba.
"Bunbury" se unió a la fiesta, y sin dejar de darme placer a mi, comenzó a pajearle a él con la otra mano.
Como siempre, había perdido la noción del tiempo, y no sé cuánto llevábamos chuscando pero empezaba a dolorme el pito. La saqué del jacuzzi, la lleve a la cama, la seque un pcoo con la toalla y me seque yo, mientras el otro salía detrás de nosotros y hacia lo propio.
Los tres sabíamos lo que tocaba. El se puso debajo, tumbado en la cama. Ella encima, cabalgando. Las tetas le caían completamente encima de la cara al colega, que no se había visto en una así igual. Deje que la follara un poco y luego me acerque. Ella se abrió el culo y yo me coloqué intentando rozar lo menos posible al otro ni chocar piernas. Bastante complicado, la verdad. Empezaba a sentirme incómodo del roce pero quería culminar. Se la metí por el culo y embestimos, algo descoordinadamente los dos a la vez. La tía gimiendo como cerda en matacia. Estaba tan cachonda que le habría cabido una tercera si hubiera sido físicamente posible. Sin embargo en una de esas, noté el contacto del condón rozándome los huevos y me dio bastante grima. Saqur la polla del culo y me aparté. Pasaba de mariconadas. La idea de penetrarla entre dos me pareció espectacular, y su aguante y depravación me sorprenden cada vez que lo pienso, pero en ese momento me dio algo de repelús estar tan cerca de otro hombre. No se, quizás tendría que haber sido menos exquisito y haber aprovechado más, no negaré que ahora me reconcome un poco.
Haber DP, la hubo, pero fue cuestión de minutos, si no segundos, para ser sinceros.
Logro desbloqueado, pero mejorable.
Le metí tres dedos por el culo mientras ella seguía cabalgando al Bunbury de marca blanca y removí todo lo que pude. Orgasmo de ella y orgasmo de el. Se desacoplan, caen rendidos , y yo me acerco a su cara y le lefo el pelo. Vuelvo al jacuzzi a contemplar el panorama. Que dantesco.
Se quedaron dormidos y yo me eche un copazo. Desperté al tipo y le dije que un placer, que era momento de mover. El, que no podía con su alma, recogió sus cosas sin protestar y me dijo que si habría próxima. Le dije que depende y que ya veríamos. Salió con su mochila y y sus cosas y se fue por donde vino.
La vieja dormía ( y roncaba literalmente - detalle para haters). La desperté y le dije que se lavase a fondo, que quería comer coño y culo. Se ducho y se lavó bien y se tumbó en la cama, prácticamente muerta. Yo me amorré a todos sus orificios y no recuerdo mucho más porque me he despertado con la cabeza en su muslo, así que supongo que caí a mitad, igual que ella.
Hoy daba entre pena y gusto verla. Me ha dado las gracias y nos hemos ido cada uno en nuestro coche. He dormido un rato y en cuanto he despertado he entrado al foro.
Experiencia positiva al final, pero incómoda en determinados momentos. Me queda la espina de hacer un DP en condiciones hasta que alguno muerq en el intento.