Tools of the trade rebuznó:
EDITO:falta mundele con su cargamento y ya estáis listos todos.
En mi morada no tengo necesidad de hacerlo, porque tengo bidé y lo uso para algo más que como revistero, pero en no pocos aseos ajenos, bien en restaurantes o bien en casa de
gente GUARRA que no tienen bidé, tras eyectar un enorme torpedo de popa,
me lavo los tarzanetes directamente en el lavabo.
Así es, hamijos, después de truñar me limpio con papel una sola vez, y el resto, reculando sobre el lavabo, abro el grifo y me limpio con el chorro de agua del lavabo a base de bien.
Esto, claro está, cuando el lavabo está en condiciones de soportar mi carga; cuando no lo veo claro, tiro de la cadena y espero a que se llene de nuevo la cisterna. Tiro una segunda vez, y mientras cae el torrente de agua a la taza, meto la zarpa y me hago un checocheco rápido y salvaje. El resto del rollo de papel lo gasto secándome toda la zona cero.
Eso es ser un hombre limpio.
semete rebuznó:
Es como merendarse un bodadillo de nocilla mientras cagas diarrea
:121
Uno de mis vicios, adquirido durante el servicio militar, es aprovechar mientras cago para acabarme el bocadillo/pincho de tortilla/cerveza. No tengo el menor escrúpulo en hacerlo.
curro jimenez rebuznó:
Eso si, que no se te ocurriera hacer el tonto con tirarlo o vomitarlo. Un chaval de San Boi lo vomito y y el sargento primero se saco la polla y le volvio a llenar el vaso.
Eso me recuerda a uno que, en una de las primeras maniobras, se apartó tras unos matorrales y soltó un truño. Para conocimiento de los profanos, en nuestra compañía estaba totalmente prohibido dejar rastro, tal como un pestilente y elegante zurullo. Si se caga, hay que enterrarlo. Pues bien, resulta que el sargento se encontró con la morterada; mandó formar, preguntó, y salió el padre de la criatura. El sargento le hizo ir a buscar una bandeja de acero de las que usábamos para comer, parecida a esta:
Seguidamente, le hizo recoger el zurullo con el machete, y colocarlo sobre un compartimento de la bandeja.
Pues ese pobre diablo se pasó el resto de la maniobra comiendo cada día con el zurullo en la bandeja
Le Déserteur rebuznó:
Mear y cagar al aire libre es todo un placer. Eso sí, no hay que ser tan retarded como para...
Sólo los marinos que han navegado a través de Cabo de Hornos, pueden mear contra el viento y no saludar al Rey.