Método educativo Perrinnori hace furor en Twitter.

El otro día le retiré el móvil a un alumno hasta el final de la clase y se me puso a llorar el muy mierda, 14 o 15 añazos que tendrá el hijoputa.

Pero que perdida está la juventuc.
 
Yo no tengo ni facebook, ni twiter de ese, ni pollas en vinagre. Uso el móvil para llamar Watshap y poco más. Y como vuelva a venirme de frente un tio/a que va mirando el movil en vez de la acera juro que no me voy a apartar y si se le cae el móvil lo pisaré sin querer 12 o 13 veces.

Ese padre is a jiro
 
Si en vez de estar publicando mierdas en twiter, empleara ese tiempo en darle un HOSTION al nene, se hubiera quedao más agusto y al nene se le quita to en 1 segundo
 
El quedar excluido en la adolescencia es una circunstancia que no gusta a nadie, y en cierta manera el chaval estará sufriendo porque no entiende que esté fuera del loop de la gente con móvil, cuando el se siente igual que los demás.

Recuerdo cuando en 1 o 2 de BUP los más pijos empezaron con el tema de los Levi’s 501 etiqueta roja. No me acuerdo bien pero en aquel entonces eran 5000 pesetazas. Al principio eran dos o tres los que lo llevaban, luego los que tenían abuelas o tíos se los compraban para reyes o cumpleaños y no se los quitaban ni para mear. Y por último quedaban los Uruk Hai que iban con vaqueros de marca nisu de los Almacenes los Catalanes, donde estaba yo.

Yo como todos quería mis pantalones etiqueta roja, pero cuando se los pedí a mi padre (a mi madre era ya una guerra perdida de antemano) me dijo que nain, que comprar marcas por llevar una etiquetita no pegaba ese dinero, que eran unos vaqueros.
Obviamente yo no entendía que sacando una de las mejores notas de la clase me viera obligado a ir como Antonio de cuéntame y no vestir como los guays de la clase. Porque claro, las tordas de buen ver se iban con los de los Levi’s y entre ellos se hicieron pandilla. Luego empezaron con los Liberto, las camisetas y cazadoras de marca, que ya era inviable de todas todas y a lo que yo únicamente podía hacer frente con un chándal de marca Kharu gris que me compró mi tía, que era feo de cojones,, y parecía un mecánico del Midas.

Más tarde entiendes que tus padres sobrevivían, hacían milagros para pagar una casa, criar tres hijos, y comer bien. Mi padre nunca estrenó un coche. Pero cuando eres un adolescente, que quieres ser aceptado no es fácil vivir a la sombra de los demás y ser parte de la minoría paria

Yo no me meto si los 14 es una edad para tener o no tener móvil, ahora lo que me parece gratuito y sangrante es que el padre le niegue el pan y la sal, sin que no haya causas mayores para justificar esa acción y además lo que le niega al hijo es lo que hace el padre por detrás.

El problema es que para tomar una decisión contracorriente o fuera del estándar debes ser muy consecuente con tus actos y acciones, convertirte en paradigma de lo que defiendes y crees, porque de otra manera lo que estás haciendo es el gilipollas e infligiendo un sufrimiento gratuito a tu hijo. Porque si el móvil es una herramienta del diablo, qué hace este gilipollas con una cuenta bastante activa en Twitter que no deja de alimentarla y ver cada dos minutos

Si se lo cepilla con una katana, bien merecido lo tendrá por gilipollas y soberbio
 
Última edición:
No te enteras, Torquemada. Te quedan muchas visitas al Xanadú todavía. A esta gente lo que les satisface es repartir los carnet. El carnet de poder tener móvil, el carnet de usar redes sociales, el carnet de tener deseo sexual, el carnet de poder follar, etc. Ellos quieren decidir cuándo los demás son aptos para tener algo.
 
Más tarde entiendes que tus padres sobrevivían, hacían milagros para pagar una casa, criar tres hijos, y comer bien. Mi padre nunca estrenó un coche. Pero cuando eres un adolescente, que quieres ser aceptado no es fácil vivir a la sombra de los demás y ser parte de la minoría paria

Exacto esto es algo imposible de ver cuando eres un crío. Yo fui consciente al cambiar de colegio de que era pobre, cuando de un colegio de gitanos, pasé a un colegio de niños bien hijos de funcionarios clase media alta. Y también de como esa clase media de izquierdas progre, no quiere que la clase baja vaya a donde están ellos jiji.
 
El quedar excluido en la adolescencia es una circunstancia que no gusta a nadie, y en cierta manera el chaval estará sufriendo porque no entiende que esté fuera del loop de la gente con móvil, cuando el se siente igual que los demás.

Recuerdo cuando en 1 o 2 de BUP los más pijos empezaron con el tema de los Levi’s 501 etiqueta roja. No me acuerdo bien pero en aquel entonces eran 5000 pesetazas. Al principio eran dos o tres los que lo llevaban, luego los que tenían abuelas o tíos se los compraban para reyes o cumpleaños y no se los quitaban ni para mear. Y por último quedaban los Uruk Hai que iban con vaqueros de marca nisu de los Almacenes los Catalanes, donde estaba yo.

Yo como todos quería mis pantalones etiqueta roja, pero cuando se los pedí a mi padre (a mi madre era ya una guerra perdida de antemano) me dijo que nain, que comprar marcas por llevar una etiquetita no pegaba ese dinero, que eran unos vaqueros.
Obviamente yo no entendía que sacando una de las mejores notas de la clase me viera obligado a ir como Antonio de cuéntame y no vestir como los guays de la clase. Porque claro, las tordas de buen ver se iban con los de los Levi’s y entre ellos se hicieron pandilla. Luego empezaron con los Liberto, las camisetas y cazadoras de marca, que ya era inviable de todas todas y a lo que yo únicamente podía hacer frente con un chándal de marca Kharu gris que me compró mi tía, que era feo de cojones,, y parecía un mecánico del Midas.

Más tarde entiendes que tus padres sobrevivían, hacían milagros para pagar una casa, criar tres hijos, y comer bien. Mi padre nunca estrenó un coche. Pero cuando eres un adolescente, que quieres ser aceptado no es fácil vivir a la sombra de los demás y ser parte de la minoría paria

Yo no me meto si los 14 es una edad para tener o no tener móvil, ahora lo que me parece gratuito y sangrante es que el padre le niegue el pan y la sal, sin que no haya causas mayores para justificar esa acción y además lo que le niega al hijo es lo que hace el padre por detrás.

El problema es que para tomar una decisión contracorriente o fuera del estándar debes ser muy consecuente con tus actos y acciones, convertirte en paradigma de lo que defiendes y crees, porque de otra manera lo que estás haciendo es el gilipollas e infligiendo un sufrimiento gratuito a tu hijo. Porque si el móvil es una herramienta del diablo, qué hace este gilipollas con una cuenta bastante activa en Twitter que no deja de alimentarla y ver cada dos minutos

Si se lo cepilla con una katana, bien merecido lo tendrá por gilipollas y soberbio

De todos modos, dudo que nada de lo que dice sea cierto
 
Al final es una cuestión de sentido común y poco más. No es cuestión de negarle un móvil a tu hijo/a por decreto, si no de saber si está preparado y se merece tenerlo. Para eso hay que ejercer de padre y conocer medianamente al crío y muchos como que pasan y prefieren encasquetarle la maquinita para relajarse y olvidarse.

Un ejemplo en negativo lo vivi hace poco en un viaje a Escocia donde unos críos de mierda (Tendrían 10-12 años) me jodieron una excursión discutiendo por un móvil para jugar la partidita de turno mientras los padres pasaban de todo. Al final mi novia, que tiene más carácter que servidor, les puso firmes a ellos y a los padres. Y es que he visto a niños que no sabían ni hablar todavía y usaban la tablet mejor que yo, mal asunto.

Sin embargo, la tecnología forma parte del día a día y es muy útil y casi diría que necesaria. Así que tampoco hay que ser talibán, sólo saber cuándo y cómo.

Otra historia también es que los críos ya no quieren un móvil, quieren un IPHONE de 1000 euros y con internet ilimitado. Y ahí ya si te digo que por mis cojones, que se lo paguen ellos. Un cacharro clase media con tarjeta y que se lo recarguen de vez en cuando o tiren de wifi.
 
Última edición:
Ves, este es de los que te decía yo antes. Gente que te cuentan sus mierdas de padres y que por dentro te parecen unos subnormales perfectos. Además Señor del quinto es uno de los foreros más grises y tristes de este foro, yo le tengo mucho aprecio.
Mejor gris que yo que se... Que rojo.
 
Al final es una cuestión de sentido común y poco más. No es cuestión de negarle un móvil a tu hijo/a por decreto, si no de saber si está preparado y se merece tenerlo. Para eso hay que ejercer de padre y conocer medianamente al crío y muchos como que pasan y prefieren encasquetarle la maquinita para relajarse y olvidarse.

Un ejemplo en negativo lo vivi hace poco en un viaje a Escocia donde unos críos de mierda (Tendrían 10-12 años) me jodieron una excursión discutiendo por un móvil para jugar la partidita de turno mientras los padres pasaban de todo. Al final mi novia, que tiene más carácter que servidor, les puso firmes a ellos y a los padres. Y es que he visto a niños que no sabían ni hablar todavía y usaban la tablet mejor que yo, mal asunto.

Sin embargo, la tecnología forma parte del día a día y es muy útil y casi diría que necesaria. Así que tampoco hay que ser talibán, sólo saber cuándo y cómo.

Otra historia también es que los críos ya no quieren un móvil, quieren un IPHONE de 1000 euros y con internet ilimitado. Y ahí ya si te digo que por mis cojones, que se lo paguen ellos. Un cacharro clase media con tarjeta y que se lo recarguen de vez en cuando o tiren de wifi.
Mis padres me compraron un pentium IV de 1.200€ de ahora pensando que era un JENIO por usar el eMule y bajarle los screener que NO eran peliculas porno de serie B y soy actualmente parado de larga duración.
Al menos tenía la esperanza de que podía estudiar algo relacionado con eso y destacar en algo,con un móvil ya me diras que mierda haces aparte de cascartela con conocidas en Instagram y convertirte en @Cenobita.
 
Mis padres me compraron un pentium IV de 1.200€ de ahora pensando que era un JENIO por usar el eMule y bajarle los screener que NO eran peliculas porno de serie B y soy actualmente parado de larga duración.
Al menos tenía la esperanza de que podía estudiar algo relacionado con eso y destacar en algo,con un móvil ya me diras que mierda haces aparte de cascartela con conocidas en Instagram y convertirte en @Cenobita.

¿Y a mi qué me cuentas?
 
Menudo tirano hijodeputa.Ya se vengará y bien ,cuando las fuerzas de su padre flaqueen.

Pollavieja de mierda.

Era de cajón que un tío con botas de ante por encima de las rodillas iba a estar del lado de los guays postureros kool & the gang...

Una pregunta no maliciosa ¿Quienes de vosotros sois bastante activos en Twitter?

Yo tengo cuenta, cero mensajes.

Se me figura como una plataforma para que la gente de cierta relevancia se comunique con la plebe y el mundo desde su atalaya, sin necesidad de descender a su nivel, y para que los pideautógrafos, besamanos, suplicafotos sientan que se codean con sus héroes sexuales. Los más dóciles lamiéndole las botas, los que se creen rebeldes pintándoles la cara.


Con esa edad tenía yo que ir, era el menor de la casa, a por agua a la fuente de había a las afueras del pueblo porque en Las Hurdes hasta hace nada no había agua corriente ni alcantarillado. Y ay de mí como llegase a casa mi padre o mi madre y no hubiese agua para que bebiesen las bestias o para beber los demás. Me daban unas buenas hostias y corriendo con el cántaro a por agua, fuese de día o de noche, hiciese un calor tórrido o un frío glaciar, lloviese o atronase. Y descalzo. De camino pasaba cerca de las ventanas y oía en el interior de las casas como otros niños jugaban a eso que dices tú de las maquinitas eléctricas. Me los imaginaba felices, en el calor del hogar, con su madre preparándolos una hamburguesa o una pizza y su padre comentándoles los planes para el finde de ir de caza o al fútbol. Cuando llegaba a la fuente y ponía el cántaro en el caño, intentaba llorar, pero no podía porque el manantial de mis ojos estaba seco ya.

Agua de la Fuente...como un marqués. Si te enseño yo el grifo del baño de la escuela mejicana donde abrevaba como potro sediento mientras los demás compraban su refresco en la tiendita no comes el resto del día. Te garantizo que tú ahí no bebes. Es que ni las manos se lavaban ahí los demás, de puro asco.

Si quería yo beber un refresco, no como los ricos, simplemente como los demás, tenía que llevar en el portafolio tres envases de refresco. Eran 5 pesos por cada envase, pagabas 15 y luego te devolvían 5 cuando devolvías el envase de “jarritos”, de aquellas estaba creo que a 22 o 24 pesos el dólar.


A mí me regalaron mis padres mi primer móvil ya estando bien talludo y fue un regalo envenenado. Me lo dieron para que les llamase, porque me fui a la vendimia y no daba señales de vida. Me decían que les llamase, antes había unos teléfonos públicos en las calles que se llamaban cabinas de telefónica, pero yo pasaba totalmente y se les ocurrió que si tenía el móvil podrían llamarme ellos. A veces no lo cogía, pero era peor porque entonces se montaban sus paranoias y me llamaban de forma histérica con 10 llamadas perdidas en menos de media hora y cosas así. Como nunca he tenido muchos amigos ni ninguna novia, no gastaba apenas nada.
En fin, que Dios le da pan a quien no tiene dientes.


A mi, mi primer móvil no me lo regaló nadie, me lo compré yo, para ese entonces ya vivía por mi cuenta, me fui de casa a los 23 años. Pero no me lo compré a los 23, no, tenía mejores cosas en las que invertir el dinero. De hecho recuerdo que mi padre me aconsejó que no lo comprase. De aquellas él ya tenía, año 94, pero pensaba que yo no debería tener todavía, tardé unos 3 años en decidir que me resultaría conveniente, una de las razones que me decidió fue que pasaba por lugares francamente peligrosos y, si me ocurría un percance con el coche, o algo, a ver cómo me metía yo en esas barracas a pedir que me dejasen un taléfono.

De todas formas, como lo de la telefonía me llegó ya talludito, no es buen ejemplo. Hablemos de cosas más de mi época: La bicicleta. No, yo tampoco tuve bicicleta, mi primera bicicleta, y la última, me la compré yo con 21 años. De hecho, no es que no me comprasen una bicicleta, es que me la rompió con el coche entrando en el garaje. Así que técnicamente no es que me la dieran, es que me la quitaron. Ya en ese entonces tenía coche, y poco la usaba en realidad, una de montaña, de 21 velocidades de cambio shimano. Esa era la parte buena, la mala, es que era un almatoste bastante pesado comprado en continente de oferta.

El debate moral es que mi padre siempre nos habló de las bondades de la bicicleta eta, y de cómo cuando estuviésemos en españa compraría para todos y blao blao. Después nada. Hubo un suceso muy especial, los demás tenían, yo no, entonces un primo dejó la suya en casa de mí abuelo en el pueblo porque se iban a la ciudad y volvían en uno o dos dias, entonces yo, que acababa de aprender a andar en bici con 14 años el año anterior en la de un amigo, no me pude resistir, a pesar de las amenazas, a coger la bici de mi primo, pasamos una tarde loca de orgias bicicleteras, la presté como el que por primera vez tiene algo, el que por primera vez experimenta lo que es dar, en vez de pedir. Total que, bien por el peso, o lo que fuera, la bici se pinchó, en realidad se le bajó el aire, supe después. Un escándalo, mi primo me hizo un escándalo monumental: ¡aqueste vil perro ha osado apoderarse de mi tesoro! Y no solo él ¡ha entregado la honra de mi burra a quien quisiera mancillarla! Tal fue el escándalo que al final su propia madre y abuelo sintieron compasión por mi, su abuelo me regaló cinco mil pesetas para que, con la ayuda de alguien más, me pudiese comprar una.

Creo que andaban por las 15 mil pesetas, año 86. Esto era familia por parte de madre. Mi tío, el hermano de mi padre, mucho le insistió a mi padre, tras el bochornoso incidente, que me comprase una bicicleta, mi padre se negó. Era asunto de dinero, porque en un momento, casi se deja convencer, pero preguntó cuánto costaba, parece que estaba dispuesto en ese momento a aflojar diel mil calas, pero mi tío le dijo que unas 15 y reculó. Yo podría haber intervenido abonando las cinco, pero cualquier intervención era riesgo de una escalada negativa. Aka hostias. A fin de cuentas tenía muchos otros agujeros que tapar. Las usé para comprarme un loro. Una marca nueva que nadie conocía en ese entonces: Samsung. Mi gran error fue no comprarme, por poco más, uno de doble pletina. Pasé mi adolescencia mendigando que me grabasen casetes. De tanto oírlos, cientos de veces cada uno, me sabía las canciones de memoria, hasta en inglés. Born in the USA. Appetite for Destruction, Rebelde con causa(me lo puso el rocker que me grabó el born, en el lado B de mi TDK de 90’), barón al rojo vivo, live after death, caught somewhere in time...

Aquellos maravillosos años. Años después fui a casa de un amigo, su hermano mayor tenía la habitación forrada con corcho y un montón de discos, algunos no los había oído, yo no lo podía creer, tenía discos originales, buenos, “y no los había escuchado nunca”
El quedar excluido en la adolescencia es una circunstancia que no gusta a nadie, y en cierta manera el chaval estará sufriendo porque no entiende que esté fuera del loop de la gente con móvil, cuando el se siente igual que los demás.

Recuerdo cuando en 1 o 2 de BUP los más pijos empezaron con el tema de los Levi’s 501 etiqueta roja. No me acuerdo bien pero en aquel entonces eran 5000 pesetazas. Al principio eran dos o tres los que lo llevaban, luego los que tenían abuelas o tíos se los compraban para reyes o cumpleaños y no se los quitaban ni para mear. Y por último quedaban los Uruk Hai que iban con vaqueros de marca nisu de los Almacenes los Catalanes, donde estaba yo.

Yo como todos quería mis pantalones etiqueta roja, pero cuando se los pedí a mi padre (a mi madre era ya una guerra perdida de antemano) me dijo que nain, que comprar marcas por llevar una etiquetita no pegaba ese dinero, que eran unos vaqueros.
Obviamente yo no entendía que sacando una de las mejores notas de la clase me viera obligado a ir como Antonio de cuéntame y no vestir como los guays de la clase. Porque claro, las tordas de buen ver se iban con los de los Levi’s y entre ellos se hicieron pandilla. Luego empezaron con los Liberto, las camisetas y cazadoras de marca, que ya era inviable de todas todas y a lo que yo únicamente podía hacer frente con un chándal de marca Kharu gris que me compró mi tía, que era feo de cojones,, y parecía un mecánico del Midas.

Más tarde entiendes que tus padres sobrevivían, hacían milagros para pagar una casa, criar tres hijos, y comer bien. Mi padre nunca estrenó un coche. Pero cuando eres un adolescente, que quieres ser aceptado no es fácil vivir a la sombra de los demás y ser parte de la minoría paria

Yo no me meto si los 14 es una edad para tener o no tener móvil, ahora lo que me parece gratuito y sangrante es que el padre le niegue el pan y la sal, sin que no haya causas mayores para justificar esa acción y además lo que le niega al hijo es lo que hace el padre por detrás.

El problema es que para tomar una decisión contracorriente o fuera del estándar debes ser muy consecuente con tus actos y acciones, convertirte en paradigma de lo que defiendes y crees, porque de otra manera lo que estás haciendo es el gilipollas e infligiendo un sufrimiento gratuito a tu hijo. Porque si el móvil es una herramienta del diablo, qué hace este gilipollas con una cuenta bastante activa en Twitter que no deja de alimentarla y ver cada dos minutos

Si se lo cepilla con una katana, bien merecido lo tendrá por gilipollas y soberbio

No te quejes.Tú estrenabas. Eras un privilegiado. A mi me daban ropa de mi padre de joven, o de mi abuelo, o de mi tío, o de algún pariente. Mi primer chandal era azul cielo, de mi tío, a los 14 años lo tuve. El bolsillo de atrás tenía cremallera. Grande invento, ahora los pillo todos con cuentas más cremalleras en bolsillos mejor.

Al entierro de mi abuela fui con un traje de mi padre. Hasta las zapas me daban de parientes. Uno de mis primeros jeans me los regaló m8 madrina, eran nuevos, pero no para mi, se los dieron a mi hermana, cuando los gastó bien gastados y los dió de sínen el culo, entonces me los dieron a mi, como ya tenían agujeros en el culo, mi madre le descosió los bolsillos y se los cosió torcidos abajo. Que dirásmtü, pues bien moderno que ibas. Sí demasiado, que a principios de los 80 eso no lo hacían ni en el Bronx. Q mi me daban envidia los niños que llevaban ropa de su época y de su talla, camisetas de dibujos normales de la edad, y no ropa de viejo que eran pantalones de pana marrones de campana que te daban por el tobillo o con cuellos de pico de los 70 a mediados de los 80 o caldadomgastado de otra talla o camisetas que enseñabas el ombligo casi. Que bueno, yo no tenia la suerte de usar camisetas, eso era privilegio moderno cool de los demás, yo con niquis de posguerra o camisas de viejo. No. Yo no tuve la suerte de estrenar unas Yumas...

Y sin embargo nunca tuve el problema de que las chicas se fueran con otros. Hay cosas que naces con ellas, no te las pueden dar o quitar.

No te enteras, Torquemada. Te quedan muchas visitas al Xanadú todavía. A esta gente lo que les satisface es repartir los carnet. El carnet de poder tener móvil, el carnet de usar redes sociales, el carnet de tener deseo sexual, el carnet de poder follar, etc. Ellos quieren decidir cuándo los demás son aptos para tener algo.

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