Dejémonos en primera instacia de los pingües beneficios que ofrece el fútbol femenino, esto no es ámbito de jurisdicción foril porque no poseemos datos fehacientes, si no aproximaciones inertes de datos empíricos de según que medios de comunicación de mierda ofrezcan.
Vámonos a lo tangible, al sudor, al pateo que te toca darte cuando eres fucbolista. Apoya la jugada, baja a defender. Acompaña a los desmarques, da espacio al compañero, abre el campo cuando tengamos el balón, juntitos cuando defendamos, toda esa mierda que supone que a los jurgolistas se le suban los gemelos.
A ver cuantos gemelos vamos a ver subidos de estas tordas. Midámoslas con igualdad milimétrica, nunca mejor dicho.