El Camionero -Parte II-
La luz de la cabina se fue haciendo tenue a menudo que el camionero y yo nos mirábamos, repasándonos de arriba abajo. -joder sí que estás buena- él no escondía su alegría al ver que era real todo.. y que era la misma de las fotos.
-Quién es ese? tu chulo?- No, mi novio jaja
-Dile que suba si quiere-
-No te preocupes, mejor así.- Él no terminaba de entender que era eso de hotwife, ni si ese del coche era mi chulo o mi novio. Pero verme ahí, en minifalda y medias, sentada dentro de su camión le hizo tender a simplificar las preguntas y buscar el momento de empezar a catarme.
Yo estaba bastante nerviosa. Normalmente me suelto mucho más aunque sean desconocidos pero esta vez, entre que llevaba tiempo sin volver a hacerlo con otro y que él chico no era tan atractivo como me lo había imaginado, me cerró un poco la mente (que no las piernas). La situación me excitaba y le fui siguiendo casi con monosílabos. Él sacó la cartera para darme dinero y le hice ver que yo era... como una ninfómana, parecida...
Así pues, él aún sin entender si lo que pasaba era real o no decidió pasar a la acción y meterme boca. El camionero y yo nos besamos por espacio de unos minutos mientras me tocaba la entrepierna. Besos con lengua, directos en los que le fui correspondiendo. Tras esto, él se bajó los pantalones y yo ya sabía lo que me tocaba. Pantalones y gayumbos por los tobillos, me eché sobre su polla a mamar. Estaba muy dura y con ligero sabor fuerte-salado. Una polla grande con venas y capuchon que entre mis labios y mis lenguetazos se abría perfectamente. Su polla no fallaba, era igual de grande que en la foto. Chupé un buen rato, a verdad es que me gustó su polla y todavía más escuchar sus gemiditos. Me encanta mucho complacer. La posición no era demasiado incómoda a pesar de estar echada sobre él mientras tenía pegado a mí el volante, pero algo me decía que ya sabía ponerse en esa posición con alguna otra chica.
La mamada terminó bruscamente por parte de él. Yo estaba cómoda y ya me la había metido en las profundidades de mi garganta. Tal fue así que cuando me incorporé me asombré de nuevo de estar en la cabina de un camión. Me quería follar y con mi mamada no le ayudaba a durar mucho en el coito. Se desnudó por completo al igual que yo y le puse el condón con la boca sintiéndome, aún más, una buena perra callejera. Ya desnudos, yo con las medias puestas como único adorno y él con la polla dura, tiesa y con el plástico adosado como si fuera una funda de embalar, me indicó como pasar a la cama trasera.
El lecho no revestía de excesivos lujos, pero creo que eso mismo era parte del morbo. Reconozco que muchas chicas hubieran salido corriendo, incluso algunas amigas mías. Un colchón con una sábana, varias almohadas que servían para recostarse y poco más que pude observar entre la semioscuridad del lugar. Kleenex, restos de cáscara de pipas y alguna lata vacía. El camionero colocó la almohada de forma que pudiera recostarse sentado sobre el colchon y la pared de la cabina del camión. Una vez así yo me eché sobre él para cabalgarlo. Me la metí con cuidado para explorar la forma cómoda de ponerme encima de él y entre medias su polla entró del tirón dentro de mi coño que ardía de placer en ese momento. La humedad era tan significativa que prácticamente me ensartó de una metida. Sus huevos hicieron tope y él me miró y rió. Comencé a cabalgarlo con cierta dificultad mientras nos dábamos algún beso y, sobre todo, me sobaba las tetas. Mordisqueaba y jugaba con mis pezones mientras le iba saltando encima. Nuestros gemidos empezaron a coordinarse y el ritmo de mi cabalgada aumentaba hasta el punto que me puse en cuclillas directamente haciendo mamadas a mi vecino de gimnasio sin parar hasta correrme. AHHHHAHHAHHHHHHHHHhhhhhhhhhhhh.........
Caí ensartada sobre él y temblando de placer. Fue una corrida muy intensa y muy necesaria. -JODER-
Los dos sudábamos y a mí me dolía el gemelo y los muslos del sobreesfuerzo, le pedí cambiar de postura y me tumbé en la colcha. El camionero me confiesa que estaba apunto de correrse y que no cree que dure más a lo que le respondo que no se preocupe que yo ya estaba servida... (Fue tan intenso el orgasmo que me entró muchísimo sueño y hubiera deseado parar un poco para retomar fuerzas y seguir pero sabía que yo no estaba ahí para eso). El camionero sudoroso se limpia con una toalla los restos de mi corrida que tenía prácticamente embadurnado su pubis y su polla.
-joder niña si que vas a ser tu ninfomana eh-
No os negaré que, a pesar del orgasmo y del sueño, ver como se limpiaba mi corrida de su cuerpo y escucharle decir eso.. me volvió a excitar, por tanto le abrí las piernas invitándole a entrar.
Me abrí de piernas dejándole ver mi coño rojo y profundamente húmedo, depilado y con los labios hinchados de la excitación. El camionero se acercó a gatas hacia mi y me la metió de un estacazo. Ahora él llevaba el ritmo de la metida y yo solo gemía y me abría a el recostando entre empuje y empuje mis piernas sobre sus hombros o sobre el respando de los asientos delanteros. Me sentía una verdadera puta. Desde esa postura pude ver a un hombre feliz porque se follaba de verdad a una niñata como yo. Lo vi gozar y desear que no acabara nunca. Eran penetraciones lentas pero profundas. No quería correrse hasta asegurarse de que me dejaba un buen túnel hecho. El calor de la estancia era la nota cerda que necesitabamos. En una de las paredes de la cabina había una pantalla conectada por usb a un dispositivo parecido a un disco duro externo. Me lo imaginé en sus ratos de soledad pajeándose viendo porno. (ojalá acceder a ese disco duro externo) El camionero follaba cada vez más rápido. Su sudor y el mío formaban un líquido en común que me hacía prácticamente permanecer pegada al colchón y él pegarse a mí. Su barriga rozaba con mi cuerpo y en las metidas apenas podía ver su polla entrar y salir a pesar de su tamaño. El sonido de nuestros cuerpos pegándose era sucio y me corrí. A el le encantó volver a notar mi fluido sobre su polla y mis gemidos de placer. Placer real, sintiéndo mucho..
El camionero había cumplido con creces mis expectativas y le dije que me follara como la vulgar puta que era para precipitar su climax. Pegó prácticamente su cuerpo al mío en 3 o 4 metidas salvajes mientras me llamaba puta y zorra. A la 4 embestida no pudo más y descargó toda la leche contenida en sus huevos entre gritos de placer hasta casi hacerme pitar el oído. Calló jadeando sobre mí y nos separamos como pudimos entre el sudor y el cansancio. Durante unos 5 minutos inmóviles uno al lado del otro no supimos como reaccionar. Simplemente descansamos.
Me vestí regalándole el tanga al camionero y me despedí tímida de él. Salí como pude muy cansada del camión y me dirigí al coche, ahí estaba mi novio dentro. Desde la ventanilla del copiloto nos miramos y nos reimos.
-Como ha ido?
-Bien cari.. me ha destrozado jaja
-Tenía pinta que te haría eso jaja y por lo que veo no te queda pintalabios.
-No te engañaré, estoy muy abierta jaja
-Y muy sucia, no?
-Eso también... tú veo que no has perdido el tiempo. -señalo un kleenex arrugado junto a la palanca de cambios.
-No vi nada pero os escuché mucho, primero a tí y luego a él. No pude aguantar sin tocarme.
Vámonos a casa y me exploras bien.
En casa mi novio me disfrutó sucia y abierta, nos besamos mucho, me folló duro y le fui contando todo... como aquí.
Total: 2 polvos: 2 pollas mamadas + 4 corridas mías (dos con el camionero y dos con mi novio después en la casa)