Jandrov rebuznó:
No suelo escribir en hilos sobre baloncesto, principalmente debido a que hace tiempo que no lo sigo habitualmente.
Pero es que ese vídeo de Sacramento es puro lujo, es, con casi total seguridad, la única vez en mi vida que he disfrutado mucho viendo baloncesto, era tremendo verlos.
Me ha recordado ese vídeo una a buena época, carajo.
Hace años de aquella eliminatoria.
Tachada por muchos analistas americanos como una de las series mas grandes de la historia de la NBA.
El Glamour por un lado, el maravilloso "sueño" americano, el show bussiness encarnado en un equipo de baloncesto. La mayor marca deportiva del mundo. Tal vez el club con mas aficionados del planeta.
Por otro, el baloncesto hecho "arte", la maxima expresion del juego de conjunto, la diversion, la fantasia, el pase de "mas" siempre con la busqueda de la canasta. El tocata y la tortilla de patatas de Montes. El maravilloso regalo a una novia de Daimiel.
Quiza, y solo quiza, el equipo que mas me haya hecho disfrutar del basket, despues de haberme rendido al Michael de sus ultimos tres anillos.
https://es.youtube.com/watch?v=xp19op8uK1E
Uno de los peores momentos deportivos de mi vida. Un suspiro. Una moneda al aire. Un puñal en el alma un Viernes a las 6 de la mañana. Un momento que se que me perseguira toda la vida.
La eterna suerte del Campeon. El equipo de baloncesto de Dios.
La derrota del "pequeño". Del equipo que posiblemente mejor baloncesto coral haya realizado en la historia de la NBA, y si conozco los Celtics de Auerbach, los Lakers de (Wilt, Jerry, Baylor) y del Showtime, los Pistons de Isaiah o los Boston de Bird.
Recuerdo como me enamore de aquel equipo una tarde de CANAL PLUS, una forma de jugar novedosa, un aire fresco para una decaida liga que acababa de perder a su rey Midas. Un partido de regular contra los Rockets, un joven Jason Williams, una hornada de jugadores "normalitos" desatados por compartir afinidad por el espectaculo.
Recuerdo como los vi progresar. Como iban haciendose grandes hasta alcanzar su cenit en esta final de conferencia que ahora recuerdo con una nostalgia inusitada. Con unos jugadores a los que les debo muchas noches de divertido insomnio, un entrenador al cual le debere pleitesia eterna por llevar a cabo tales ideales majestuosos.
No recordaba aquellas eliminatorias hasta que hoy he visto un video. De mi mente se ha borrado la ventaja de 20 puntos con que los Kings abrian el partido enmudeciendo el Staples. Como iban los Lakers recortando poco a poco la ventaja.
Solo en mi mente de ese partido queda aquella canasta de Dios, fan de los lakers, en las manos de Horry.
La historia es siempre cruel con los perdedores. En este caso nunca unos perdedores fueron tan grandes...