Yo he estado, la vi y me marché educadamente.
Las fotos no tienen nada que ver con la realidad. Es una señora que debe rondar los 55. Muy educada, eso sí, pero salvo que alguien tenga alguna filia extraña, a mí esta señora no me pone en absoluto; vamos, que ni mamándola sin dientes.
Te recibe en albornoz como de ducha y unas babuchas, uniforme de masajista ad hoc -supongo-, pero que en una nena de veintipocos te mueres por cruzar el pliegue de ese albornoz y en esta señora te puede dar susto que se lo quite. Es bajita, no pasará del 1,60 -si llega-, piernas regordetas, culo en proporción y formas similares que se adivinan... anchita. Olía muy bien, eso sí, y se le veía muy limpia, no se puede negar que la mujer es femenina; y el sitio está decorado de lujo. Me explicó los masajes, los precios, pero yo tenía puesto el chip de excusarme como fuese sin que se notase mucho. La única duda que me queda es el tetamen, parecía no tener demasiada mala pinta, pero me dio que no merecía la pena arriesgarse a desvelar ese misterio. Probablemente dé unos masajes estupendos, de eso no puedo hablar, sólo puedo decir la impresión que me dio, y la conclusión fue buscar la puerta.
Recibe en Reyes Católicos. En otro tiempo estuvieron algunas chicas jóvenes en su piso pero los anuncios duraron poco y no me decidí a ir. Si volviese alguna jovencita el sitio está muy bien, nada cutre.