Si quieres confirmar la veracidad de lo dicho, te recomiendo algo de bibliografía sobre el tema, estólido idiota:
“Sexo en Roma”, John R. Clarke, Ed. Océano, Barcelona, 2003, con abundantes ilustraciones de lo más escandalosas.
“Eros romano, sexo y moral en la Roma Antigua”, Jean-Nöel Robert, Colección La mirada de la Historia, Ed. Complutense, Madrid, 1999, muy erudito, con amplio recorrido de la Historia de la sexualidad romana, de Catón al cristianismo.
Los grafitis pompeyanos cochinos salen en “La caída de Roma”, de Bryan Ward Perkins, Espasa, Madrid 2007, aunque el libro no es monográfico del tema.
Que conste que yo soy de los que se dan a esa práctica, y por puro egoísmo, no por altruismo. Lo malo es que a otros en sus casas no les enseñaron a comer de todo, y ahí está el problema: la educación básica que después se ve afectada por escrúpulos y mojigaterías.