Me da verdadero asco y ganas de vomitar ese falso intelectualismo que se rige a base de recitar o contestar con frases de " grandes autores" a fin de parecer muy chupi/ intelectual/subjetivo / tolerante / contundente / o como le de a tu vanidad cerebral por aparentar lo que quiera aparentar que aparente ser.
Pero joder, es que los presentes lo ejercen con tan poca maestría, tan poca coherencia que dudan y vacilan en la ejecución para ejercer tal o cual papel.
Podría ser como un Yonki metiéndose tres o cuatro rayas de polvos de talco con un billete de 1000 pesetas, y al acabar mirarte fulminante y fijamente con mirada de Gangster y articular :
- ¡Qué ! ¡ Qué te pasa a tí ! ¡ Qué miras ! ¡ Soy peligroso !
O quizás sería ... Como Jesús Gil, sentado en el estrado, esta vez en el lado contrario, ejerciendo de juez, en el juzgado Nº2 competente a la fiscalía Anti-Corrupción en el ejemplar municipio de la próspera y archiconocida Ciudad del Mamoneo, sosteniendo con una mano el ya tradicional martillo de feria, y en la otra, un bocadillo de chorreosa panceta
Golpeando la mesa repetidamente con el fosforescente y sonoro martillo de la dichosa feria a la vez que mordisquea la panceta y vociferando con la boca llena :
- ¡¡¡¡¡¡ CULPABLE !!!! - proyectando restos de panceta en toda la sala -
Artificialidad ineficaz y absoluta.
Yo, viendo ,una, otra y otra vez la misma canción acabo por tener la misma sensación que tengo cuando me he de tomar de un trago uno de aquellos asquerosos sobres que receta el médico para el resfriado.
Vamos, que ir por la vida mostrandose y demostrandose, a tías, o no, es de ser muy, muy gilipollas. De no tener la mente, en otro sitio nada más que en follar.
Pero joder, es que los presentes lo ejercen con tan poca maestría, tan poca coherencia que dudan y vacilan en la ejecución para ejercer tal o cual papel.
Podría ser como un Yonki metiéndose tres o cuatro rayas de polvos de talco con un billete de 1000 pesetas, y al acabar mirarte fulminante y fijamente con mirada de Gangster y articular :
- ¡Qué ! ¡ Qué te pasa a tí ! ¡ Qué miras ! ¡ Soy peligroso !
O quizás sería ... Como Jesús Gil, sentado en el estrado, esta vez en el lado contrario, ejerciendo de juez, en el juzgado Nº2 competente a la fiscalía Anti-Corrupción en el ejemplar municipio de la próspera y archiconocida Ciudad del Mamoneo, sosteniendo con una mano el ya tradicional martillo de feria, y en la otra, un bocadillo de chorreosa panceta
Golpeando la mesa repetidamente con el fosforescente y sonoro martillo de la dichosa feria a la vez que mordisquea la panceta y vociferando con la boca llena :
- ¡¡¡¡¡¡ CULPABLE !!!! - proyectando restos de panceta en toda la sala -
Artificialidad ineficaz y absoluta.
Yo, viendo ,una, otra y otra vez la misma canción acabo por tener la misma sensación que tengo cuando me he de tomar de un trago uno de aquellos asquerosos sobres que receta el médico para el resfriado.
Vamos, que ir por la vida mostrandose y demostrandose, a tías, o no, es de ser muy, muy gilipollas. De no tener la mente, en otro sitio nada más que en follar.